Uno de los videojuegos más curiosos para disfrutar esta Navidad nos llega de la mano de Electronic Arts y Will Wright, creador de Los Sims. Se trata de Spore. El juego, comercializado para PC, Mac, Nintendo DS y móviles es un simulador de vida artificial en el sentido más amplio de la palabra. El jugador asume el papel de un diosecillo cualquiera y debe crear una forma de vida empezando por lo más básico ”“ una célula- hasta llegar a conquistar el universo con flotas de naves espaciales.
Spore consta de varias fases cuyo manejo es tan distinto que casi las convierte en juegos independientes. La primera se desarrolla en dos dimensiones y corresponde al estadio de célula. En ella controlamos a un organismo unicelular como si lo viéramos a través de un microscopio. El objetivo es ir consiguiendo puntos de ADN para ir desbloqueando mutaciones con las que hacer evolucionar a nuestra raza de microbios.
La cría de células deja paso a una segunda fase, ya tridimensional, en la que pasamos a controlar a un animal hecho y derecho. De nuevo, el objetivo de esta fase es lograr evolucionar nuestro espécimen para que sobreviva en la naturaleza. Podemos crear un depredador o un pacífico herbívoro. Lo mejor de esta parte es el completo editor de criaturas que nos permite cambiar todo tipo de características físicas como sus extremidades, su boca o sus sentidos. Estos cambios determinan la capacidad de nuestro “bicho” de adaptarse al medio y sobrevivir.
Superada esta fase, Spore entra en una dinámica mucho más social. Nuestra criatura comienza a desarrollar inteligencia y a formar tribus. La evolución da paso ahora a un juego e estrategia en tiempo real en toda regla en el que debemos alimentar nuestra tribu, desarrollar herramientas y conquistar a tribus vecinas.
La siguiente fase, denominada “civilización” sigue dándonos trabajo estratégico, pero esta vez ya contamos con tecnología suficiente como para construir edificios, inventar vehículos y dotarnos de una cultura compleja con religión y política incluidas. Los amantes de la saga “Civilization” se sentirán aquí como en casa.
La última fase del juego llega cuando descubrimos la tecnología necesaria para crear naves espaciales. Nuestro microbio es ahora una raza espacial cuya meta es conquistar otros planetas y colonizar la galaxia. Spore pierde aquí parte del belicismo ya que la conquista espacial es más una cuestión de hacer habitables otros planetas y aliarnos con otras civilizaciones. Aparte de un excelente nivel gráfico y sonoro, La mejor cualidad de Spore es lo completo de su perspectiva. Los primeros niveles pueden resultar algo frustrantes pero, si los superamos, el juego nos compensa con creces rindiendo largas horas de entretenimiento. Además, Electronic Arts ha comercializado en noviembre el primer pack de expansión con nuevas opciones de creación de criaturas. El juego es apto para todos los públicos y cuesta 57 euros en su versión PC. La expansión “Creepy & Cute” cuesta 15 euros.