En algunos colegios españoles están comenzando a usar un nuevo tipo de pizarra interactiva. Es similar a los sistemas de proyección eBeam, con la diferencia de que su superfice es táctil y puede funcionar sin necesidad de ordenador. En Galicia, la firma Imaxina ha creado un programa especial para aprovechar el potencial de estas pizarras. Se trata de un software que permite crear contenidos educativos de forma sencilla y con la posibiidad de conectarlas en red.
Enmarcada dentro del proyecto «Cultura en Rede», la aplicación forma parte de una iniciativa tomada por nueve ayuntamientos de la comarca pontevedresa de Salnés, aunque centros educativos de otras regiones pueden sumarse también al proyecto. La aplicación, bautizada como Imaxínate o Salnés, se centra en materias de la asignaura escolar Conocimiento del Medio, y permite a los alumnos crear y gestionar contenidos arrastrando y combinando iconos sobre la misma pizarra como si ésta fuese la pantalla de un iPhone.
En la misma página oficial del proyecto podemos juguetear un poco con la interfaz, que incluye apartados dedicados a Historia, Geografía, Ciencias Naturales e incluso algunos juegos de agudeza mental, como un rompecabezas o un trivial. Pero no es sólo un programa de material didáctico, sino también un punto de encuentro entre todos los colegios que tengan la pizarra y la aplicación.
De hecho, en la misma web encontramos algunas fotos de excursiones realizadas por los mismos alumnos. Cada pizarra podría acceder así al material creado por otros centros, y los propios padres también tendrían la posibilidad de ver los progresos de la clase tranquilamente desde el ordenador de casa. Todo el contenido de cada pizarra sería gestionado por los profesores, que deben realizar un curso de instrucción previo para aprender a fondo su manejo.
36 colegios gallegos se han sumado ya a este nuevo método educativo, puesto a disposición de unos 8.000 alumnos. Sus creadores afirman que puede ser fácilmente adaptado a distintos idiomas y asignaturas, por lo que confían en que el sistema atraiga a otras comunidades. Teniendo en cuenta el valor de este tipo de pizarras, que rondan los 6.000 euros, es una buena noticia que surjan formas de aprovechar bien sus posibilidades.
Además, seguro que sólo por el detalle de la pizarra táctil los niños prestarán más atención en clase. Incluso hasta se pelearán por salir al encerado.
¿Esto funciona de verdad sin ordenador? Parecen pizarras digitales SmartBoard que suelen necesitar un ordenador.