¿Eres adicto a los e-mails? 4
Hay adicciones de todo tipo. Y las tecnológicas no se quedan atrás. En plena era de Internet ha surgido una nueva adicción, que tiene que ver con los buzones de e-mail. La revista PC World da las claves para descubrir si somos adictos a nuestra bandeja de entrada. Y, en caso positivo, cómo desengancharse de la esclavitud que supone comprobar el buzón de correo electrónico cada cinco minutos.

En primer lugar, los sí­ntomas de la adicción. Conviene alertarse si

1. Revisas tu correo electrónico nuevo más de una vez durante una misma hora.

2. Lees urgentemente cada mensaje que recibes, dejando todo lo que tienes entre manos en ese momento.

3. Sientes la irrefrenable necesidad de contestar los mensajes pocos minutos después de haberlos recibido.

4. Interrumpes tareas o momentos personales para comprobar el correo electrónico.

5. Por la noche despiertas pensando en los e-mails, tienes insomnio o incluso problemas con tu pareja.


¿Eres adicto a los e-mails? 4
Si coincides con la mayorí­a de estos sí­ntomas, probablemente estés enganchado a tu bandeja de entrada. Pero tranquilo, los expertos cuentan que puede ser muy fácil superarlo. En primer lugar hay que tener en cuenta que ningún e-mail desaparecerá de tu bandeja de entrada. Siempre tendrás tiempo de leerlo. Hay que pensar que cualquier urgencia también se puede comunicar por ví­a telefónica, con lo que conviene tomarse las cosas con más calma.

Las otras medidas pasan por una reducción de los horarios. Es decir, podemos consultar el e-mail una vez lleguemos a casa a las seis, y comprometernos a apagar el ordenador a las siete. También debemos anotar las horas en las que se registra una mayor cantidad de e-mails recibidos, para detectar cuándo es «más sano» conectarse y comprobar el buzón. Otra opción es usar una herramienta para pausar el correo electrónico de Outlook. Y así­ darnos unos periodos de descanso.
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Y finalmente, lo más complicado. También se nos recomienda que pasemos un dí­a entero sin tocar el e-mail, haciendo actividades que salgan de nuestra rutina habitual: ir al cine, hacer deporte o cualquier otra cosa que nos evada del buzón. Si la cosa sale bien, podemos intentarlo con unas vacaciones largas en las que el e-mail desaparezca durante (al menos) una semana de nuestras vidas. Sólo así­, conseguiremos superar una adicción que cada vez más, amenaza en convertirse en uno de los tantos males de la modernidad.

Fotos de: Ron Layters, Selena lynn y Today is a good day

Ví­a: PC World

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