La compañía Axon acaba de lanzar uno de los vehículos de radiocontrol más increíbles que hemos visto en mucho tiempo. Se trata del Razorback, una especie de aerodeslizador que levita a unos pocos centímetros del suelo. Si ya de por sí esto lo convierte en un juguete de primera, encima lo hace a unas velocidades de infarto, lo que aumenta todavía más la emoción cuando lo controlamos.
La carcasa de este hovercraft futurista, está hecha de polietileno y resina de policarbonato, un material que se usaba en los visores de los cascos de astronautas y en coches de carreras. Aunque lo realmente interesante es que pasa de 0 a 40 kilómetros por hora casi instantáneamente y que a pleno rendimiento puede alcanzar hasta 80 kilómetros por hora. Está impulsado por un motor doble, mientras que dos potentes ventiladores en su base permiten elevarlo por encima del suelo en superficies como pavimento o incluso arena.
Por si fuera poco, está equipado con algunas luces para utilizarlo en carreras nocturas, con lo que la diversión crece. Puede dar saltos sorprendentes o realizar unos impresionantes giros sobre sí mismo, con la ventaja de que los motores inferiores no removerán todo el polvo a su alrededor. Desde luego, este Razorback es todo lo opuesto a nuestra tranquila tortuga Crabfu.
El invento estará disponible a partir de este mismo mes. Y su precio no es nada exagerado, teniendo en cuenta sus posibilidades: 300 dólares (unos 212 euros) por el pack básico. Eso sí, los extras como el ventilador extra para aumentar la velocidad o las luces se compran aparte.
Vía: Techpin