Amit Kagian, un estudiante de la Tel Aviv University o TAU (sí, como el equipo de baloncesto español) ha desarrollado un programa que analiza rostros de mujeres y califica su belleza. Un software que ha desarrollado para su tesis en informática. Lo primero que nos hemos preguntado es ¿sólo caras de mujeres? Pues sí, según el investigador, la belleza facial masculina es más complicada de juzgar a través del ordenador.La segunda pregunta obligada ha sido ¿Cómo puede determinar una máquina la belleza de una persona a partir de una foto de su cara?
En lugar de identificar características faciales básicas como se ha venido haciendo hasta ahora, este software, después de ser entrenado, hace juicios estéticos. Un extractor de características faciales obtiene las coordenadas faciales, junto con las regiones que tienen pelo y piel. Esas coordenadas se usan para calcular características geométricas y asimetría, mientras que de las regiones se extraen valores de color y suavidad.
El investigador, ni corto ni perezoso, ha asegurado que su programa «constituye un avance substancial en el desarrollo de la inteligencia artificial». Al ver el rostro de nuestro amigo Amit, entendemos el porqué de sus declaraciones y las razones por las que no ha desarrollado un software que califique la belleza masculina.
Que las máquinas en el futuro nos ayudarán a realizar tareas cotidianas, nadie lo duda. Lo que no está tan claro es que las supermodelos del futuro vayan a ser seleccionadas por un programa de ordenador entrenado por el amigo Amit. Y es que, aunque la belleza (en líneas generales) suele seguir unos patrones determinados, también es verdad que en todo este tema influye mucho el atractivo interior de las personas y, además, sobre gustos sigue sin haber nada escrito.
Vía: zdnet