El uso de dominios .es en Internet está creciendo como la espuma en los últimos años. Cada vez son más las empresas y los particulares que se animan a utilizar un dominio pensado para distinguir a las webs hechas por y para los españoles. Sólo el año pasado, se registraron 805.327 dominios de este tipo. Un dato facilitado por red.es, una entidad del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio que gestiona los dominios .es.
Atrás quedaron los años en los que conseguir un dominio .es era todo un reto. Había que pasar de ventanilla en ventanilla, presentar documentos legales y poco menos que preparar unas oposiciones. Después, tras unos meses de deliberación, si resultabas agraciado con uno de estos dominios, tenías que pagar un importe muy superior al del dominio .com, el más utilizado en todo el mundo.
En esta gráfica, que muestra el número de dominios .es registrados cada año, observamos un antes y un después. En concreto, el año 2005, cuando se aprueba un cambio en la forma de conseguir este tipo de dominios para España. A partir de ahí empiezan las facilidades y, sobre todo, se reducen las tarifas. Actualmente, sólo hay que pagar 32 euros al año. Un coste más que razonable.
Ahora bien, pese al entusiasmo de estas cifras, la realidad también demuestra que las webs con dominio .es son todavía insignificantes en el ránking mundial. Si miramos los 10 tipos de dominios específicos de países más utilizados en todo el mundo, nos encontramos con que el .es ni siquiera aparece. Por delante de España se sitúan países como Suiza, Holanda o Argentina. La empresa VeriSign, la guardiana de los dominios .com y .net, elabora el siguiente ránking en el último informe trimestral
1. .de (Alemania)
2. .cn (China)
3. .uk (Reino Unido)
4. .nl (Holanda)
5. .eu (dominio genérico de la Unión Europea)
6. .ar (Argentina)
7. .it (Italia)
8. .us (Estados Unidos)
9. .br (Brasil)
10. .ch (Suiza)
Y estamos seguros de que esta situación de debilidad podría deberse a que Internet y los «punto es» han sido ninguneados por los sucesivos gobiernos de nuestro país. Pero, en el mismo sentido, es de justicia reconocer que, en el tema de los dominios hispanos, las cosas han cambiado mucho y para bien.
Al César lo que es del César.
Foto de binsurf