En pleno mes de Agosto, «con la fresquita» como solemos decir en España, te ofrecimos una serie de consejos para sacarle el máximo partido a tus fotos en la playa. Ahora estamos en Otoño y el frío se va abriendo paso poco a poco en la calle, en nuestras casas y, en los peores casos, en nuestros huesos. Para irnos preparando de cara al invierno, y sobre todo para aquellos que vivan en la montaña o que simplemente les guste esquiar, vamos a daros las claves básicas para sacar buenas fotos en la nieve.
El principal problema con el que nos enfrentamos es que la nieve, además de estar fría como el hielo, refleja la luz del sol con mucha intensidad. Los esquiadores no usan gafas de sol por marcar estilo, sino para evitar que los reflejos les deslumbren. Tampoco es inusual que las propias gafas se te queden marcadas en el rostro a modo de bronceado selectivo, como cuando uno se pasa toda una mañana de verano en la playa con una camiseta de tirantes.
Bromas aparte, esta capacidad reflectora de la nieve no hace sino volver loca a nuestra cámara, y más concretamente al exposímetro (un dispositivo de la cámara que mide la intensidad de la luz). Si lo ponemos en modo automático, la información recogida por el exposímetro provocará que el diafragma se cierre demasiado, con lo que obtendremos fotos más oscuras de lo que queremos, y con un color de la nieve sospechosamente gris.
Así que para empezar, desactiva el modo automático. Navegando un poco por los menús de la cámara, es muy posible que encuentres un Modo especial para Nieve (curiosamente, es posible que también venga indicado para fotos en la playa). Si lo tienes, pruébalo para comprobar sus resultados.
Si no es convincente, tenemos que subir manualmente el valor de exposición uno o dos puntos, tomando fotos de prueba hasta que demos con un resultado en el que la luminosidad de la imagen sea realista y nos guste. Para potenciar el color blanco de la nieve, también podemos abrir dos puntos el diafragma. Estos ajustes sirven para compensar de alguna manera el desfase del exposímetro.
Además de esto, hay que tener en cuenta qué tipo de foto vamos a hacer y cómo está el cielo. Si hacemos un retrato, usaremos el flash a modo de relleno para evitar sombras excesivas en el rostro (hay que ver la de puntos en común que tienen estos consejos con los que os enseñamos para las fotos playeras). Si el cielo está despejado, la luz del sol puede provocar fotos azuladas, algo que podemos remediar con equipamiento adicional (un Filtro Skylight) o simplemente haciendo un balance de blancos sobre la marcha.
En fin, esperamos que estos consejos te sirvan para guardar buenos recuerdos de tus días en la nieve. Eso sí, si eres primerizo en el mundillo de las estaciones invernales, te recomendamos que no olvides hechar en la maleta mucha ropa de abrigo y un protector solar.
Vía: xatakafoto
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