Estamos en agosto y muchos andamos por la playa, armados con la cámara de fotos para inmortalizar nuestras vacaciones. Para que podáis sacarle el máximo partido a vuestras instantáneas veraniegas, aquí os traemos unos consejos que hemos sacado del estupendo blog de digital-photography-school.com.
El primer consejo es de cosecha propia: ponte protección solar si no quieres terminar con el color de un langostino en plena cocción para luego mudar la piel como una serpiente. Luego sigue las cinco primeras recomendaciones que hemos traducido libremente para esta entrega (en la segunda vendrán otras cinco).
1- Busca puntos de vista
Es un poco triste hacer casi las mismas fotos siempre que vas a la playa, sobre todo si eres de los que se dedican a fotografiar personas a las que el bañador les sienta muy bien (como la chica del truco del bronceado). En lugar de enfocar siempre desde la arena hacia el mar, prueba a acercarte a la orilla, mojándote un poco los pies si es necesario, y girarte completamente para ver si encuentras algo nuevo a lo que disparar tu cámara.
Un dibujo hecho por alguien en la arena, huellas de pies, el romper de las olas sobre las rocas, la torre de vigía de un socorrista… Y también aquellas cosas que cuentan en imágenes lo que significa ir a la playa: castillos de arena, toallas y sombrillas a punto de ser alcanzadas por la marea, gafas de sol semienterradas, un bote de protector solar derramado… Busca algo más que chicas haciendo top-less, picarón.
2- La hora es importante
Las primeras y las últimas horas de sol son las mejores para sacar fotos en la playa. Primero, porque hay menos gente, lo que nos proporciona más libertad de movimientos y capacidad de concentración (también habrá menos chicas haciendo top-less a las que enfocar, cómo no). En segundo lugar, la inclinación de los rayos de sol durante estos momentos del día produce un repertorio distinto de sombras y colores, sobre todo al anochecer, cuando la luz adquiere tonos más cálidos y dorados.
3- Mira hacia el horizonte
Aunque no sea nada original, una foto que muestra el horizonte del mar uniéndose con el cielo siempre es un buen recurso. Eso sí, ten cuidado con que la línea del horizonte no salga muy torcida o inclinada. Para evitar esto, puedes usar las líneas de referencia de los marcos del visor de tu cámara.
Incluso, existen burbujas estabilizadoras, como las de los trípodes, que te indican cuándo tienes la cámara colocada recta y en equilibrio. También es útil seguir la regla de los tercios, enfocando de manera que no haya líneas que corten la imagen justo por la mitad (a no ser que ésa sea precísamente tu intención, como en la foto del barco con su reflejo en el agua).
4- Ve a la playa cuando todos la evitan
Cada verano suele haber un par de días atípicos en los que, de repente, comienza a llover y hacer mal tiempo. La playa se vacía de bañistas, pero tú tienes la oportunidad de acudir con tu cámara a fotografiar la tormenta cayendo sobre el mar, el fuerte oleaje o las banderas rojas ondeadas con violencia por el viento. Además, seguro que no hay ninguna chica haciendo top-less para distraerte.
5- Tiempo de exposición
En verano el sol brilla más que el resto del año, y por tanto debemos cambiar el tiempo de exposición. Es decir, el tiempo que el obturador permanece abierto para que la óptica de la cámara perciba luz. Lo ideal es ajustarlo a mano. Si tu cámara tiene modo automático, observa qué tiempo de exposición elige, luego pasa a modo manual y subelo uno o dos puntos.
En la próxima entrega de consejos para tus fotos en la playa, más trucos.
Vía: digital-photography-school
un poco basico…