Las lámparas más frikis (1ª entrega)

Una simple lámpara de flexo ya es poca cosa. Ahora se llevan diseños raros, como aquellas velas eléctricas de las que ya os hablamos en su dí­a. Creí­amos que eran lo más friki que existí­a en cuanto a lámparas. Pero nos equivocamos sobremanera.

Podrí­amos empezar con algunas velas que se inspiran en los rompecabezas Lego. El diseñador Sasinan Suthayalai creó estos cubos que incluyen dentro una bombilla para iluminarse. Usando varios cubos podemos crear figuras sencillas.

Pero no es la única lámpara que tiene algo que ver con Lego. La empresa KNG America, que se dedica a fabricar gadgets con motivos de Disney, los Simpsons o Harley Davidson, también quiere explotar el filón de los rompecabezas. En la Feria CES de 2006 presentaron su Lego Lamp. La base está construida con piezas de Lego. Por desgracia, todaví­a no aparece en el catálogo de KNG, por lo que no sabemos qué hay que hacer para conseguir una.

Hay otros modelos curiosos que podrí­amos acuñar bajo el rótulo “Coge algún objeto común de tu casa y conviértelo en lámpara”. Algo así­ hizo Russell A. Jones III, un joven estudiante de Ingenierí­a de la Universidad de Nueva Jersey.

“La pila de CDs que se amontonaban en mi habitación estaba creciendo hasta proporciones épicas”, comenta Russell en su página. Por eso, decidió fabricarse una torre para CDs con lámpara incluida. La estructura está hecha de madera, y la barra de metal que atraviesa los discos lleva incorporado el cátodo de una bombilla común. Sólo hay que conectarla a un enchufe et voilí : la pila de discos servirá para iluminar el escritorio.

Otro ejemplo de lámpara fabricada a partir de un objeto casero lo encontramos en la HeadLamp: nada más y nada menos que un escurridor (de esos que usamos para colar la pasta después de haberla hervido) convertido en lámpara de discoteca.

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La idea es de Zach Dicklin, un estudiante de ingenierí­a de la Universidad de Purdue (indiana, Estados Unidos). Un buen dí­a decidió ponerle a un escurridor varios juegos de bombillas pequeñas (de los que se ponen en los árboles de Navidad) y colgarlo del techo.

Los juegos de luces los controla a través de un ordenador, bien con una combinación memorizada o improvisando mientras suena la música. Con esta lámpara, un par de gogos para animar a la gente a bailar y un buen DJ de música techno, la fiesta está garantizada.