Sí, de verdad. No es el último chiste de Gila ni lo hemos sacado de El Jueves. La noticia es así.
Microsoft advierte de un posible monopolio.
¿Lo dirá por Windows, ese sistema operativo que está instalado en el 90% de los ordenadores de todo el mundo?
¿Lo dirá por Internet Explorer, ese programa que utilizan casi el 79% de las personas que navegan por Internet?
¿Lo dirá por el reproductor de Windows Media, ese reproductor que aparece instalado por defecto con cada copia de Windows? (Bueno, sí, menos las 20 cajas que han debido de vender en Europa de la versión descafeinada sin reproductor)
No. El culpable de este posible monopolio no es Microsoft. Es Google. Y Microsoft, la empresa que denuncia el intento de acaparar el mercado.
La reciente compra por parte de Google de la empresa DoubleClick, especializada en publicidad por Internet, ha disparado las alarmas. Si ya Google tenía buena parte de la cuota de mercado de los ingresos publicitarios que se generan por Internet, ahora el gigante se ha hecho con gran parte de la tarta publicitaria.
Y eso a Microsoft no le gusta nada. Bradford L. Smith, abogado de la empresa, ha declarado que esta fusión «reduce sustancialmente la competencia en el mercado de publicidad en la Web». A lo que Eric E. Schmidt, uno de los dos mandamases y fundadores de Google ha contestado con un escueto «hemos estudiado esto de cerca y sus reclamaciones y no son ciertas». Así de sencillo.
Cómo cambia la historia. No deja de resultar hilarante que Microsoft se vea ahora obligada a lanzar acusaciones de monopolio contra otra empresa. Qué mal le deben de ir las cosas en ese mercado cuando tiene que acusar a otros de algo que le resulta tan familiar. Los negocios son así.
Vía Hispamp3.com l Artículo original en New York Times (en inglés)