Ya llevamos algunos años viendo teclados de ordenador plegables, que pueden enrollarse como si fueran casi una hoja de papel. Son unos teclados pensados para llevarlos cómodamente de viaje sin ocupar apenas espacio. Estos modelos suelen ser impermeables. Hasta se pueden meter en la lavadora para limpiarlos. Uno de las veteranos es el Manhattan Roll-Up, del que podemos encontrar ya modelos que cuestan sólo 2 euros.
Pero no es el único. Poco a poco, distintos fabricantes se animan a sacar teclados enrollables. Veamos un par de curiosidades que han salido hace poco.
El Eleksen Fabric Keyboard, además de ser enrollable, lleva Bluetooth, por lo que podemos usarlo como teclado del ordenador o de la PDA sin necesidad de cables. Tiene 6 milímetros de grosor y sale por unos 75 euros.
En Japón también fabrican este tipo de teclados. La empresa Kimura fabrica el eMARK Super Mobile Keyboard, que tiene un recubrimiento de vinilo capaz de salvar la electrónica del teclado de manchas de café y líquidos correosos. Cuesta alrededor de 20 euros.
La única pega que tiene este tipo de teclados es que, a menudo, hay que pulsar las teclas con fuerza y precisión. Vamos, que no son muy precisos, que digamos. Y hay que tener cuidado de no confundirlos con el pan de pita. No debe ser una experiencia agradable comerse un kebab recubierto de teclas y vinilo.
