¿Estás cansado de la típica foto en la que una persona “sostiene” la torre de Pisa? Si la respuesta es sí, échale un vistazo a este consejo. Aquí te daremos otro punto de vista para fotografiar edificios y monumentos históricos.
Encuadre
Es muy usual colocar el edificio en el centro del encuadre. Y puede resultar aceptable, sobre todo cuando se trata de construcciones simétricas (como las pirámides de Egipto). Pero hay otras opciones menos manidas y aburridas.
Hay que prestar atención al entorno del Monumento. El cauce de un río, un parque, una arboleda o incluso otros edificios. Se trata de buscar otros elementos que enriquezcan la foto y que nos permitan desplazar al edificio del centro del encuadre, que no es lo mismo que el centro de atención.
Por ejemplo, puede quedar bien enmarcar el edificio importante con otros elementos arquitectónicos. Éste es el caso del arco que sirve de marco para la Giralda de Sevilla.
También es bueno incluir personas en la foto. No sólo para resaltar el tamaño del edificio. Las personas transmiten movimiento y vida alrededor del monumento.
Distancia
Lo normal es buscar una toma relativamente lejana para retratar la mayor parte del edificio posible. Es una buena técnica, sobre todo si buscamos muchos puntos de vista distintos. Pero, ¿por qué no cortar el edificio? Así podemos centrarnos en la parte de su arquitectura que más nos llame la atención.
Luz
Es interesante hacer fotografías desde el mismo punto de vista pero en distintos momentos del día. Es una forma de jugar con las luces y con las sombras. Si queremos resaltar la silueta del edificio, puede resultar muy expresivo difuminar lo que está dentro de la silueta, aprovechando condiciones atmosféricas como la niebla.
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