Quaero es el buscador más corto de la historia de Internet. No ha llegado a estrenarse y ya tiene los días contados. Surgió como una alternativa europea a Google (con todo el riesgo al cachondeo que eso supone). Contaba con el apoyo de los gobiernos alemán y francés. También empresas como Thomson y Empolis respaldaban la iniciativa.
Su estreno estaba previsto para dentro de unos días. Sin embargo, ahora nos enteramos de que los padres de la criatura se han separado. Francia quería una cosa y Alemania otra. A los franceses les gusta la multimedia. Los alemanes son más partidarios del conocimiento.
Todo un síntoma del presente de Europa. Incapaz de ponerse de acuerdo. Aunque sea para crear un absurdo buscador.
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Francia quiere un juguete, Alemania una herramienta de trabajo y los otros 23 ¿qué quieren? Es vergonzoso que con lo que nos cuestan las instituciones europeas a todos, tengamos que ver estos espectáculos.