Sí, estaría encantada si en España consiguieran hacer lo que han hecho en China. El Gobierno de aquel país ha clausurado más de 900 webs, cerrado casi 9.000 tiendas (de las que hay por la calle) que vendían DVD’s, cedés y software pirata y ha destruido más de 13 (¡trece!) millones de discos falsificados en varias operaciones en todo el país.
La fabricación y distribución de estos productos se realizan fundamentalmente en tres puntos: Beijing, Shanghai y Shenyang. Los precios que se barajan por allí son diferentes de los que tenemos por aquí.
Así, un DVD original cuesta unos 10 euros, mientras que la versión «alternativa» con caja, librito y todo sus avalorios, no llega al euro si se compran por decenas.
Según dicen, algunos de los distribuidores de estos productos podrían pasarse hasta siete años a la sombra.
Aunque conociendo como trabajan estos chinos, pronto volverán a verse de nuevo por sus calles los más flamantes estrenos antes de que se estrenen en pantalla grande.
Vía – China Daily