Es potente, fácil de usar y tiene la pantalla más grande. Una pantalla brillante (SuperAMOLED) de 4 pulgadas que permite acceder fácilmente a cualquier función imaginable: cámara de fotos o de vídeo, música, navegador GPS, Internet, videojuegos”¦Delgado. Ligero y bien acabado, este móvil táctil se gobierna a través del sistema de iconos de Google (Android) y, por supuesto, nos da acceso a su exuberante servicio de aplicaciones y videojuegos (el Android Market).
Combinando todas estas características con unos menús simples e intuitivos, el Samsung Galaxy S se ha posicionado como uno de los mejores táctiles de mercado. Basta repasar algunos de los motores de este completísimo teléfono: tiene un potente procesador a 1 Ghz y una memoria interna de 16 GB que se puede ampliar con tarjetas MicroSD de hasta 32 GB.
Los ingenieros encargados del diseño han dedicado mucho tiempo a pensar qué es lo que realmente necesita la gente. Por eso incorpora, por ejemplo, conectividad DLNA. Así podemos conectar el móvil (sin cables) con todo tipo de equipos de casa. Por ejemplo, podemos usar el Galaxy como mando a distancia (vía Wi-Fi) de un televisor de última generación. También lleva Bluetooth, conexión USB, y los últimos adelantos en telefonía y en Internet inalámbrica.
El Samsung Galaxy S incluye todo tipo de sensores. Tiene un acelerómetro, una brújula digital, y un sensor de proximidad aparte de un sensor de luz ambiental que gradúa la intensidad del brillo de la pantalla para que se vea siempre bien. Se puede usar como marco digital, como reloj de mesa, calendario, como despertador, como estación musical y como un buen sistema GPS. Su capacidad de reproducción de archivos de audio y vídeo es muy amplia, y puede grabar vídeo en alta definición (a 720p). En definitiva, el Samsung Galaxy S es mucho más que un teléfono. Si listáramos los tres o cuatro mejores teléfonos táctiles del mercado hoy, muchos expertos lo colocaríamos en el primer o segundo puesto y, absolutamente todos, lo incluirían en esta lista tan exclusiva.