Hace unas semanas se supo que Microsoft, en su campaña contra el pirateo de juegos y la modificación de consolas, expulsó permanentemente a miles de usuarios de Xbox Live por tener la consola pirateada. Ahora son estos usuarios los que han decidido acudir a los abogados y plantear una demanda conjunta contra los de Redmond. La argumentación legal de los usuarios afectados se basa en que su expulsión del servicio Xbox Live les ha valido daños colaterales que no tenían que ver con el pirateo, como la imposibilidad de instalar más juegos (legales o no) en el disco duro.
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