Hasta hace poco, cuando nos íbamos al campo o a la playa teníamos dos opciones respecto a la bebida: consumirla antes de que se calentase o llevarnos una pesada nevera llena de hielo (que tarde o temprano se derrite). Hoy existen cacharros portátiles que enfrían latas y botellas en cuestión de minutos, como aquel Cooper Cooler que os recomendamos regalar para el Día de la Madre. El último avance en este campo es una especie de «varita mágica» inventada por Kent Hodgson, un joven neozelandés de 22 años.
El invento se llama «Husky» y consta de dos componentes básicos: un «cargador» y una «varita». La varita contiene unas células de plástico que, al introducirse en el cargador lleno de dióxido de carbono líquido, se convierten en «hielo seco». Luego introducimos la varita en nuestro vaso o nuestra botella et voilá, en pocos minutos el líquido que contiene (preferentemente cerveza) se enfriará como si acabásemos de sacarlo de la nevera.
El motivo de esto es que el dióxido de carbono en estado líquido es un potente refrigerante. Según Hodgson, al entrar en contacto la varita con este líquido, las células que contiene se refrigeran rápidamente hasta alcanzar una temperatura de menos 78,5 grados centígrados. De hecho, ésta es la temperatura a la que el dióxido de carbono pasa al estado sólido, transformándose en hielo seco (llamado así porque parece hielo o nieve, pero sin rastro de humedad).
El joven inventor destaca que la principal ventaja de Husky es que permite enfriar la bebida rápidamente y sin dejar agua diluida en la bebida, como pasa con los tradicionales cubos de hielo. El gran inconveniente es que, para enfriar latas y botellas, tenemos que abrirlas y/o vertir su contenido en un vaso, para poder introducir la varita en el líquido.
Con el depósito lleno de refrigerante, el cargador permite enfriar 30 botellas de un tercio de litro. De momento Hodgson está en trámites para patentar el invento, que considera que podría venderse por unos 50 dólares (unos 33,8 euros). De aquí a que lo lancen al mercado, habrá que ir enterándose de cómo podemos comprar dióxido de carbono líquido para recargar el depósito del cargador.
Vía: nzherald.co.nz
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