Trucos de fotografí­a: Engorda con Photoshop (1ª entrega)

Ya viste lo fácil que era reducir michelines haciendo unos retoques fotográficos con un programa como Photoshop. Pero”¦ ¿por qué no hacer lo contrario? La belleza es algo muy subjetivo. Y para gustos, colores. Por eso, vamos a daros las claves básicas para conseguir una foto en la que el agraciado/a aparezca con unos kilos de más.

Hemos elegido la foto de esta chica en bikini (¿de qué servirí­a el truco si en la foto no se ve un buen trozo de piel?) para ilustraros en las distintas técnicas que pueden usarse. Pero como no queremos que nos tilden de machistas, en la próxima entrega de este truco usaremos un modelo masculino.

Como en el truco para adelgazar, puedes usar la herramienta Licuar. Está en el menú Filtro. Empezaremos por engordar la cara. Por eso, cuando se abra la ventana de Licuar, usa la lupa para acercarte al rostro de el/la modelo. Entonces, en la barra de la izquierda, pincha en el icono Inflar (el cuarto empezando por arriba).

Con el cursor vamos inflando la cara. Elige un tamaño de pincel con el que puedas cubrir un pómulo entero, y comienza a hacer clic suavemente en los pómulos y los mofletes. Ten cuidado cuando trabajes cerca de la boca, o el/la modelo adoptará la sonrisa caracterí­stica de Joker, el mayor enemigo de Batman.

Sigue el mismo proceso con el cuello, los hombros, los brazos y aquellas partes del cuerpo más pequeñas. Tampoco tienes porque inflarlo todo. Puedes dejar los antebrazos y las manos tal y como están, en el resultado final no se notará.

Pero es muy complicado engordar el torso con la herramienta Licuar. Hay que hacer algo un pelí­n más elaborado. Elige la herramienta Lazo Magnético y haz una selección del pecho. Luego ve al Menú Edición, elige la Opción Transformar y, dentro de ésta, Distorsionar.

Al hacerlo, la zona seleccionada aparecerá rodeada por un rectángulo. Pinchando en los puntos del perí­metro, puedes cambiar la forma del rectángulo y, como consecuencia, de lo que hay dentro. Tienes que tener un poco de maña. Un consejo: fí­jate en que la ropa de la persona (en este caso, los tirantes del sujetador) esté bien alineada mientras vas agrandando la zona.

Ya sólo te queda repetir el proceso con el resto del torso. Nuestro consejo es que incluyas estómago y piernas en la misma selección, para que no haya un salto de lí­neas demasiado evidente entre ambas zonas. En la próxima entrega te enseñaremos otra forma de hacerlo.