Un profesor estadounidense se ha tomado la molestia de analizar miles y miles de páginas web para llegar a una conclusión estadí­stica. Sólo el 1,1% de las páginas web son pornográficas. Lo curioso del caso es que el estudio fue encargado por el Gobierno de Bush para intentar demostrar lo contrario. Que el número de sitios pornográficos es muy alto y fáciles de encontrar con cualquier buscador. Y, por lo tanto, al alcance de cualquier menor de edad. Pero el estudio les salió rana.

El profesor de la Universidad de Berkeley (California), Philip B. Stark, utilizó para su estudio los resultados ofrecidos por los grandes buscadores de Internet: Google, MSN, Yahoo y AOL. En el caso de Google, el Gobierno solicitó a la empresa los datos, pero ésta se negó a facilitarlos. Sólo tras la presión judicial, consiguió 50.000 webs aleatorias que forman parte de su base de datos.

El Gobierno también tuvo acceso a una semana de las búsquedas realizadas por los usuarios en AOL, MSN y Yahoo. Pues bien, con todo ello en su poder, el profesor llegó a la conclusión de que sólo el 1,1 por ciento de las páginas analizadas contienen material sexual explí­cito.

De paso, también puso a prueba los distintos programas diseñados para bloquear páginas pornográficas. Y se encontró con que, en el mejor de los casos, se saltaban la censura el 8,8% de las páginas. Y los peores programas no eran capaces de detectar el 60% del contenido sexual. Por cierto, el autor no facilita datos de los nombres de estas aplicaciones analizadas.

Visto en elmundo.es
Noticia original en MercuryNews.com (en inglés)
Informe de Philip B. Stark (en inglés)

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