Todo es mentira. Una máxima que, si nos ha servido siempre para definir los límites entre la realidad y la ficción de lo que vemos en la televisión, también puede ser aplicada a Instagram. En Instagram vamos siempre a dar nuestra mejor cara. La realidad es otra y nuestra vida se compone de alegrías pero también de tristezas, de momentos en los que nos vemos feos o que, simplemente, no tenemos ganas de compartir. Piensa en esto la próxima vez que veas las publicaciones de tu Instagrammer favorito. Seguramente, la gran mayoría de las fotos que suben (si no la totalidad de las mismas) están perfectamente calculadas para provocar la sensación de que son perfectas.
Oro parece, plagio sí es
Y no lo son. Incluso algunas pueden ni siquiera estar hechas por ellos o pueden estar tan retocadas que no se acercan en nada a la realidad. Es lo que ha pasado con el popular Instagrammer Daryl Aiden Yow, que gracias a ‘sus’ imágenes había ya conquistado a marcas tan famosas como Uniqlo o Sony, que no dudaron un momento en patrocinarlo para sacar unos buenos beneficios por campañas publicitarias. Ahora mismo, la popularidad de este Instagrammer ha caído hasta el punto de perder miles de seguidores.
Por su parte, el Instagrammer de Singapur ha optado por eliminar todas las fotografías de su cuenta de Instagram. Actualmente, solo aparece una fotografía en negro total y un texto en el que, básicamente, asume todo lo ocurrido. Daryl Aiden cogía fotos de bancos de imágenes y las hacía pasar por suyas. Incluso se ‘incrustaban’ en ellas mediante herramientas de edición. En el texto de disculpa de Daryl Aiden se puede leer lo siguiente:
«La indignación con respecto a cómo me he comportado está justificada. Acepto la plena responsabilidad de mis acciones y de todas las consecuencias que surjan de dichas acciones (…) estaba equivocado al afirmar que las imágenes de archivo y el trabajo de otras personas eran míos. También me equivoqué al usar subtítulos falsos que engañaron a mis seguidores y a los que vieron mis imágenes. (…) He decepcionado a los que creían -o querían creer- en mí. Por todo eso, me disculpo».
El Instagrammer ha acabado disculpándose
Daryl Aiden continua diciendo que básicamente, ‘se le fue de las manos’ promocionarse como fotógrafo y que se metió en una espiral de la que le costó salir, optando por recoger fotos de gran calidad, extraídas de bancos de imágenes de Internet, y haciéndolas pasar por propias. Algunas imágenes solo tenían sutiles retoques añadidos, como el contraste o el color. Ha sido la página de Internet Mothership quien ha destapado el escándalo de las fotos robadas, comparando más de 10 ejemplos de la cuenta del Instagrammer asiático con las de otras tantas de bancos de imágenes que pueden ser localizadas fácilmente en la red. Que alguien se diera cuenta y destapara el caso era, sin duda, cuestión de tiempo.
Sony había contado con él para diversas acciones promocionales, como la promoción de una de sus cámaras sin espejos. Este suceso, sin duda, hará que las marcas se replanteen sus convenios comerciales con las estrellas de Instagram, debiéndose asegurar que todas las imágenes acreditadas a un particular pertenecen a él.
via | Mothership
