Que Google sabe mucho de todos nosotros es algo de sobra conocido. Todas y cada una de sus aplicaciones gratuitas tienen implícita una pequeña tasa, la de permitir que husmeen en lo que hacemos, buscamos y nos gusta. Ahora, aprovechando una vez más ese conocimiento adquirido, Google se propone lanzar una nueva generación de Maps, con mapas personalizados, hechos a la medida de los gustos, ubicaciones y necesidades del usuario. Cada día, millones de personas en todo el mundo usan el servicio de mapas de Google para encontrar ubicaciones, orientarse, enviar indicaciones a terceros, anunciarse, localizar comercios o, simplemente, darle un vistazo al aspecto de un barrio o ciudad. Todo esto forma parte del ingente arsenal de datos que guarda Google. Y esa es una de las razones por las que ahora buscan sacarle partido al conocimiento acumulado. Al menos así lo anunciaron en la Conferencia de GigaOm en San Francisco este año dos de sus desarrolladores estrella, según anuncia la propia web de GigaOm.
Para Jonah Jones, uno de los diseñadores de experiencias de usuario de la compañía californiana, va asomando la hora de crear mapas que sean capaces de personalizarse según la ubicación del usuario y algunas otras señas que ayuden a definir qué le puede interesar. Para Jones, después de pasar los últimos años digitalizando mapas y millones de datos en papel asociados a los mismos, es hora de hacer algo más interesante. Tan interesante, opinan, como la combinación puntual de los datos conocidos del usuario junto con su ubicación para ofrecerle un mapa totalmente específico y único, que evolucionará junto con las experiencias, de manera que difícilmente se ofrecerán dos veces los mismos resultados. El mapa existirá sólo para el propósito puntual y, después, desaparecerá. Como ejemplo, Jones explicó que cuando el usuario usa el zoom para alejar el mapa, las diversas etiquetas y marcas que hay en el mapa entran en una especie de «conflicto por el espacio», de manera que Google tiene que tomar una decisión y elegir cuáles mostrará y cuáles no. Ahora, según los datos de los que dispone Google y la ubicación de la persona, esa decisión se tomará basándose en lo que Google entienda que son los intereses de dicha persona en ese preciso momento. Y según esta avance, las etiquetas mostradas podrían ir cambiando.
Por su parte, Bernhard Seefeld, gerente de producto de Google, aseguró que su compañía es capaz de saber todo lo que necesita acerca de nosotros, tanto que ni siquiera tendríamos que indicar en un mapa dónde estamos, porque Google ya lo sabe. Por eso, si identifica que alguien se encuentra en el aeropuerto, una de las cosas que podrá hacer será mostrarle información acerca de los vuelos o de las tiendas y restaurantes que hay en la zona. El mapa se convierte en una forma más de interpretar los datos y, dentro de poco, también será una forma más de interpretar lo que queremos o necesitamos en un momento determinado.