
4 millones de euros. No es el dinero por ganar el euromillón, es lo que gana cada día Fortnite en pagos dentro del juego. Sí, ya sabéis, el popular videojuego de irse matando unos a otros en una isla en el que solo puede quedar uno. Pues bien, estas compras ni siquiera son para conseguir mejoras que te ayuden a ganar. Son para tener bailes de celebración o trajes para tu personaje. Vamos, una locura. Y no es el único que aprovecha los pagos dentro del juego para sacar millones al día. Otros títulos como Candy Crush Saga, League of Legends o Pokémon GO también se sacan un buen pellizco millonario.
Y qué decir del FIFA, que también se vale de unos micropagos que están generando mucha polémica… Y con razón. Las llamadas loot boxes o cajas de recompensas. Esto es muy sencillo. Pagas y recibes una recompensa. No sabes lo que te va a tocar y si realmente te va a servir. Vamos, como una tragaperras pero versión videojuego. Y no nos engañemos. Solo en los móviles, la mitad de los juegos que existen tienen algún tipo de caja de recompensa. La situación es preocupante porque muchos jugones y sobre todo chicos jóvenes están gastando verdaderas burradas en este tipo de cajas engañosas.
Ojo, para que te des cuenta de la magnitud del negocio, Activision, la firma tras títulos como Call of Duty, ganó en tres meses casi 1.000 millones de euros en micropagos. Y solo 600 millones en ventas de videojuegos. En este podcast te vamos a hablar de los videojuegos con trampa para que entiendas mejor los mecanismos que hay detrás y de cómo puedes proteger a tus hijos o a ti mismo para evitar caer en las tragaperras del siglo XXI.
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¿Por qué hablamos de videojuegos con trampa o incluso tóxicos en algunos casos?
Porque son videojuegos que no se limitan a lo que pagas para comprarlos. De hecho, muchos de ellos son gratis de entrada, pero luego te empujan a ir pagando cantidades de dinero para avanzar o conseguir elementos exclusivos.
¿Y cuál es la magnitud del problema?
Hay un peligro parecido al de las apuestas, los casinos o las tragaperras. Se juega con el ansia del jugador, que quiere avanzar más rápido o conseguir objetos que lo destaquen sobre los demás. El problema es que no solo hablamos de adultos. También de adolescentes o incluso niños que pueden caer en la trampa desde muy pronto.
¿Qué tipos de juegos hay que usen pagos dentro de ellos?
Hay dos grandes tipos de juegos que aprovechan este universo de los micropagos. Primero, están los denominados free to play. Es decir, juegos a los que puedes jugar gratis. Por ejemplo, en esta categoría se puede englobar al Fortnite o al Candy Crush Saga.
Y luego están los juegos de pago de toda la vida, pero a los que se añade una serie de características, complementos o mejoras a los que puedes acceder más rápido pagando un extra. Un gran ejemplo de esto es la saga del FIFA. Normalmente, en los juegos de pago las mejoras se encuentran en el multijugador. Y funcionan muy bien, claro, porque compites con otras personas reales, no solo contigo mismo.
¿Y sobre los tipos de mejora?
Ahora vamos a hablar de ellos en detalle, pero también hay dos tipos generales. Por un lado, los micropagos para conseguir mejoras específicas dentro del juego. Es decir, tú quieres la espada de Razorblanjes de la forja del reino perdido de Arazor, y pagas por ella. En este caso seguro que te ayuda en tu aventura, pero hay otro tipo de mejoras que solo son estéticas. Es el caso tan curioso de éxito de Fortnite, que no vende ítems o artículos que mejoren tus habilidades o equipo. Solo personalizaciones para tu personaje. Por ejemplo, con bailes vacilones para celebrar que le has volado la cabeza a un enemigo. He visto trajes en Fortnite que cuestan 16 euros con el precio en Pavos, que es la moneda virtual que se usa en el juego. Y bailes por cuatro euros.
En Candy Crush Saga, por ejemplo, para tener vidas ilimitadas durante 6 horas tienes que gastar en torno a 12 o 13 euros. Casi nada.
¿Y el otro tipo de mejora?
Esta es la más polémica. Son las denominadas loot boxes o cajas de recompensas. Tú pagas por ellas y vas a recibir una determinada recompensa, pero nunca sabes cuál será. Como mucho, te dicen el porcentaje de probabilidades de que sea un tipo de objeto o mejora. Y estas cajas son muy peligrosas porque es fácil que generen adicción. Te doy un ejemplo evidente. En el FIFA hay un modo en el que puedes formar tu propio equipo de fútbol e ir escalando en divisiones según tus victorias. Todo se basa en sobres de cromos como los de toda la vida que esconden jugadores. Pues bien, puedes pagar dinero para conseguir sobres con mejores jugadores, pero los verdaderos cracks es muy muy raro que te toquen.
Mientras valgan las veinticinco pesetas de los sobres de cromos de toda la vida…
Ese es el principal problema. Hay sobres que te pueden costar como toda la colección de cromos de la infancia.
¿De qué cantidades estamos hablando?
Hay sobres que te pueden costar más de 20 euros, así que imagínate.

Estamos con Víctor Manzhirova, el ruso de tuexperto.com hablando de los videojuegos con trampa que se pueden convertir en tóxicos. Aquellos que te empujan a pagar más y más cuando estás jugando. Ya hemos visto en líneas generales que hay dos grandes tipos: los que tienen mejoras de pago para avanzar más en el juego o tener atuendos u objetos más chulos, y los que se aprovechan de las cajas de recompensas para tenerte gastando más dinero hasta que encuentras lo que deseas.
Vamos a hablar de las loot boxes o cajas de recompensas en detalle. Actualmente, son lo más peligroso que puede haber en este tipo de juegos, sobre todo en los más jóvenes. Y es importante ser consciente de esta realidad.
¿Cuál es el problema?
A ver, hay varios problemas tanto para identificar el problema como para atajarlo. Por ejemplo, pueden parecer algo inofensivo o compararlo con otras cosas como los cromos, los tazos, etc. Pero su alcance es mucho más peligroso. Antes te he dicho que solo dos sobres de jugadores del FIFA pueden valer lo mismo que el propio juego. Por ejemplo, un sobre Ultimate te puede salir a cerca de 25 euros, más que el precio actual del FIFA 21. Y con él te aseguras algún jugador potente, pero no siempre una superestrella.
Imagínate la cantidad que habría que invertir para conseguir armar un equipo de estrellas.
Y ahí está la madre del cordero
Exacto, mientras que con las mejoras dentro del juego, pagas por lo que quieres, aquí pagas por girar una ruleta y no sabes si lo que te va a tocar te va a gustar. Para hacerlo más peligroso, muchos juegos han estudiado estos procesos y rodean el hecho de abrir una de estas cajas con un entorno brillante de luces y sonidos que generan emoción. Vamos, lo mismo que puede ocurrir con una tragaperras. Pero hay más.
¿El qué?
Muchas veces, para comprar este tipo de cajas de recompensas no puedes usar dinero real. Lo que haces es un paso intermedio en el que compras una moneda virtual. Por ejemplo, los paVos en Fortnite o los Fifa Points en el Fifa. De este modo, lo que se busca es que no tengas la sensación de estar gastando dinero real al comprar las cajas, sino algo más atractivo y menos preocupante. Y hay otra práctica que también es muy común.
Dispara.
Hacerte ganar cajas de recompensas sin necesidad de pagar dinero de forma habitual. Es como darte las primeras caladas de esta droga gratis, para que empieces a engancharte de una forma que de otro modo no harías. Y luego es más probable que quieras gastar dinero para volver a experimentar la sensación de subidón de esa caja misteriosa.
Me recuerda a esas cajas misteriosas del 1 2 3 que elegían muchos concursantes antes que un premio jugoso. Pero ¿de verdad existe tanto problema?
Para que te hagas una idea. Más de la mitad de los juegos de móvil y un tercio de los juegos que más negocio generan en los videojuegos tienen este tipo de cajas botín o cajas recompensa. Esta claro que es un negocio que genera mucho dinero, y que puede provocar problemas de salud graves al caer en la ludopatía. Y más, si eres joven y te acostumbras desde muy pronto a este tipo de compras.
Y dentro de gobiernos como Estados Unidos, China, Gran Bretaña o la propia España se están buscando formas de regular o limitar estas cajas.
¿Qué se está haciendo desde España?
Lo cierto es que se lleva tiempo buscando la forma de combatir esta realidad. El año pasado el Ministro de Consumo Alberto Garzón ya avanzó que iban a preparar una ley para regular este tipo de cajas. Eso sí, en el caso de España las prohibiciones van a estar centradas en los jugadores menores de 18 años.
Sinceramente, me parece una solución a medias, que deja fuera otros colectivos con riesgo de caer en la ludopatía.
Pues sí, al final es tratar de ponerle un parche a un problema bastante grave. Lo que sí se quiere hacer desde España es un proceso de concienciación, para que la gente se de cuenta de los peligros de estos juegos.
Como estamos haciendo nosotros ahora en este podcast. ¿Hay algún país europeo que haya sido más tajante?
Pues sí. Por ejemplo, en Bélgica se han prohibido por completo estas cajas de recompensas y muchos juegos han tenido que retirar sus sistemas de puntos, billetes o monedas en este país.
Bien por los belgas, veamos si en España el gobierno está a la altura. ¿Qué me dices de los micropagos?
Yo diría que hay dos grandes vías. Por un lado está la adicción que genera el propio juego. Por ejemplo, los que consisten en superar niveles o crear tareas que se pueden acelerar con dinero. Y luego, en el pique propio del multijugador. Si tienes a otros rivales humanos enfrente, es más probable que quieras seguir jugando y ser mejor a si solo te estás enfrentando a máquinas. Y también que compres mejoras estéticas como bailes o aspectos para tu personaje. Si no tienes con quién compartirlo o a quién fastidiar, es menos probable que gastes dinero por algo que no te va a ayudar en nada a ganar el juego.
¿Qué pasa con los juegos de móviles?
En el caso de los móviles, se suele jugar mucho con lo adictivo que sea el propio juego. No en vano, uno de los que más dinero genera es Candy Crash Saga. Un juego que en la dinámica es realmente sencillo, ya que consiste en juntar bolitas del mismo color y avanzar niveles. Para ello, tienes una serie de pasos. Lo sé por experiencia. Es muy adictivo, y si tienes como yo un gen de ludópata puedes terminar pasándote horas y horas con él… O acabar pagando para tener ayudas a la hora de enfrentarte a los niveles.
Has hablado de los juegos de móvil, ¿y en el caso de los de ordenador?
En este caso, se tira normalmente más por el multijugador. Ya sea un juego gratuito con pagos integrados o uno de pago que tenga multijugador y que tenga hay los micropagos.

Estamos con Víctor Manzhirova, el ruso de tuexperto.com hablando de los juegos con trampa que pueden terminar con adicción, sobre todo en los más jóvenes. Hemos visto cómo las cajas de recompensas o loot boxes son como pequeñas tragaperras dentro de un videojuego, y también cómo se usan juegos muy adictivos con niveles o mejoras que tardan tiempo en realizarse para convencerte de pagar. Ante todo esto, ¿qué podemos hacer como jugadores o como padres de jugadores?
Como jugadores, ser muy conscientes de que existe el peligro. No tomarlo como si fuera solo un juego, valga la redundancia. Ahí detrás hay mucho negocio y muchas prácticas estudiadas para potenciar la adicción. Y yo te diría más. Si te conoces bien y ves que puedes terminar adicto a un juego, limita tus opciones para las compras.
Explica esto un poco más.
Por ejemplo en un móvil Android. Puedes marcar que cada vez que vayas a hacer una compra, tengas que confirmarla. Ve a Google Play, a Ajustes y busca la opción de Solicitar autenticación para realizar compras. No optes por la huella dactilar, busca la opción más pesada, por ejemplo la de meter la contraseña de Google cada vez que quieras comprar algo. Esto hará que sea más pesado.
Todavía mejor. Elimina todas las tarjetas que hayas almacenado para las compras. Así, si tienes que comprar algo de verdad, tendrás que pararte a configurar tu tarjeta.
¿Y para consolas?
También hay opciones para que tengas que introducir tu contraseña en caso de querer hacer compras. En PS4 y PS5 está algo oculto, no es fácil de llegar. Hay que ir a Ajustes, Gestión de Cuentas e Información de la Cuenta. Allí das a Ajustes de la Compra y la proteges con una contraseña.
Para Xbox es algo más complejo. Primero tienes que crear una clave de paso que es un PIN de 6 digitos a través de los ajustes de tu cuenta. Luego, dentro de los mismos Ajustes te metes a cambiar el inicio de sesión y seguridad, a la opción de personalizar y pones que te pida la clave de paso a la hora de comprar.
¿Y si somos padres?
En este caso, lo primero es hablar con nuestros hijos y explicarles los peligros con calma y claridad. Puede que no nos crean, pero es bueno que tengan esa información. Luego, tenemos la herramienta del control parental si queremos bloquear las compras en los perfiles de los más pequeños. Está presente en todas las plataformas de las que hemos hablado y también en PC en una plataforma tan popular como Steam, que se usa muchísimo para jugar. Es cuestión de bucear en las opciones para encontrar esta restricción y bloquear las compras a los menores de edad.
De hecho, el control parental también se puede usar para restringir las apps y juegos que pueden descargar los pequeños.
Así es. Es más radical pero en algunos casos puede ser útil.
Muy triste el reportaje y la entrevista. Recurriendo a tópicos y demonizando los micropagos por que sí.
Metes en la misma saca juegos pay-for-win como Candycrash con otros como Fornite que solo pagas por elementos estéticos, y que permite horas y horas de diversión sin invertir un duro.
Muy triste