Después de un año de incertidumbre para los de Shenzhen tras el veto de la compañía por parte de Estados Unidos, el Gobierno de Donald Trump mantiene vigente el bloqueo comercial de las empresas norteamericanas con Huawei. A pesar de las dificultades, el fabricante sigue en su intento de presentar teléfonos para el público general; el Huawei P Smart 2021 es buen ejemplo de ello.
La nueva generación de la mítica serie llega para renovar algunas de las características presentes en la iteración actual, con un lavado de cara completo en lo que respecta al apartado visual y un apartado técnico que toma prestadas algunas de las especificaciones del Huawei P Smart 2020. Todo ello con la ausencia de los servicios de Google, algo que puede ser primordial si hablamos de un dispositivo que por rango de precios está orientado a un nicho de mercado bastante con bastante volumen. ¿Será suficiente para conquistar un mercado ya de por sí abarrotado de opciones? H tenido la oportunidad de probar el teléfono durante tres semanas para dar respuesta a esta pregunta.
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Indice de contenidos
Ficha técnica
| Huawei P Smart 2021 | |
|---|---|
| Pantalla | 6,67 pulgadas con tecnología IPS y resolución Full HD+ (2.340 x 1.080 píxeles) |
| Cámara principal | – Sensor principal de 48 megapíxeles y apertura focal f/1.8 – Sensor secundario de 8 megapíxeles con lente gran angular y apertura focal f/2.4 – Sensor terciario de 2 megapíxeles para el modo retrato y apertura focal f/2.4 – Sensor cuaternario de 2 megapíxeles con lente macro y apertura focal f/2.4 |
| Cámara para selfies | Sensor principal de 8 megapíxeles y apertura focal f/2.0 |
| Memoria interna | 128 GB |
| Ampliación | A través de tarjetas micro SD |
| Procesador y memoria RAM | Huawei Kirin 710A 4 GB de RAM |
| Batería | 5.000 mAh con carga rápida de 22W |
| Sistema operativo | Android 10 con EMUI 10.1 |
| Conexiones | Wi-Fi b/g/n, 4G LTE, USB tipo C, NFC para pagos móviles, jack para los auriculares |
| SIM | Dual nano SIM |
| Diseño | Policarbonato Colores: verde, rosa y negro |
| Dimensiones | 165,65 x 76,88 x 9,26 milímetros y 206 gramos de peso |
| Funciones destacadas | Sensor de huellas dactilares en el lateral, desbloqueo facial mediante software, Huawei Mobile Servicess y App Gallery |
| Fecha de lanzamiento | A partir de noviembre |
| Precio | 230 euros |
Un diseño que sorprende por su estética pero que no destaca por calidades
En términos estéticos, el Huawei P Smart 2021 supone una gran evolución frente a su antecesor. En primer lugar, el teléfono ensancha su pantalla hasta las 6,67 pulgadas en un formato 20:9 que ayuda a reducir el impacto del aumento de la diagonal. Por otra parte, el teléfono se vale de una muesca en forma de gota de agua que le sirve para adelgazar el grosor del marco superior, aunque lo cierto es que nos encontramos ante un teléfono grande. Bastante grande, de hecho, ya que llegar a todas las esquinas de la pantalla con una sola mano es poco menos que imposible. Curiosamente, no se hace especialmente pesado a pesar de superar los 200 gramos. Y esto se debe a los materiales de construcción, basados en policarbonato.
La carcasa trasera se ensucia con demasiada facilidad.
Es un hecho, las sensaciones del dispositivo en lo que a calidades respecta no son las mejores. De hecho, los bordes también están fabricados en plástico, por lo que la sensación en manos no es tan premium a pesar de que su construcción es bastante rígida y uniforme. Su grosor, por cierto, llega casi al centímetro: 9,26 milímetros aproximadamente.
Donde también nos encontramos una de las diferencias más significativas respecto a la versión de 2020 es en la parte trasera. Siguiendo con la tendencia visual de este año, la compañía ha optado por un diseño de color a doble capa, lo que provoca que la tonalidad de la carcasa varíe en función de la incidencia de la luz. En otras palabras, su diseño es bastante llamativo a la par que simple, ya que ahora el sensor de huellas pasa a situarse en uno de los laterales del dispositivo, concretamente en el lateral derecho.
El módulo de cámaras no sobresale tanto como cabría esperar. Punto positivo para Huawei.
Eso sí, la carcasa es todo un imán para las huellas. Mención especial al módulo de cámaras, que a pesar de mantener el diseño de la iteración anterior, añade dos sensores adicionales.
Pantalla: un panel que cumple y un táctil que decepciona
Toca hablar de la gran protagonista de la nueva iteración – con permisos de las cámaras – , la pantalla. Huawei no solo ha aumentado la diagonal hasta las 6,67 pulgadas, también ha mantenido la resolución en el estándar 1080p.
En términos cualitativos, lo cierto es que la pantalla cumple, si bien no evoluciona respecto a la versión de 2020. Y es que a pesar de que la definición de la imagen es más que suficiente, los colores son algo pálidos para mi gusto. Esta palidez se acentúa cuanto activamos el brillo automático en exteriores, un brillo que se antoja algo insuficiente si la luz incide directamente sobre la pantalla. En las tres semanas que he podido probar el teléfono he tenido la sensación de que la pantalla se «blanquea» para mejorar la visibilidad con el brillo en su nivel máximo, algo que nunca he experimentado en pantallas IPS.
Otro detalle que nos da una pista de la calidad del panel tiene que ver con el sombreado que se muestra en la muesca de la cámara y en los bordes superior e inferior. Afortunadamente, los ángulos de visión son correctos incluso con un nivel de brillo bajo. Cabe destacar que la mayoría de opciones que podemos encontrarnos en el mercado dentro del rango de precios del Huawei P Smart 2021 ya cuentan con pantallas de 90 ó 120 Hz. En este caso, la compañía ha mantenido los 60 Hz de su antecesor, algo que hila con las posibilidades gráficas de su procesador, del cual hablaremos a continuación. El gran pero de esta pantalla no tiene que ver tanto con su calidad, sino la sensibilidad del digitalizador, es decir, el panel táctil que recubre la pantalla.
Escribir rápidamente en el teclado que el sistema incorpora de serie se hace bastante difícil. La respuesta del panel, además de ser lenta, es algo inexacta, empañando de manera notable la experiencia de uso. Esto puede deberse, en parte, a la escasa frecuencia de muestreo del panel táctil, información que el fabricante no proporciona. Eso sí, tras un par de semanas con el teléfono, he logrado acostumbrarme a la escritura y la pulsación de la pantalla, aunque la sensación general es algo decepcionante.
La experiencia de uso no se corresponde con la de un teléfono de 230 euros
Llegamos al que es considero que es uno de los apartados más importantes en un teléfono que entra de lleno en la gama media. Antes de hablar de la experiencia de uso del Huawei P Smart 2021, conviene conocer su hoja de especificaciones. En resumen, el terminal se vale de un procesador Kirin 710A, 4 GB de memoria RAM y 128 GB de almacenamiento interno.
Así luce EMUI 10.1 bajo Android 10 en el Huawei P Smart 2021.
Si nos centramos en el modelo del procesador, podemos concluir que se trata de una versión ligeramente renovada del Kirin 710 presentado hace hoy dos años. Las diferencias con respecto a este modelo son más bien escasas. De hecho, ambos están fabricados en 14 nanómetros y se valen de la GPU Mali G51 de cuatro núcleos. En cuanto a la tecnología de la memoria, la compañía no ha hecho oficial el estándar usado, por lo que suponemos que se basa en el estándar eMMC 5.1. Todas estas especificaciones dan como resultado una experiencia de uso bastante pobre.
Mi experiencia de uso con el smartwatch Huawei Watch Fit durante una semana
A la hora de cambiar entre diferentes aplicaciones, el teléfono recarga de manera constante el contenido de las mismas, probablemente por la escasa cantidad de RAM que incorpora. A esto hay que sumarle que la ejecución de ciertas animaciones tampoco es la más rápida. Ni hablar de la respuesta dentro de las aplicaciones y la propia respuesta táctil de la pantalla. La sensación general es que el dispositivo va siempre un paso por detrás de nosotros.
A la izquierda, la puntuación del teléfono en Antutu. A la derecha, la velocidad de lectura y escritura de las memorias en Androbench. Los resultados en ambos tests nos pueden dar una idea del rendimiento obtenido con el terminal.
En cuanto al rendimiento de los juegos, el comportamiento del dispositivo mejora levemente si optamos con configuraciones gráficas poco exigentes. He probado a jugar a Asphalt 9 con los ajustes gráficos en su nivel mínimo y la experiencia ha sido correcta, aunque algo deficiente cuando existe un gran volumen de texturas. Si optamos por un nivel gráfico superior, el lag aparecerá en forma de «saltos» y baja tasa de FPS. Por desgracia, el catálogo de juegos es bastante escaso, ya que la mayoría de títulos dependen de los servicios de Google para funcionar. Y es aquí donde entra el siguiente condicionante.
Asphalt 9 nos avisa de que la potencia gráfica del teléfono puede ser insuficiente para mover los gráficos en su máximo nivel.
Como viene siendo habitual en el catálogo de la marca, el Huawei P Smart 2021 carece de las aplicaciones de Google. Esto nos obliga a recurrir a las soluciones de la propia marca: AppGallery y Petal Search. A pesar de que la compañía ha mejorado notablemente el número de aplicaciones disponibles, el catálogo sigue siendo muy limitado. No nos encontramos con la mayoría de juegos populares (Call of Duty, Minecraft…). Tampoco con aplicaciones oficiales de bancos (CaixaBank e ImaginBank en mi caso), ni siquiera con algunas de las redes sociales más conocidas.
El número de aplicaciones bancarias disponibles en la tienda de Huawei es prácticamente inexistente.
En WhatsApp, por ejemplo, no podemos cargar una copia de seguridad en la nube, ya que depende íntegramente de Google Drive. Si optamos por fuentes externas (Aptoide, APK Mirror…) para descargar algunas aplicaciones, el propio sistema nos arrojará un mensaje alertando de que «los servicios de Google no se encuentran disponibles en el teléfono». He probado a instalar los servicios con el método vigente y tampoco he podido hacerlos funcionar, probablemente porque el teléfono todavía no ha salido a la venta de manera oficial. En definitiva, una experiencia con bastantes concesiones para un teléfono que por su propio precio está dirigido al público general.
Apartado fotográfico muy justo para los estándares actuales
Una de las mayores novedades de esta nueva generación llega con el apartado fotográfico. Ahora el teléfono se vale de cuatro cámaras de 48, 8, 2 y 2 megapíxeles con la configuración de lentes y sensores tradicional: sensor principal, lente gran angular, lente macro y sensor de profundidad. La apertura focal de la cámara principal es f/1.8, mientras que el resto de sensores optan por una apertura f/2.4 que augura unos resultados en baja luz cuestionables.
Comenzamos por la cámara principal. Los resultados en términos generales son aceptables. Durante el día, la fotografía de exterior cuenta con una definición y una colorimetría aceptables. Donde sí encontramos un punto de mejora importante es en el rango dinámico, algo que apreciaremos en las fotografías con fuertes luces y sombras. A esto hay que sumarle que la mayoría de imágenes tienden a la sobrexposición, llegando a quemar algunas zonas visibles, como el cielo, el agua o el propio reflejo del Sol.
Si recurrimos al HDR, el detalle de las sombras se levanta ligeramente, aunque en la mayoría de escenas este ajustes es casi inapreciable, salvo en fotografía de paisaje y naturaleza. También podemos recurrir al modo Toma inteligente, un modo que analiza el contexto de las imágenes para adaptar los parámetros de la cámara a la escena. Los resultados en este caso tienden a saturar los colores claros de una forma bastante artificial, algo de lo que adolece el procesado de imágenes de Huawei desde hace unas cuantas generaciones.
Sin HDR.
Con HDR.
Sin HDR.
Con HDR.
En cuanto a la fotografía nocturna, el nivel de detalle cae estrepitosamente. El ruido comienza a aparecer y la falta de enfoque predomina en la mayoría de imágenes con baja luminosidad. Es cierto que el modo Noche ayuda a levantar algo las luces, aunque el ruido se sigue manteniendo en las texturas. En cualquier caso, el uso del modo Noche se hace prácticamente obligatorio si queremos sacar una foto decente en baja luminosidad. El comportamiento en interiores, en cambio, es correcto, probablemente por el uso de los tiempos de exposición que la aplicación realiza de manera automática.
Modo Automático.
Modo Noche.
Modo Automático.
Modo Noche.
Modo Automático.
Modo Noche.
Modo Automático.
Modo Noche.
Donde sí obtendremos unos resultados relativamente decentes es en el modo Retrato, así como también en el modo Apertura. El desenfoque, aunque algo artificial, es más que correcto siempre y cuando el objetivo sea una persona, animal u objeto con los límites bien definidos. Si fotografiamos plantas o elementos con partes «finas» o muy pequeñas, el teléfono tenderá a confundir los planos, desenfocando el objetivo principal. Esto me hace pensar que la cámara de 2 megapíxeles dedicada al reconocer la profundidad de los objetos es poco útil, por decirlo de alguna manera.
Modo Apertura vs Modo Retrato
Modo Apertura vs Modo Retrato
Modo Apertura vs Modo Retrato
Toca hablar de la cámara secundaria, compuesta por un sensor de 8 megapíxeles y una lente gran angular. Los resultados obtenidos por este sensor son muy mejorables. El rango dinámico pierde puntos con respecto al de la cámara principal, con una pérdida total de los detalles en las sombras y altas luces (a menos que la escena cuente con una iluminación equilibrada). Durante la noche, los resultados son poco aprovechables: colorimetría que tiende al verde, nulo detalle de las texturas y un enfoque inexistente. Tampoco podemos activar el modo Noche con esta cámara, por lo que Huawei tampoco mucho empeño en mejorar lo presente.
Gran angular.
Sensor principal.
Gran angular.
Sensor principal.
Gran angular.
Sensor principal.
Gran angular.
Sensor principal.
Gran angular.
Sensor principal.
Gran angular.
Cámara principal.
Gran angular.
Cámara principal.
Pasamos al cuarto y último sensor, destinado a la fotografía macro. En este caso, las sensaciones son muy similares a las de la cámara secundaria. El detalle es muy pobre debido a la escasa resolución del sensor (2 megapíxeles). Incluso la distancia a la que podemos fotografiar objetos pequeños es limitada: a partir de 4 centímetros, lo que la iguala prácticamente a la distancia a la que el sensor principal es capaz de enfocar.
Fotografías realizadas con la cámara macro.
¿Y qué hay de la grabación de vídeo? La experiencia general es muy similar a la que obtenemos con las imágenes. Sí que me gustaría destacar el buen comportamiento del autoenfoque. Por desgracia, ninguna de las cámaras está estabilizada ni óptica ni digitalmente, por lo que las vibraciones se transmiten directamente a los vídeos, provocando que el enfoque se pierda en algunos momentos. Curiosamente, el tratamiento de la colorimetría es algo mejor que el de las imágenes, al menos durante el día. Durante la noche, ni la cámara principal ni la cámara secundaria con lente gran angular obtienen buenos resultados. Lamentablemente, la calidad máxima de los vídeos es 1080p a 30 y 60 FPS. Nada de 4K ni 2K.
Llegamos a la cámara frontal, compuesta por un único sensor de 8 megapíxeles y una apertura focal f/2.0. La experiencia general es un tanto similar a la de la cámara principal. Durante el día, el enfoque y el nivel de detalles es correcto. En selfies, la colorimetría es bastante correcta, aunque el rango dinámico es algo limitado cuando nos encontramos en escenas muy iluminadas o con el Sol de frente. La buena nueva es que la lente cuenta con una cierta angulación, por lo que podemos realizar selfies grupales sin muchas complicaciones.
Selfie en modo Automático.
Selfie en modo Retrato.
Eso sí, el modo Retrato es prácticamente inapreciable, ya que apenas se genera desenfoque de fondo, tal y como podemos apreciar en las imágenes superiores. Cuando recurrimos a la cámara delantera por la noche, la iluminación y el enfoque caen por completo, a menos que recurramos al flash de la pantalla, que se activa en color blanco para iluminar las escenas.
Algo similar sucede con los vídeos: buen nivel de detalle durante el día, aunque con ausencia total de estabilización.
Todos los modos de cámara del Huawei P Smart 2021
Así luce la aplicación de cámara del Huawei P Smart 2021.
- Apertura
- Noche
- Retrato
- Foto
- Vídeo
- Profesional
- Monocromático
- HDR
- Documentos
- Alta resolución
- Panorámica
- Pintura con luz
- Marca de agua
- Cámara lenta
- Lente AR
- Cámara rápida
Todas las opciones de cámara del Huawei P Smart 2021
- AI Lens
- Toma inteligente
- Flash
- Filtro de imagen
- Relación de aspecto (4:3, 1:1 y Pantalla completa)
- Control de audio
- Capturar sonrisas
- Resolución de vídeo (1080p a 16:9, 1080p a 21:9 y 720p)
- Velocidad de cuadros (30 FPS y 60 FPS)
- Formato de vídeo eficiente
- Cuadrícula de cámara
- Nivel horizontal
- Reflejo de espejo
- Añadir marca de agua
- Etiqueta de ubicación
- Silencio
- Instantánea rápida
Lo mejor del Huawei P Smart 2021 es su autonomía, pero sin alardes
Así es. El terminal está sustentado en un módulo de nada menos que 5.000 mAh. Viene acompañado por un sistema de carga rápida de 22,5 W. Teniendo en cuenta la capacidad de la batería, la autonomía del teléfono es correcta. Ni sobresaliente ni insuficiente. Correcta.
Si usamos el teléfono de manera más o menos intensa, la autonomía del dispositivo puede extenderse hasta las 8 horas y media de pantalla, con un uso total aproximado de un día y dos horas. Si nuestro uso se limita a consumir vídeos o redes sociales, podremos expandir esta autonomía hasta las 9 horas de pantalla. Si nos limitamos a las tareas comunes de productividad (Slack, Telegram, correo electrónico, navegación web, redes sociales, cámara…), la autonomía puede verse reducida hasta las 7 horas y media de pantalla. En cualquier caso, no necesitaremos coger el cargador hasta el final del día, aunque los resultados generales no son los que se esperan si tenemos en cuenta, por ejemplo, el modelo de procesador.
Hablando de la carga, el tiempo total que le lleva al cargador realizar una carga completa es de aproximadamente una hora y cincuenta minutos, unas cifras bastante decentes si tenemos en cuenta la capacidad de la batería.
Biometría: punto positivo para Huawei
En el apartado de la biometría, el teléfono basa sus dos únicos métodos de seguridad en dos componentes, el sensor de huellas y la cámara frontal. Como es habitual en los teléfonos de la compañía, el funcionamiento del primero no tiene nada que envidiar al de otros teléfonos de mayor gama: el reconocimiento es prácticamente instantáneo y la tasa de acierto suele ser del 100%. En este aspecto, hay que agradecer a la compañía que haya instalado el sensor en uno de los laterales, facilitando tanto su acceso como su uso.
El botón de desbloqueo es, a su vez, un sensor de huellas.
En cuanto al reconocimiento facial, el comportamiento es algo más errático. Por las limitaciones del propio sistema, solo es usable cuando la luz acompaña. Durante el día, el funcionamiento es más o menos acertado, aunque mucho más lento que el del sensor de huellas. También es algo exigente en lo que a ángulos se refiere. En cualquier caso, lo más probable es que optemos por el sensor de huellas, ya que este actúa a su vez de botón de bloqueo y es necesario para activar la pantalla.
Un sonido plano que no logra destacar
El apartado sonoro del Huawei P Smart 2021 se sustenta en un único altavoz situado en la parte inferior del dispositivo, junto al conector USB tipo C. La experiencia sonora, por tanto, queda algo limitada, al no contar con un doble altavoz estéreo. El sonido es bastante plano, por no mencionar la ausencia total de bajos en canciones cuyo estilo musical hace resaltar este tipo de frecuencias. El volumen máximo no hace ningún tipo de alardes: bastante justo si vamos a reproducir música en exteriores.
Esto también se traslada al altavoz destinado a las llamadas, con un volumen máximo que tampoco destaca. La buena nueva es que el teléfono dispone de una entrada de jack para los auriculares, por lo que no tendremos que recurrir a ningún tipo de adaptador. También cuenta con radio FM. Curiosamente, la radio no requiere de auriculares para funcionar, al menos durante mis pruebas.
Una conectividad insuficiente en 2020
Poco a poco, la gama media se está acercando cada vez más en lo que a conectividad se refiere. No es el caso del Huawei P Smart 2021. Ciertamente, la hoja de características del terminal es bastante escueta, ya que no nos encontramos, por ejemplo, con WiFi de doble banda. Tampoco es compatible con las redes 5G de última generación. Y a esto hay que sumarle que la utilidad de la conexión NFC es prácticamente nula, ya que el número de aplicaciones bancarias disponibles en la tienda de Huawei es muy bajo. La buena nueva es que cuenta con Bluetooth 5.1, el único estándar más o menos actual que nos encontramos entre sus especificaciones técnicas.
Si nos centramos en el funcionamiento de las conexiones presentes, lo cierto es que el rendimiento deja bastante que desear. El comportamiento de la cobertura móvil en algunos puntos de la casa ha sido algo decepcionante. En más de una ocasión me he visto obligado a salir a la calle para realizar una llamada. Lo mismo sucede en algunos lugares del barrio donde vivo. Vale decir que recientemente he realizado un cambio de compañía a Virgin Telco, si bien no he experimentado problemas con otros móviles de mayor gama.
En cuanto a las conexiones WiFi y Bluetooth, el comportamiento ha sido el esperado: buen alcance, conexión rápida con las redes disponibles y ningún problema de cortes. Por desgracia, la falta de compatibilidad con redes WiFi de 5 GHz limita la velocidad de descarga y subida que podemos experimentar con el teléfono.
Conclusiones y opiniones sobre el Huawei P Smart 2021
Después de analizar en detalle el Huawei P Smart 2021, toca sacar conclusiones. A pesar de que el teléfono no ha salido todavía a la venta, la compañía ha anunciado que estará disponible a partir de noviembre por 230 euros. En este rango de precios, Huawei lo tiene bastante difícil. Y no solo por la ausencia de los servicios de Google.
En primer lugar, la experiencia de uso con el dispositivo es francamente mejorable. A pesar de que el teléfono cuenta con algunos puntos interesantes (buena autonomía y sistema de carga, apartado fotográfico completo…), existen ciertas carencias que no se le pueden conceder a un teléfono que supera los 200 euros. Es más, la mayoría de alternativas que existen actualmente en el mercado superan de largo la propuesta del fabricante chino.
Procesadores más potentes, pantallas de 90, 120 e incluso 144 Hz, conectividad 5G, propuestas fotográficas más interesantes… Habrá que ver cómo evoluciona el precio del terminal a lo largo de este año y el próximo. Hoy por hoy, la versión de 2020 se vende por unos 190 euros aproximadamente, un precio algo más atractivo pero que sigue sin derribar las propuestas actuales que podemos encontrar en el mercado.
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