Análisis del Huawei Matebook D14, el portátil más barato de la marca en 2020

El pasado 30 de enero Huawei daba a conocer su nueva gama de portátiles para este 2020. El Matebook D14 es la apuesta más económica de la firma asiática, con un precio de 750 euros en su única versión con 8 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento interno. A diferencia de la versión de 2019, el portátil llega con un procesador AMD de la serie Ryzen 3000. Le acompaña un chasis fabricado íntegramente de aluminio y una pantalla que reduce sus marcos de manera considerable.

Todo el conjunto viene alimentado por una batería de 56 Wh que promete proporcionar una autonomía suficiente para completar una jornada laboral. ¿Será suficiente para conquistar un mercado ya de por sí saturado? He tenido la oportunidad de probar el portátil durante tres semanas. Conoce mis impresiones a continuación.

Ficha técnica

Diseño: peso y acabados que sorprenden (para bien)

Lo primero que entra por la vista de este Matebook D14 es su diseño, un diseño cuya máxima consiste en reducir el tamaño total del portátil gracias a los ínfimos marcos de su pantalla.

La relación con respecto al chasis es del 84% de ocupación, algo que podemos confirmar haciendo la cuenta de la vieja. Esto obliga al fabricante a integrar la cámara frontal en una tecla que hace las funciones de mecanismo. O al menos eso dice la teoría.

Tal y como podemos observar en las imágenes, el equipo cuenta con un marco inferior bastante generoso. ¿Podría haber optado Huawei por integrar la cámara dentro de este marco? Tal vez, aunque puedo llegar a entender la decisión por una cuestión de privacidad. Por desgracia, la practicidad de esta solución se ve afectada: el ángulo de la cámara es insuficiente si reposamos el ordenador sobre una mesa a la altura de los brazos, como veremos en posteriores apartados.

Obviando este detalle, lo cierto es que el diseño del portátil luce realmente bien. El tacto del aluminio es bueno, y su ínfimo peso (1,38 kilogramos) invita a llevar el dispositivo en las manos o en un maletín de mano. El plástico implementado en la bisagra sí que se siente algo frágil y endeble. Habrá que ver cómo se comporta con el tiempo.

Pantalla suficiente pero que no brilla

Hace más de 10 años que convivimos con portátiles con pantallas HD. No es el caso del Huawei Matebook D 14. Su pantalla está constituida por un panel de 14 pulgadas con resolución Full HD, una resolución que ayuda a eliminar el famoso diente de sierra en las imágenes a una distancia relativamente prudencial por la densidad de píxeles por pulgada. Más allá de este detalle, la calidad del panel no brilla en exceso, ni por colores ni por nivel máximo de brillo.

La calibración de fábrica es algo fría para mi gusto, aunque podemos ajustarla a través de un software propio de Huawei bastante similar al que podemos encontrar en sus teléfonos. La compañía no ha hecho públicos los datos en relación al nivel de representación en el espacio de color RGB o sRGB. Lo que sí puedo confirmar es que no es una pantalla destinada a diseñadores y creadores audiovisuales de contenido, aunque también es cierto que no hay nada mejor en este rango de precios.

Otra de las carencias que he podido encontrar en el panel tiene que ver con el nivel máximo de brillo. La cifra de 250 nits que arroja el fabricante se antoja insuficiente si vamos a hacer uso del portátil en exteriores, algo que podemos apreciar claramente en las fotografías. La buena noticia es que nos encontramos con un recubrimiento en mate que logra desviar los reflejos que inciden sobre la pantalla, por lo que este problema se ve mermado en parte.

Rendimiento muy solvente con sorpresas

He de admitir que la decisión de Huawei de implementar un procesador AMD en el equipo me aterraba por experiencias pasadas. Lo cierto es que en este aspecto me he llevado una muy grata sorpresa.

El rendimiento del equipo ha sido bueno. Realmente bueno, me atrevería a decir. Y esto se debe no solo al procesador, sino a la GPU integrada y a la velocidad del SSD, que rivaliza incluso con la de mi MacBook Pro. No voy a entrar en detalles técnicos. Toda la información podéis visualizarla en la tabla que he adjuntado al comienzo de la entrada.

Velocidad de lectura y escritura del disco SSD integrado.

El desempeño en mi jornada laboral ha sido exquisito haciendo uso de programas como Photoshop, Slack, Telegram, WhatsApp y Google Chrome con una media de 8 ventanas abiertas al mismo tiempo. En ningún momento el ordenador ha mostrado signos de flaqueza, algo que se traduce también a la hora de iniciar el sistema.

Benchmark del Huawei Matebook D14 en Geekbench frente al MacBook Pro de Apple de 13 pulgadas de 2017.

El sensor de huellas implementado es ágil, algo que no me sorprende teniendo en cuenta el excelente trabajo de la firma asiática con sus teléfonos. El desbloqueo es instantáneo tanto a la hora de iniciar sesión como a la hora de acceder a determinadas aplicaciones y páginas web. En definitiva: es un ordenador hecho para trabajar y producir.

Llegados a este punto, la pregunta es casi obligatoria. ¿Sirve para jugar? La respuesta corta es que no. Tampoco es un portátil que se preste a ello, dado su tamaño y especificaciones.

Benchmark en 3D Mark.

Con todo, el rendimiento de algunos juegos como Forza Horizon 4 o GTA V con un nivel de detalle gráfico bajo es bastante solvente, con una media de 30 FPS si ejecutamos los títulos a la resolución nativa del panel (1080p) y algo mayor si bajamos la resolución a una cifra más comedida. Aunque lo que más me ha sorprendido es la gestión energética del equipo.

Media de FPS en Forza Horizon 4 con el nivel de detalle gráfico al mínimo y resolución nativa.

Durante las tres semanas de uso no he notado un calentamiento alarmante en el chasis. De hecho, los ventiladores solo se activan cuando exigimos algo de rendimiento al procesador. Bien es cierto que a la hora de ejecutar algunos juegos la temperatura ha llegado a superar los 60º C, cifra bastante correcta si tenemos en cuenta el grosor del conjunto.

Temperaturas al jugar.

En varias de las pruebas con GTA V y Forza Horizo 4, la temperatura máxima alcanzada ha oscilado entre los 63º y 65º C, de nuevo unas cifras más que correctas. Habrá que ver cómo se comporta el portátil en verano, aunque el trabajo de Huawei en este aspecto es digno de elogio.

Teclado y trackpad correctos con algún que otro pero

Dos de los aspectos más relevantes para mi propio uso personal y profesional y para cualquier ordenador de estas características. Las sensaciones que me han trasmitido tanto el teclado como el trackpad son buenas, con algún que otro pero que pasaré a desgranar a continuación.

El perfil de las teclas es bajo. En la teoría, esto ayuda a reducir la fuerza invertida por los dedos a la hora de pulsar las teclas, y lo cierto es que me he sentido muy cómodo escribiendo con este teclado en mi jornada laboral, que suele superar holgadamente las 8 horas.

El problema del teclado no lo encontramos en sus teclas, sino en su retroiluminación, dado que solo cuenta con dos posibles configuraciones y un nivel de brillo máximo bastante pobre. Es cierto que durante la noche no he tenido ningún problema, lo que no quita que se eche de menos un nivel de iluminación mayor.

En cuanto al trackpad, las sensaciones viniendo de un MacBook Pro son francamente positivas, si bien es cierto que encuentro algo dura la pulsación de ratón, sobre todo en la parte superior de la superficie. La buena noticia es que es compatible con los drivers Precision de Microsoft, por lo que podemos hacer uso de todos los gestos nativos de Windows 10.

Otro de los aspectos que me gustaría destacar tiene que ver con la configuración de puertos y conectividad elegida por Huawei. Contamos con dos puertos USB tipo A, un puerto HDMI completo, una entrada de 3,5 milímetros par los auriculares y un puerto USB tipo C que además hace las funciones de carga. Aunque cuenta con salida de vídeo, no he logrado sacar imagen a través de un adaptador de USB tipo C a HDMI, pues el sistema advierte que solo es compatible con salidas Display Port.

También nos encontramos con la presencia de Bluetooth en su versión 5.0 y NFC, el cual está destinado al uso de Huawei Share para compartir archivos con un móvil Huawei compatible. Lamentablemente no he podido probar esta última función al carecer de un móvil de la compañía.

Sonido alto bajo el brazo de Dolby Atmos

El sonido suele ser el gran olvidado en portátiles en el rango de los 700 y 800 euros. La compañía ha optado en este caso por integrar dos altavoces estéreos en la parte inferior del equipo. Ambos cuentan con la certificación Dolby Atmos, y lo cierto es que la calidad es superior a la que nos podemos encontrar en otros equipos en la misma tuerca de precios.

A modo de resumen, el sonido es bastante alto teniendo en cuenta las dimensiones del equipo. La calidad no brilla precisamente por sus matices: las frecuencias son bastante planas para mi gusto y siento que el sonido es algo enlatado. El nivel máximo de volumen tampoco llegar a saturar, algo de lo que no pueden presumir todos los portátiles.

A pesar de ello, me hubiese gustado ver unos altavoces situados en la parte frontal para mejorar la proyección del sonido y evitar obstrucciones accidentales. Respecto a la calidad general de los micrófonos, sí que logra brillar tanto en volumen como en calidad, precisamente por su ubicación (justo en la muesca de apertura) y el número de micrófonos integrados.

Autonomía para toda una jornada de trabajo (y más)

Probablemente lo más destacable del Matebook D14 es su autonomía, en parte por la capacidad de su batería y la eficiencia del procesador de AMD. De media, el portátil me ha dado unas 8 horas y media de autonomía en un uso destinado a trabajar con programas como Photoshop, Slack y Feedly. También con navegadores como Google Chrome y Microsoft Edge y una media de 8 pestañas abiertas.

Para la reproducción multimedia a través del reproductor nativo de Windows, la autonomía puede llegar a expandirse hasta las 10 horas. En programas con una demanda gráfica mayor, esta autonomía puede verse mermada hasta las 4 ó 5 horas, aunque volvemos a hacer hincapié en que no es un ordenador destinado a ejecutar juegos.

Con todo, el portátil gestiona de manera sobresaliente los procesos que corren bajo Windows, así como los que proceden de programas de terceros. Mención especial a su cargador, capaz de proporcionar una carga completa (de 0 a 100%) en una hora y media. La carga es proporcionada a través de la conexión USB tipo C del ordenador. Esto posibilita el uso de baterías externas y cargadores de teléfonos y tablets.

Conclusiones: no encontrarás nada mejor por este precio

Así es. Siendo poseedor de un Macbook Pro de 13 pulgadas que triplica el precio del portátil de Huawei, me atrevo a afirmar que no tiene nada que envidiar a este. No solo por su precio, sino también por el resto de aspectos del equipo.

Autonomía, calidad de acabados y un rendimiento muy solvente por el rango de precios en el que se encuentra. Me hubiese gustado ver un procesador AMD de la serie Ryzen 4000, he de admitir, aunque de nuevo hago hincapié en el buen desempeño del portátil, superior incluso al de mi MacBook Pro de 2017 con un Intel Core i5.

¿Lo recomendaría por 750 euros? Sí, sin lugar a dudas. La conclusión es que Intel y el resto de fabricantes deben ponerse las pilas durante este 2020 si quieren competir con la ola de dispositivos que llegarán con AMD. Y este Huawei Matebook D14 es buena prueba de ello.