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Xiaomi Redmi Note 8 Pro 3.	Móvil Popular del añoLa gama media de Xiaomi es imparable. Tras el rotundo éxito del Xiaomi Redmi Note 7, la compañía ha presentado el que se supone que es el sucesor natural del Note 7 Pro, modelo que finalmente no llegó a España y el resto de mercados occidentales. Nos referimos al Xiaomi Redmi Note 8 Pro, un terminal cuyas novedades respecto a la anterior generación sitúan la opción de Xiaomi un escalón por encima del Note 7 y Note 7 Pro.

Aspectos como la batería, el rendimiento, el diseño o el apartado fotográfico son varias de las propuestas que Xiaomi pone encima de la mese durante esta última mitad de 2019 y parte de 2020. ¿Serán suficientes para conquistar un mercado ya de por sí saturado de móviles de gama media? Descúbrelo en nuestro análisis del Xiaomi Redmi Note 8 Pro.

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Ficha técnica Xiaomi Redmi Note 8

Xiaomi Redmi Note 8
Pantalla 6,53 pulgadas con resolución Full HD+ (2.340 x 1.080 píxeles) y tecnología LCD IPS
Sensor principal de 64 megapíxeles y apertura focal f/1.7
Sensor secundario con lente gran angular, 8 megapíxeles y apertura focal f/2.2
Sensor terciario de 2 megapíxeles y apertura focal f/2.4 para las funciones de profundidad
Sensor cuaternario con lente macro, 2 megapíxeles y apertura focal f/2.4
Cámara pasa selfies Sensor principal de 20 megapíxeles y apertura focal f/2.0
Memoria interna 64 y 128 GB de tipo UFS 2.1
Ampliación A través de tarjetas micro SD hasta 256 GB
Procesador y memoria RAM Mediatek Helio G90T
GPU Mali G76
6 y 8 GB de memoria RAM
Batería 4.500 mAh con carga rápida de 18 W
Sistema operativo Android 9 Pie bajo MIUI 10
Conexiones 4G LTE, WiFi 802.11 a/b/g/n/ac, Bluetooth 5.0, GPS + GLONASS, jack para los auriculares, radio FM, NFC y USB tipo C
SIM Dual nano SIM
Diseño Metal y cristal
Colores: Mineral Grey, Pearl White, Forest Green
Dimensiones 161,3 x 76,4 x 8,8 milímetros y 199 gramos
Funciones destacadas Desbloqueo facial mediante software, sensor de huellas dactilares, puerto de infrarrojos para funciones de mando a distancia, carga rápida de 18 W y protección IP52
Fecha de lanzamiento Disponible
Precio Desde 250 euros

Diseño no apto para todos los bolsillos

El aspecto del Xiaomi Redmi Note 8 Pro no difiere mucho del diseño presentado por otros modelos de la compañía, como el Mi 9 o el Mi 9 SE. En resumen, nos encontramos con un cuerpo fabricado en metal y cristal cuyo acabado se encuentra al mismo nivel que móviles que doblan o incluso triplican su precio. En todo momento el conjunto se siente robusto: tanto por peso como por calidad de acabados. No tanto en la parte de los botones, pues además de estar fabricados en plástico, cuentan con algo de holgura en los extremos.

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Hablando del peso del Redmi Note 8, el terminal llega a la tediosa barrera de los 200 gramos, algo pesado para según qué manos pero que no supondrá ningún problema si somos de manos grandes, como es mi caso. Lo que sí puede suponer un problema es el tamaño. Su pantalla, de 6,53 pulgadas, eleva su altura a los 16 centímetros de alto y 7,6 de ancho. Comparado con otros terminales, el Redmi Note 8 es algo tosco en mano y bastante ancho, lo que impide llegar con una mano a todos los extremos de la pantalla.

Esta problemática se agudiza aún más con la instalación de la funda que se incluye en la caja, una funda que si bien protege el puerto USB y parte de la superficie de la pantalla, se antoja insuficiente para cubrir el módulo de las cámaras traseras. Y es que como ya vimos con el Redmi Note 7, las cámaras sobresalen en torno a 2,5 milímetros sobre la superficie de la parte trasera, lo que puede llegar a suponer un peligro si el dispositivo sufre alguna caída sobre una superficie pedregosa.

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Cabe destacar, por último, la implementación de la certificación IP52 para dar cierta permeabilidad al terminal. Hemos probado a usar el teléfono bajo la lluvia y no hemos tenido ningún tipo de problema, lo que no quiere decir que sea compatible con inmersiones en agua.

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Xiaomi Redmi Note 8 Pro con su funda oficial.

Algo que es digno de mención es la situación del sensor de huellas, que en esta ocasión repite la ubicación del Redmi Note 7. El funcionamiento de este ha sido veloz y certero: todo lo contrario de lo que un sensor en pantalla puede llegar a ofrecer. Sin lugar a dudas ha sido uno de los mayores acierto de Xiaomi.

Pantalla: correcta pero sin dar un paso hacia adelante

Como suele ser costumbre ya en Xiaomi, la compañía ha integrado un panel con tecnología LCD IPS y resolución Full HD+. El tamaño, por cierto, es de 6,53 pulgadas, suficiente para ver series o películas o hacer uso de la multitarea.

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A grosso modo, nos encontramos con un panel muy similar al del Redmi Note 7. Comparado con este último, la única diferencia tangible la encontramos en los ángulos de visión, algo superiores en el caso del Redmi Note 8 Pro. El resto de aspectos como el brillo o la calibración del color son prácticamente calcados a los de la iteración anterior. Es precisamente en este punto donde echamos en falta una evolución respecto a modelos de otros años.

El brillo, por ejemplo, deja un margen de mejora bastante importante. En exteriores, la visualización de la pantalla puede llegar a ser un problema. Xiaomi habla de una cifra de 500 nits. Bajo nuestra experiencia, no obstante, se queda muy corto en ambientes soleados e incluso con nubosidades de por medio.

Otro de los aspectos que Xiaomi se deja en el tintero lo encontramos en la calidad final del panel. Además de contar con una representación de colores algo lúgubre y apagada para nuestro gusto, el panel muestra un sombreado en los bordes del teléfono que se hace aún más patente en la zona de la muesca y el marco inferior. Si bien solo se llega a apreciar con colores claros y blancos, la sensación que nos deja es que nos encontramos ante un panel de calidad media.

Rendimiento que sorprende (para bien)

He de admitir que la noticia de que Xiaomi iba a optar por un procesador Mediatek (concretamente el Helio G90T) me hacía temer lo peor. Con todo, la experiencia con el teléfono ha sido más que satisfactoria. Esto se debe, en parte, a la integración de 6 GB de memoria RAM y el estándar UFS 2.1 como tecnología de almacenamiento, lo que agiliza aún más los tiempos de carga de aplicaciones que demandan accesos a memoria.

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Si hablamos de experiencia de navegación, el terminal no ha defraudado en ningún momento. Y es que a pesar de que el dispositivo aún no ha recibido la actualización oficial a MIUI 11, la gestión de MIUI 10 es más que decente. La mezcla de optimización de software y hardware capaz da como resultado una experiencia fluida y eléctrica a la hora de hacer uso cualquier aplicación que se tercie: desde WhatsApp, Slack y Twitter hasta Facebook y YouTube.

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Velocidad de lectura y escritura de la memoria interna.

Pero no es oro todo lo que reluce. Algo que personalmente no me ha gustado de MIUI 10 es la cantidad de aplicaciones que vienen instaladas por defecto. A las aplicaciones de Google (Gmail, Maps, Lens, Duo, Mensajes…) se le suman las aplicaciones nativas de MIUI y las aplicaciones promocionadas que la capa incluye por convenio con otras empresas, como es el caso de Facebook. Si bien Xiaomi incluye la posibilidad de desinstalarlas, la cantidad de aplicaciones que vemos conforme iniciamos el teléfono puede llegar a abrumar a los ojos menos expertos.

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Resultado del Xiaomi Redmi Note 8 Pro en Antutu Benchmark.

¿Y qué hay del rendimiento de los juegos? Nuevamente el Redmi Note 8 Pro se mantiene a la altura gracias a la GPU Mali G76 de la que bebe el procesador Mediatek que incluye. En juegos como Call of Duty Mobile las posibilidades de la GPU nos permiten optar por configuraciones gráficas de alto rendimiento sin sacrificar por ello fluidez. De hecho, el teléfono no ha dado ningún tipo de problema de fluidez derivado de falta de potencia.

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Pantalla de configuración de Call of Duty Mobile.

Tampoco de temperatura, con una tasa que se ha mantenido sobre los 38 grados gracias, en teoría, al sistema de refrigeración líquida. La sensación general es que el dispositivo se calienta incluso menos que otros teléfonos que hemos probado, como es el caso del OnePlus 6T.

Cámara: cuando la versatilidad supera a la calidad

El apartado fotográfico es quizá el punto más interesante el Xiaomi Redmi Note 8 Pro, junto con la autonomía y el rendimiento. Lo es por el número de cámaras que la firma asiática ha decidido implementar en el chasis del teléfono: hasta cuatro en la parte trasera y una en la parte delantera, donde la novedad más interesante la encontramos en el sensor principal de 64 megapíxeles firmado por Samsung.

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Junto con el sensor principal nos encontramos con tres sensores complementarios de 8, 2 y 2 megapíxeles. Mientras que el primero y el segundo cuentan con lentes gran angular y macro, el tercer sensor destina sus funciones a mejorar la profundidad de las fotografías en modo Retrato. Pero, ¿cuál es el comportamiento real de las cámaras?

A grosso modo podemos decir que correcto, con más sombras que luces en algunos aspectos de los que hablaremos a continuación.

Sensor principal

64 megapíxeles de resolución, apertura focal f/1.7, píxeles de 0.8 μm y un tamaño de sensor de 1/1,7 pulgadas es lo que conforma la cámara principal del Xiaomi Redmi Note 8 Pro. Más allá de sus especificaciones técnicas, la experiencia ha sido positiva, aunque no tanto como sus especificaciones prometen.

Durante el día el comportamiento del sensor es bastante correcto. Si bien es cierto que se echa de menos un rango dinámico más amplio, la calidad donde la iluminación de la escena es generosa es bastante decente. Es en las escenas nocturnas o con baja luminosidad donde comenzamos a ver algunas de las carencias de este sensor, las cuales vienen determinadas en gran medida por el tamaño de los píxeles.

Modo IA activado y desactivado

Y es que a pesar de que el algoritmo de Xiaomi logra levantar algunas zonas de la fotografía poco iluminadas, la definición de las figuras y los cuerpos se ve empañada por el famoso efecto mantequilla que emborrona la geografía y superficie de los objetos. Para prueba, un botón.

Tampoco el modo Noche implementado en la aplicación nativa ayuda a mejorar esta carencia. Además de sobreexponer la escena en la mayoría de escenarios, el algoritmo desecha de nuevo todo ápice de texturas en las cuerpos y figuras que componen la imagen. Desgraciadamente el teléfono no es compatible con la aplicación de cámara de Google Gcam, por lo que no podremos salvar este tipo de situaciones con solvencia a menos que recurramos a ajustes manuales.

Modo noche activado y desactivado

¿Y qué hay del modo de cámara de 64 megapíxeles? A decir verdad, la diferencia con respecto a las imágenes de 16 megapíxeles tomadas por defecto no son muy relevantes. Sí que se llega a apreciar una mejora de la definición en objetos lejanos, lo que nos puede ayudar a obtener recortes de fotografías donde el zoom digital no hace su función. La mejora, en cualquier caso, se limita al tamaño de la imagen y la definición de los elementos de la fotografía.

Fotografía a 64 megapíxeles y a 16 megapíxeles (imagen recortada)

IMG_20191115_153332 Imagen tomada a 16 megapíxeles (redimensionada y comprimida).

IMG_20191115_153336Imagen tomada a 64 megapíxeles (redimensionada y comprimida).

IMG_20191109_141823Imagen tomada a 16 megapíxeles (redimensionada y comprimida).

IMG_20191109_141831 Imagen tomada a 64 megapíxeles (redimensionada y comprimida).

IMG_20191121_110245Imagen tomada a 16 megapíxeles (redimensionada y comprimida).

IMG_20191121_110330Imagen tomada a 64 megapíxeles (redimensionada y comprimida).

IMG_20191123_215616Imagen tomada a 16 megapíxeles (redimensionada y comprimida).

IMG_20191123_215610 Imagen tomada a 64 megapíxeles (redimensionada y comprimida).

IMG_20191123_215327Imagen tomada a 16 megapíxeles (redimensionada y comprimida).

IMG_20191123_215339Imagen tomada a 64 megapíxeles (redimensionada y comprimida).

Si pasamos al apartado del video, el Redmi Note 8 Pro peca de las mismas carencias y excesos presentes en el modo de fotografía tradicional: buenos resultados durante el día y serias dudas durante la noche.

En sus puntos positivos nos encontramos con la estabilización, donde el software de la cámara hace buen trabajo en resoluciones por debajo de 4K. El margen de mejora lo encontramos en la capacidad de enfoque del sensor.

Si optamos por un enfoque automático, el tiempo medio de espera es bastante alto. En este sentido, se recomienda hacer uso de un enfoque manual, más aún si la escena carece de luz o es de noche. Los resultados en este último escenario son bastante mejorables: falta de enfoque, nivel de luminosidad insuficiente y definición que brilla por su ausencia.

Sensor secundario con lente gran angular

El lente gran angular de 120º embutida en la cámara secundaria del Redmi Note 8 Pro se vale de un sensor de 8 megapíxeles con píxeles de 1,12 μm y una apertura focal f/2.2. Las carencias de este llegan precisamente de la mano de la falta de resolución y el nivel de apertura.

Aunque los 120º de amplitud que la lente otorga al sensor de la cámara permiten jugar con la fotografía de paisaje y ciudad, la aberración cromática de los extremos de las imágenes hace que el resultado final pierda calidad con respecto al sensor principal.

Fotografía con lente gran angular, sensor principal y zoom digital 2x

Esto se agrava aún más durante la noche, haciendo impracticable su uso por la falta de luminosidad y la poca o nula capacidad de enfoque. Es cierto que la compañía logra mantener las proporciones de la imagen sin sufrir el temido efecto ojo de pez. El precio a pagar es la mencionada aberración de los colores y el enfoque.

Sensor terciario con lente macro

Llegamos a la que para mí ha sido la sorpresa del Redmi Note 8 Pro. El sensor de 2 megapíxeles, acompañado por una lente macro y apertura de foco f/2.4, es capaz de capturar imágenes desde tan solo 2 centímetros de distancia, lo que abre todo un abanico de posibilidades en lo que tiene que ver con la macrofotografía (insectos, texturas, vegetación, comida etcétera). En pocas palabras: tomar fotografías con este sensor es toda una delicia.

El nivel de detalle obtenido por el sensor, a pesar de su resolución, es sorprendente. También lo es la capacidad de enfoque. No tanto la representación cromática y el nivel de luminosidad, que pierden enteros precisamente por la apertura focal del sensor y la resolución del mismo. Con todo, la decisión de Xiaomi de optar por un sensor de estas características nos parece más que acertada.

Sensor cuaternario para las fotografías en modo Retrato

El cuarto y último sensor, compuesto por las mismas características que el anterior, no se trata de un sensor independiente, sino de una cámara cuya única función se limita a recoger información del fondo en las imágenes tomadas con el modo Retrato.

El resultado en este tipo de fotografías es bastante digno, sobre todo si la luz acompaña. El recorte es acertado y el desenfoque de zonas como el pelo o las prendas es correcto, aunque errático en algunas ocasiones si separamos determinadas partes del cuerpo. Gracias a las opciones de cámara de la aplicación de Xiaomi, podremos cambiar el nivel de apertura del sensor, lo que nos permite jugar con el enfoque de la lente en tiempo real.

Este mismo ajuste es aplicable también en mascotas y objetos inertes, aunque el resultado no es tan digno si lo comparamos con el resultado de imágenes de personas.

Sensor delantero

Si nos trasladamos a la parte frontal del dispositivo nos encontramos con un sensor de 20 megapíxeles de resolución y apertura focal f/2.0. Los resultados, a grandes rasgos, son muy similares a los de la pasada iteración: suficientes para un selfie casual o la realización de videollamadas.

Lamentablemente la amplitud de su lente no nos permite hacer uso de la misma como cámara para selfies grupales. Lo que sí es digno de elogio es los diferentes modos que Xiaomi integra en la aplicación de Cámara, como es el modo Retrato o varios modos de luces que nos permiten jugar con luces de estudio.

El resultado, sorprendentemente, es más que correcto, aunque tendremos que reducir el efecto belleza que Xiaomi establece por defecto si queremos proporcionar texturas a la piel. También lo es el sistema de desbloqueo facial que bebe de esta: veloz y amplio en lo que a rango de reconocimiento se refiere. Comparable incluso al reconocimiento de los móviles de OnePlus.

Modos de cámara del Xiaomi Redmi Note 8 Pro

  • Cámara lenta (120, 240 y 960 FPS)
  • Video corto
  • Video (720p a 30 FPS, 1080p a 30 FPS, 1080p a 60 FPS y 4K a 30 FPS)
  • Foto
  • 64M (64 megapíxeles)
  • Retrato
  • Nocturno
  • Panorámica
  • Pro
  • Inteligencia Artificial
  • Macro
  • HDR

Opciones de cámara del Xiaomi Redmi Note 8 Pro

  • Calidad de imagen (Alta, Estándar y Baja)
  • Anti bandas (50 Hz y 60 Hz)
  • Time lapse
  • Acciones de los botones de volumen
  • Modo bolsillo
  • Guardar modo anterior
  • Espejo cámara frontal
  • Marca de agua
  • Mostrar cuadrícula
  • Notificar acerca de la orientación
  • Corregir distorsión en disparos ultra grandes
  • Enfocar y disparar
  • Escanear códigos QR
  • Pulsa y mantén el botón del disparador

La mejor autonomía en un móvil de gama media

Llegamos al que probablemente sea el punto fuerte del Xiaomi Redmi Note 8: la autonomía. Con una batería de 4.500 mAh, el teléfono arroja unos resultados que se alejan de la media por mucho.

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La media de horas de pantalla durante el mes de uso ha superado las 10 e incluso 11 en algunos casos. En otros donde la demanda del procesador ha sido más elevada el teléfono se ha quedado en las 9 horas y media, siendo esta una cifra muy por delante del resto de teléfonos de gama media. Cabe añadir que el uso diario se ha limitado a aplicaciones como WhatsApp, Instagram, YouTube, Twitter, Call of Duty Mobile, Slack, Feedly, Google Chrome, Gmail y Spotify, además de la cámara y la radio.

En lo que respecta a la carga rápida, el teléfono es compatible con cargas de hasta 18 W, la misma cantidad que el cargador que se incluye en la caja soporta. El tiempo medio de carga, en cualquier caso, ha superado la hora y media; nada descabellado si tenemos en cuenta su capacidad. Si optamos por cargar el teléfono a la mitad de su capacidad, el tiempo de carga se extenderá hasta los 40 minutos.

Conectividad: no echarás nada en falta

Y cuando decimos nada es nada. Por primera vez en su historia Xiaomi ha decidido integrar NFC en uno de sus teléfonos de la serie Redmi Note, lo que posibilita el uso de aplicaciones como Android Pay o ImaginBank para pagar con el dispositivo sin necesidad de contar con una tarjeta física de cerdito o débito.

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El jack de auriculares es otro de los puntos del teléfono dignos de destacar, así como la implementación del estándar USB tipo C. El resto de características que vienen a completar la hoja de especificaciones del Xiaomi Redmi Note 8 se constituyen de conexiones Bluetooth 5.0, WiFi 802.11 (compatible con todas las bandas), radio FM y sensor de infrarrojos para las funciones de mando a distancia.

El comportamiento de todas las conexiones ha sido más que correcto, así como el alcance a la hora de interacciones con otros dispositivos. La única excepción la encontramos precisamente en el sensor de infrarrojos, que se ve limitado por el ínfimo tamaño del emisor, obligándonos a acercarnos al aparato al que estemos apuntando para interactuar con este.

Sonido pobre y volumen insuficiente

La experiencia general del Xiaomi Redmi Note 8 Pro queda empañada por uno de los aspectos que día tras día adquieren cada vez más importancia. Hablamos, como no podría ser de otra forma, del sonido.

consumo bateria redmi note 8 pro

La calidad general del mismo es bastante pobre en las frecuencias más dispares. Las frecuencias más altas y más bajas se ven sobrepuestas por un sonido plano que no destaca por sus matices. El volumen máximo tampoco es algo de lo que el Note 8 Pro de Xiaomi pueda presumir: sin llegar a distorsionar, el nivel queda muy por debajo de lo que otros teléfonos de la competencia ofrecen en estas gamas de precios.

Si optamos por auriculares con conexión alámbrica o inalámbrica, la concepción general es totalmente diferente, lo que no quita las carencias del sonido emitido por el único altavoz que integra en su parte inferior. En este sentido echamos en falta la implementación de un segundo altavoz compatible con sonido estéreo.

Conclusiones

Después de ver todos los puntos del Xiaomi Redmi Note 8 Pro toca sacar conclusiones, las cuales se ven determinadas en gran parte por el precio.

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La versión más económica del teléfono se encuentra a día de hoy a un precio de 250 euros, con 6 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento interno. ¿Merece la pena pagar esta cantidad por la propuesta de Xiaomi para este 2019?

Sin temor a equivocarnos, podemos decir que sí. A grandes rasgos, la propuesta de la compañía es una de las más completas de la actualidad, y apartados como la autonomía o la conectividad son claramente superiores a los de cualquier otro teléfono de la competencia. El enemigo principal del teléfono lo encontramos precisamente dentro de casa.

Hablamos del Xiaomi Mi 9T y el Xiaomi Redmi Note 8T. Si optamos por un teléfono algo contenido en tamaño y nuestro presupuesto es algo limitado, el Redmi Note 8T puede ser más que suficiente. En caso de que nuestro presupuesto de partida se encuentre cercano a los 300 euros, la opción más inteligente la encontramos en el Mi 9T.

Con todo, el teléfono lanzado por la firma asiática nos parece, de lejos, la mejor opción de la gama media si no priorizamos aspectos como la calidad de sonido o el tamaño de pantalla.

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