Mi experiencia con el Samsung Galaxy Note 10+ tras una semana de uso

¿Cuánto más grande mejor? Pues sí y no. Depende para qué. En Samsung no han dudado en repetir la fórmula de ampliar la familia en su gama Note, esa que incluye el lápiz S Pen para trabajar con el móvil. Es por eso que han lanzado el Samsung Galaxy Note 10+, el máximo exponente en lo que al apartado móvil de Samsung se refiere.

Este modelo tiene su mejor y más grande pantalla. Sus cinco mejores y más cámaras fotográficas. Su batería más grande… Pero ¿esto le hace ser el mejor móvil? Me he pasado una semana pegado a él, utilizándolo como mí móvil de cabecera para absolutamente todo lo que hago día a día con un terminal, que no es poco. Y aquí te cuento todo lo que ha dado de sí mi experiencia con este Note 10+.

Todo pantalla, pero todo todo

Si con el Samsung Galaxy S10 el fabricante coreano ya había demostrado que su “todo pantalla” era prácticamente literal, en este Samsung Galaxy Note 10+ va un paso más allá (hasta el 91% de ratio pantalla/frontal). Ni siquiera sujetando el móvil por su marco lateral de metal puedes no tocar su pantalla. En los laterales es curvada, y en la parte superior e inferior apenas hay una franja negra de poco más de un milímetro antes de llegar al marco, que es aún más delgado. Vamos, que se trata de una verdadera obra de ingeniería que sorprende a quienes saben de tecnología y diseño, y también a los que no.

todo pantalla

La pantalla está compuesta por un panel Dynamic AMOLED de nada menos que 6,8 pulgadas. Es enorme y solo apta para quienes las prefieran grandes, como comento en el siguiente aparatado. Su resolución máxima se queda en el 2K, o QuadHD+ (3.040 x 1.440 píxeles), aunque durante mi semana de uso ha estado en FullHD+ para aprovechar mejor la batería del móvil. Todo ello con soporte para HDR10+ y un más que notable agujero en mitad de la parte superior de la pantalla para albergar la cámara. Lo que Samsung llama una Infinity-O Display, donde O es el agujero. Y se nota que ahí hay un agujero. Se nota mucho. Tanto por ser más grande que la barra de notificaciones como por estar en medio. Claro que en mi semana de uso he descubierto fondos de pantalla que lo disimulan a la perfección. Y ahí sí, como por arte de magia la cámara pasa totalmente desapercibida. Pero aquí lo importante es saber cómo se ve esta pantalla.

Y se ve muy bien. La pantalla es brillante, nítida y muy saturada. Es un panel con tecnología AMOLED de Samsung, por lo que no hay queja alguna. Es el panel más grande y más avanzado del fabricante. Mi único pero es que, precisamente al ser tan grande solo se disfruta de su máxima calidad cuando se amplía la resolución a QuadHD+. Esto tiene que ver con la densidad de píxeles, que es de 498 ppp según AnTuTu. Si lo comparamos con otro móvil FullHD+ de menor tamaño, puede que éste parezca más definido que el Note 10+. Pero la cosa cambia si ampliamos la resolución. Eso sí, en contra tendremos el mayor gasto de batería.

Como decía antes, la pantalla tiene sus laterales edges o curvados. Se mantienen así algunas funciones que ya son habituales en los paneles de Samsung como las aplicaciones edge o la posibilidad de ubicar menús especiales en este lateral. Así que puedo lanzar dos aplicaciones a la vez para aprovechar esta gran pantalla con solo deslizar ligeramente el dedo desde el lateral hacia el centro. Cosas que he comprobado aunque después no he llegado a utilizar. Sin embargo, sí tengo que decir que he sufrido esta curvatura.

QuadHD

En mi semana de uso no he podido mirar el móvil tumbado boca arriba en la cama. Tener que sostener el móvil con dos manos hace que pulse involuntariamente los laterales, y es un dolor para esta práctica. Lo bueno es que, por las mañanas, me ha obligado a incorporarme y no quedarme de nuevo dormido. Lo malo es que esta hipersensibilidad lateral de la pantalla también me ha interrumpido partidas o vídeos al sujetar el terminal. No hay por dónde cogerlo sin tocar alguna parte de la pantalla.

Así que, como primera conclusión saco en claro que el del Samsung Galaxy Note 10+ es el mejor panel que he visto en cuanto a tono, brillo y ángulo de visión hasta la fecha. Sería ideal que incorporase 90 Hz de refresco, pero esto solo es un extra apreciable por pocos. Lo malo es que tanta pantalla puede llegar a ser incómoda para el uso habitual de un móvil. Lo bueno es que Samsung nos permite configurar la temperatura y saturación de los colores, que por defecto llegan cálidos y poco saturados.

pantalla curvada

¿Nos gustan tan grandes?

Como tantas otras cosas en la vida, lo grande llama la atención, pero puede resultar poco cómodo y poco manejable. Y en el mundo de los móviles pasa exactamente lo mismo. Desde luego que el Samsung Galaxy Note 10+ ha llamado mi atención en cuanto a tacto y a vista. Pero sus medidas de 162,3 x 77,2 x 7,9 mm se me han ido de las manos, literalmente.

Nos gustan grandes

Sin tener yo las manos demasiado pequeñas y lejos de ser grandes, suelo utilizar el móvil con una sola mano. El Note 10+ se deja controlar en algunos aspectos como el desbloqueo de pantalla, comprobar notificaciones (que no desplegarlas) o cualquier tarea que generalmente solo requiera cierto movimiento del pulgar. Hasta aquí bien. Pero como quieras cambiar a una posición horizontal para ver un vídeo de YouTube, o simplemente escribir un mensaje de WhatsApp sin miedo a precipitar el móvil, vas a tener que usar las dos manos.

Evidentemente los vídeos de YouTube, series de Netflix y videojuegos a pantalla completa que he probado se disfrutan mucho más. Pero también uso el móvil en la cama, y como decía antes revisar Instagram o jugar algún juego en horizontal es poco menos que imposible.

Lo que sí me ha sorprendido para bien en sus sensaciones al tacto es el acabado y el peso. Sus 196 gramos dan la sensación de ligereza en comparación con el tamaño de móvil que tenemos en mano. Y también por el acabado en cristal, las juntas y demás remates del terminal, que no me dejan ninguna duda de que estoy sosteniendo un móvil de Samsung. No sorprende porque ya me tienen acostumbrado a esa sensación de calidad, robustez y producto de excelencia. Eso sí, cabe decir que precisamente las líneas de su acabado hacen que se pierda un poco la esencia de la curva de Samsung, recordándome ligeramente a los terminales cuadrangulares de Sony. Pero estoy ante el móvil de la familia Note, de corte profesional y serio. Mucho más acorde a la línea recta que a la curva. Cuestiones culturales.

Ficha técnica del Samsung Galaxy Note 10+

Pantalla Dynamic AMOLED de 6.8 pulgadas, resolución Quad HD+ de 3.040 x 1.440 píxeles, Infinity-O Display, compatible con HDR10+
Cámara principal Sensor ultra gran angular de 16 MP de 123 grados de amplitud y F2.2
Sensor gran angular de 12 MP con apertura dual de F1.5 y F2.4, OISSensor telefoto de 12 megapíxeles, F2.1 y OIS (zoom de 2X óptico)Cámara para medir la profundidad  VGA con F2.1
Cámara para selfies 10 megapí­xeles AF, F2.2, ví­deo Full HD
Memoria interna 256 o 512 GB
Ampliación microSD de hasta 1 TB
Procesador y memoria RAM Procesador Exynos 9825, 12 GB de RAM
Baterí­a 4.300 mAh con carga rápida 25W (Soporta 45W pero con cargador aparte) y carga inalámbrica rápida
Sistema operativo Android 9
Conexiones BT 5.0, GPS, USB de tipo C, NFC, WiFi 802.11ac de doble banda
SIM nanoSIM
Diseño Marco metálico y trasera en cristal, certificado IP68, lector de huellas dactilares en la pantalla, reconocimiento facial
Dimensiones 162,3 x 77,2 x 7,9 mm, 196 gramos
Funciones destacadas S Pen (control remoto)
Compatible con Samsung DeX
Fecha de lanzamiento Ya disponible
Precio 1.020 euros versión 256GB y 12GB de RAM

1.210 euros versión 512GB y 12GB de RAM

 

Esto es una valoración personal, propia, mía y para mí: es un móvil demasiado grande. Aunque hay a quienes les gusta así. Como siempre, lo importante no es el tamaño, sino lo que se puede hacer con ello.

Note 10 plus

Mucho cristal y muchas huellas

Y ahora le doy la vuelta al móvil. Porque la delantera está muy bien, pero es la trasera la que me deja claro que estoy ante el Samsung Galaxy Note 10+. Y es que cuenta con un acabado gradiente de lo más llamativo. Si te has fijado en los carteles y marquesinas es difícil no asociarlo cuando lo ves en las manos de alguien. Es icónico, vaya.

Mis conocimientos del color son limitados, pero diría que más que plateado es azulado (en el modelo que nos han prestado para analizar). Claro que allá donde le impacta la luz es capaz de sacar todo un arcoíris de colores entre el azul plateado y el rojo metalizado. Es mesmerizante. Como mirar la superficie de una balsa de aceite. Incluso más de una vez me he quedado mirando cómo los reflejos no se quedan en la carcasa, sino que llegan a la superficie sobre la que se apoya el móvil. Incluso sirve para mostrar reflejos en paredes a unos cuantos metros. Pero todo lo que tiene de vistoso y bonito lo tiene también de sucio.

mucho cristal y muchas huellas

Lo sospeché nada más verlo. Y mis temores quedaron confirmados con solo quitar el plástico de protección con el que viene en la caja. Es un imán para las huellas. No importa que tengas las manos limpias y poco grasientas. Este acabado de cristal lo recoge absolutamente todo: huellas, polvo y algo de suciedad. Es fácil de limpiar, pero tras una semana de uso recomiendo comprar una funda de silicona trasparente. Aumentará aún más su tamaño, pero es la única forma de protegerlo de golpes y suciedad sin perder su vistosa carcasa de cristal.

Aunque he de decir que es resistente. Con vergüenza escribo que, en una semana, se me ha resbalado un par de veces de la mano. Creo que ha sido más por mi culpa que por su fino y liso diseño. Aun así, a alturas que no van más allá del metro, no ha sufrido ningún daño. Tan solo sufrí un mini infarto al ver como en la segunda caída el lápiz S Pen salía despedido de su cuerpo. Spoiler: al final no ocurrió nada.

acabados

Tan solo me queda mencionar que su acabado, aunque busca diferenciarse de otros modelos gradientes que ya hay en el mercado, ha terminado repitiendo la fórmula de Apple y Huawei al incorporar sus tres cámara traseras en una almendra vertical que sale ligeramente de su cuerpo, situando el flash y la cuarta cámara en otra hilera vertical paralela. Un diseño que no resulta tan icónico. Por suerte para Samsung es solo una esquina de un móvil enorme que brilla con luz propia.

Cinco cámaras para ver en profundidad

El apartado fotográfico es ideal, aunque no perfecto. Si has llegado hasta aquí seguramente sepas que es el modelo más avanzado, con nada menos que cinco cámaras: una frontal y cuatro en la trasera. Algo que ni siquiera se da en el Samsung Galaxy Note 10 base de esta familia. La diferencia viene dada por la cámara ToF o de profundidad que acompaña a las tres traseras. Algo que ayuda enormemente a mejorar los retratos o fotografías bokeh o de enfoque dinámico, como las llama Samsung. Sin embargo, esto no significa que consiga resultados perfectos. Aunque sí es lo mejor experiencia de Samsung hasta la fecha.

5 cámaras

Empezando por la cámara frontal, que en esta versión de un móvil + de Samsung llega sola (en referencia a la doble cámara frontal del Galaxy S10+), hay que hablar de un sensor de 10 megapíxeles con apertura f 2.2. ¿El resultado? Selfies con buena definición, donde los pelos sueltos de mi barba, cejas e incluso puntos negros de la nariz se dejan ver hasta cuando la iluminación no es la ideal. Quizá los colores se falseen ligeramente, hacia la sobresaturación a la que nos tiene acostumbrados Samsung con sus cámaras. Y tampoco resuelve con los mejores colores las escenas a contraluz. Pero para mí la definición y el contraste HDR de los resultados ganan la partida, aunque haya hecho notables mis problemas en la piel (en serio, se ve hasta el último grano. Y esto es bien para quienes apreciamos la definición en la fotografía).

Pero voy ahora con el punto fuerte: sus cuatro cámaras traseras. Samsung ha escogido el sistema ya clásico de los últimos móviles Premium del mercado: cámara principal, cámara con ultra gran angular y cámara con teleobjetivo. De esta manera cubre todo el espectro de situaciones que el usuario pueda encontrarse en su día a día. Desde escenarios amplios o fotos donde capturar un gran ángulo de visión, hasta la posibilidad de aplicar algo de zoom sin perder demasiada calidad en el resultado. Esto lo ha conseguido con un sensor principal de 12 megapíxeles con apertura dual variable que va desde f/1.5 hasta f/2.4. Con un sensor secundario de 16 megapíxeles con objetivo ultra gran angular de apertura f/2.2 que captura hasta 123 grados. Y, por último un sensor de 12 megapíxeles con teleobjetivo capaz de aplicar un zoom óptico 2X sin pérdida, con apertura f/2.1 y con estabilización óptica de imagen para evitar temblores al aplicarlo.

Mi experiencia con estas tres cámaras durante esta semana me deja más claros que oscuros. Samsung ha logrado su mejor cámara hasta la fecha con el sensor principal de este Samsung Galaxy Note 10+. Las fotos están llenas de detalle y definición. No importa que haya poca luz, podrás ampliar el resultado y disfrutar aun así de ellas sin que parezca una acuarela. Además respeta los colores, no como con terminales anteriores. Incluso de noche los tonos se ven tal y como los ven mis ojos. No hay sorpresas sobresaturadas ni ese efecto “wow” que buscaban antaño. Ni siquiera con la inteligencia artificial de mejora activa. Algo que es de agradecer porque sabes que la cámara captará lo que estás viendo. Pero hay “pero”, claro. Si no esto no sería un análisis.

Por un lado está el tema del contraluz. Algo que Samsung no domina. Así que no esperes fotos que sorprendan para bien cuando disparas en contra del sol, por ejemplo. El resultado no es malo, pero el contraste no dejará ver algunas zonas o no evitará destellos que hagan pensar que la cámara está sucia. Por otro lado está el cambio de calidad entre las diferentes cámaras que integra este Note 10+. Algo que he notado especialmente de noche. Junto a las líneas también añado una galería de fotos nocturnas donde ver cómo los colores y definición cambian al saltar del objetivo principal al gran angular. No es un problema grave porque ambas cámaras resuelven muy bien la escena, pero los amantes de la fotografía levantarán la ceja al encontrarse con estas situaciones de cambio de color y detalle.

Infinity-O display

Y tengo que hablar de la cámara ToF, claro está. Este sensor permite leer la velocidad a la que los rayos infrarrojos del proyector que lo acompaña reflejan sobre un objeto o persona cercana. Es decir, el dato de la profundidad. O lo que es lo mismo, estamos ante los mejores efectos bokeh que Samsung ha conseguido. Se respetan elementos como monturas de gafas, peinados, barbas y otros muchos detalles que, sin esta cámara, quedaban solo ante la inteligencia del procesamiento de imagen. Muchas veces no eran reconocidos y los resultados quedaban extraños al mostrar desenfoque allí donde no debería haberlo. No es la solución definitiva, pero el recorte que consigue me ha sorprendido en muchas situaciones por su exactitud. Por cierto, el software de cámara está repleto de efectos bokeh diferentes: burbujas, circular, con punto de fuga o diferenciando el fondo con desenfoque en blanco y negro.

En cuanto al apartado de vídeo no hay sorpresas. Existe soporte para vídeos en 4K (hasta 60 cuadros por segundo), y un modo experimental de grabación en HDR10+ para conseguir aún mejor resultado en cuanto a contraste. La estabilización es realmente buena, aunque para vídeo profesional lo recomendable es usar un estabilizador de mano. Lo interesante es que, en el apartado de vídeo, existe un modo dinámico. Consigues así mantener de manera más o menos realista (si no te mueves demasiado) ese efecto bokeh o desenfoque en vídeo. Además puedes aplicar diferentes efectos. Todo ello en tiempo real.

cámara ToF

En definitiva, las mejores 5 cámaras con los mejores resultados que Samsung ha logrado. Para mí no son las mejores del mercado porque tengo en valor algunas cuestiones como el suavizado, el contraluz, el modo nocturno… es decir, que se adapten a cualquier usuario. Sin embargo, sí se puede decir que cualquier usuario haría buenas fotos con las cámaras del Samsung Galaxy Note 10+ sin esforzarse.

La seguridad, ahora más cómoda

Samsung vuelve a repetir eso de introducir un lector de huellas en pantalla. Y la verdad es que le sienta muy bien al Samsung Galaxy Note 10+. Sobre todo porque, durante esta semana, apenas he tenido que repetir el gesto para desbloquearlo. Me he olvidado por completo del reconocimiento facial y no he sufrido a la hora de acceder al móvil. Sin tiempos de espera que hacen que me olvide de lo que voy a hacer cuando agarro el terminal.

Seguridad más cómoda

Eso sí, el pero son esos dos días que necesitas para acostumbrarte a ubicar la posición de este lector. En mi caso me he acostumbrado a dar dos toquecitos sobre la pantalla para ver si había notificaciones y, de paso, activar el indicador de la posición de este lector (algo más elevada respecto al Galaxy S10). El sistema Always On Display también funciona, así que puede ser un solo toque. Suficiente para activar la pantalla y poner el dedo donde debe. Con un poco de práctica seguro que soy capaz de acceder al móvil a ciegas.

¿Y qué pasa con el S Pen?

Se supone el gran añadido y compañero de la gama Note de Samsung. Es clave para su razón de ser. Pero quienes probamos móviles y hemos sido usuarios de la familia Note sabemos que acaba relegado a un segundo plano. Y esto no cambia en el Samsung Galaxy Note 10+.

S Pen

Durante esta semana he probado cómo puedes controlar la gestión del móvil al aire. Prácticamente me he sentido Harry Potter moviendo la varita. Claro que si para moverme erráticamente por los menús de la cámara o por la galería tengo que sacar el lápiz, pulsar el botón y hacer el gesto (ahora reconoce varios gestos al aire)… me da pereza solo enunciarlo. Lo he usado, me ha parecido un avance tecnológico pero no considero que sea un avance práctico. Sí es útil para tomar una foto a distancia, por ejemplo, llegando a aplicar zoom o cambiando el modo con estos gestos. Pero no es algo que haya puesto muchas veces en práctica.

Funciones exclusivas del S Pen

Sí he disfrutado algo más de los añadidos que he visto en el menú S Pen. He podido dejar a mano una selección de dibujos para colorear cuando tenía tiempos muertos. O he disfrutado unos cuantos minutos creando máscaras como las de Instagram directamente sobre mi cara. Claro que no deja de ser algo puntual.

Quizá un diseñador o alguien que tome apuntes más rápidamente escribiendo en pantalla que tecleando puedan sacarle más ventaja (digitaliza todo lo que escribes de forma bastante fiel). Samsung también quiere que los editores de vídeo tengan su affaire con el Note 10+, y han incluido opciones para usar el lápiz. O incluso una colaboración con Adobe Rush para editar directamente en el móvil. Personalmente he sido incapaz de usar el S Pen más allá de realizar algunas pruebas y ver que todo esto funciona como Samsung dice.

Funciones del S Pen

El mejor cerebro

Otra cosa muy distinta es hablar del hardware que incluye este móvil. Es el mejor deportivo de Samsung si hacemos un símil con los bólidos de carreras. Y es que tiene el mejor motor, el mejor cerebro Exynos 9825. Aunque la diferencia con el resto de móviles del mercado viene dada por la memoria RAM, que es de 12 GB. Vamos, que si el procesador no es lo suficientemente potente ya se encarga la memoria de darle fluidez al asunto. Y vaya si se nota.

El mejor cerebro

Más de un día he vuelto a abrir una aplicación que llevaba muchas horas sin usar y me he encontrado que estaba esperándome en el estado en la que la dejé. Y es algo que me ha llegado a sorprender. Las aplicaciones y juegos en segundo plano quedan ahí sin que el terminal se ralentice. Desde luego, en una semana de uso sería fatal que el móvil se ralentizase. Lo que sí he podido notar es que es fluido con todo aquello que le eches. Realidad Aumentada (Instagram, Pokémon GO, Harry Potter Wizards Unite), juegos exigentes (Fortnite) o aplicaciones varias no muestran ralentizaciones ni parones en ningún momento. Todo ello, como es de esperar, está gobernado por Android 9 Pie, con las actualizaciones más recientes de seguridad.

En cuanto a la capa de personalización tampoco hay quejas. Con semejante memoria RAM no puede entorpecer el funcionamiento del móvil. De hecho añade algunas cosas prácticas como tener a mano los dispositivos conectados o los reproductores multimedia asociados al móvil, directamente en los ajustes de las notificaciones. Tampoco he echado en falta funciones como el modo noche, la grabación en vídeo de la pantalla, el filtro de luz azul, etc. Todo está a mano.

RAM

 

La carga rápida que emocionó a Mateo

No he probado la carga rápida de 45W que Samsung presentó junto al terminal. Para ello hay que usar un cargador especial que se vende aparte. Pero ojo, que tampoco lo he echado en falta. Su carga a 25W ya es bastante sorprendente de por sí. Poco más de una hora necesita este Samsung Galaxy Note 10+ estar conectado a la corriente para cargar sus 4.300 mAh de batería. Lo que se traduce en que, en 10 minutos tienes más que de sobra para pasar el resto del día o, en mi caso, cuando he salido por la noche después de estar usando el móvil todo el día.

Su autonomía me ha dado para todo el día sin problema. Aunque siempre que lo he usado con resolución FullHD+ en la pantalla, no he abusado de ningún juego exigente durante más de una hora y he mantenido la conexión WiFi como predeterminada. Y aun así he de decir que mi uso del móvil es intenso (creo que de momento no tengo problemas de dependencia…). Cualquier usuario que no esté probando cada detalle del móvil, y lo use varias horas al día tendrá una autonomía que debería superar las 24 horas sin ningún problema. Y lo dicho. Si se queda corto por alguna razón o tememos quedarnos sin batería, basta con cargar 5 o 10 minutos este Note 10+ para tener horas extra de autonomía.

La carga rápida que emocionó a Mateo

Conclusiones tras una semana de uso

En definitiva, y con la experiencia que puede dar una semana intensiva con este móvil, puedo decir que es lo mejor que he probado de mano de Samsung. El diseño es sinónimo de calidad, y aunque se ha perdido el puerto para auriculares también se han simplificado los botones (adiós botón para asistente Bixby). La trasera es icónica y el frontal es todo pantalla. Demasiado grande para mi gusto, pero un placer para quienes quieran todo panel.

El rendimiento es de lo más fluido y los añadidos del S Pen no estorban en ningún momento. De hecho es muy probable que te acostumbres a usarlo para ciertas tareas como crear mensajes GIF para mandar por WhatsApp o capturas personalizadas. Aparte de eso, este S Pen añade funciones que hacen las delicias de los amantes de la tecnología pero no son realmente prácticas.

Conclusiones tras una semana de uso

En cuanto a las cámaras, solo los usuarios con conocimientos avanzados de fotografía encontrarán pegas. Pero con cinco cámaras resulta realmente versátil para casi cualquier situación. Puede que no tenga las mejores fotos nocturnas o los mejores contraluces, pero es un móvil resolutivo.

Ahora bien, todo esto se paga. Y es que el principal escollo a superar a la hora de decidirte por el Samsung Galaxy Note 10+ serán sus 1.200 euros de precio (en su versión con 512 GB de almacenamiento). Otros móviles hacen muchas de las cosas de este móvil por unos cuantos cientos de euros menos. Pero no con una pantalla de 6,8 pulgadas, un stylus S Pen que casi parece una varita mágica y con los acabados de Samsung.

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