Huawei MateBook 13, una semana de uso con este ultrabook

Que alguien le diga a Huawei que no puede hacer algo. Seguro que la compañía china acaba siendo la mejor en hacerlo pocos años después. Lo ha demostrado en el mercado móvil, donde ya se codea con los principales fabricantes, y parece que en el mundo de los ordenadores portátiles está dando grandes pasos. Lo decimos después de haber probado durante 10 días uno de sus últimos ordenadores, el ultrabook o portátil ligero Huawei MateBook 13. Un ordenador que quiere recortar tamaño, precio y algunas prestaciones del genial MateBook X, centrándose en el trabajo y la portabilidad.

https://youtu.be/uj94JWFv6Gs

Lo consigue con su pantalla táctil de 13 pulgadas y resolución 2K. Y aunque su peso ronde los 1,3 kg, ya te adelanto que sus proporciones, acabados en aluminio y sus medidas lo hacen realmente cómodo para, incluso, trabajar en un avión. Todo ello sin olvidarnos que cuenta con potencia de sobra para cualquier trabajo habitual. Y es que hay varios modelos con procesadores i5 e i7 con al menos 8 GB de memoria RAM. No es un ordenador para jugones, pero resuelve cualquier tipo de trabajo, e incluso de edición, para usuarios medios. Todo ello rondando los 1.000 euros de precio, claro está. Pero mejor vamos por partes en este análisis.

Ficha del Huawei MateBook 13

Procesador Intel Core i7-8565U con cuatro núcleos de 1,80 GHz

(También hay modelo Intel Core i5)

RAM 8 GB DDR4
Almacenamiento Hasta 512 GB SSD

(También hay modelos con 256 GB SSD)

Gráficos Intel UHD620

(También hay modelos con NVIDIA GeForce MX150)

Pantalla Panel LTPS de 13 pulgadas con formato 3:2.

Resolución 2K (2.160 x 1.440 píxeles) con 200 ppp

Panel táctil con hasta 10 puntos de presión

300 nits de brillo

Conectividad 2 x USB Tipo C (solo uno de carga, otro compatible con Displayport)

Salida auriculares

Entrada de micrófono

Webcam

NFC (Huawei Share)

Bluetooth 4.1

WiFi 802.11a/b/g/n/ac

2×2 MIMO

WiFi Direct

Incluye adaptador de USB tipo C a DisplayPort, a VGA, a HDMI y a USB tipo A

Lector de huellas en botón de inicio

Teclado retroiluminado

Touchpad de gran tamaño

Sonido Dolby Atmos con dos altavoces estéreo
Sistema operativo Windows 10 Home
Dimensiones 286 x 211 x 14,9 milímetros / 1,3 kg de peso cuerpo en aluminio
Autonomía
Batería de 41 Whr (entre 6 y 8 horas de autonomía)
Precio Entre 1.000 y 1.500 euros (depende de configuración)

 

¿MateBook o MacBook?

No es nuevo, ni falta que le hace. Huawei ha puesto su objetivo en los portátiles de Apple en el ámbito del diseño. Y a tenor de lo que hemos catado en este Huawei MateBook 13 no le está yendo nada mal. Sí, por fuera hay ciertas similitudes con el modelo Air de la marca de la manzana, pero Huawei ha sabido llevárselo a su terreno. Ambos cuentan con un diseño en aluminio que solo sobresale por la marca de las compañías en medio de la tapa. Es aséptico, limpio y muy atractivo a la par que formal. El logotipo de Huawei no se ilumina, y sobresale de la carcasa lisa con una textura rugosa que quizá rompe demasiado con las líneas generales, pero puede que sea culpa de lo acostumbrado que nos tiene Apple a su manzana retroiluminada.

Los cantos son redondeados y los acabados son de calidad. Sus medidas apenas llegan a 286 x 211 x 14,9 milímetros, lo cual hace que sea realmente compacto. Más aún teniendo en cuenta su peso de 1,3 kg, que otorga sensaciones de resistencia y valor cuando lo sostenemos en la mano. Se puede decir que es un portátil ligero y fácil de transportar, sobre todo por sus medidas, aunque en el aspecto del peso se distancie un poco del concepto del ultrabook. Pero ojo, que eso no quiere decir que cueste trasportarlo, aunque algo de ligereza sería todo un punto a favor.

Pantalla casi sin marcos y un gran teclado

Pero cuando decimos que Huawei se ha llevado el concepto del MacBook Air de Apple a su terreno es cuando atendemos al interior. En primer lugar por la pantalla, y en segundo lugar por el teclado y ratón que comentamos más adelante. Empezando por la pantalla hay que decir que cuenta con un sorprendente formato 3:2. Es decir, menos panorámico que el habitual 16:9. Esto permite aprovechar mucho más los marcos para conseguir una diagonal de 13 pulgadas, sin dejar espacios casi en los laterales. Apenas medio centímetro en laterales y algo más en los marcos superior e inferior. Es tan ajustado que cuando introducimos el dedo pulgar en la ranura para coger la tapa lo más seguro es que acabemos plantando la yema sobre la web cam (situada en el marco superior). No hay espacio desperdiciado.

Pantalla casi sin marcos

El panel es LTPS y además de su proporción 3:2 destaca por su alta resolución. Alcanza la calidad 2K, o lo que es lo mismo, muestra imágenes a 2.160 x 1.440 píxeles. Lo que le otorga una densidad de 200 ppp para mostrar cualquier imagen con definición y claridad. No me ha gustado tanto su sensor de luminosidad que regula automáticamente el brillo de la pantalla. Es útil para mejorar la eficiencia, pero he echado en falta siempre algo de brillo en algunas situaciones. Ahora bien, con el brillo al máximo este panel muestra todos los contenidos repletos de color e intensidad tanto en interiores como exteriores. Eso sí, los reflejos son un gran incordio. En mi experiencia he podido salvaros aprovechando el amplio recorrido de la bisagra, pero pueden entorpecer la experiencia de visionado.

bisagra

Por cierto, el panel es táctil y reconoce hasta 10 puntos de presión simultáneos. La experiencia ha sido fluida y cómoda, y resulta de lo más interesante si se usan programas de edición y dibujo donde usar un lápiz óptico. La bisagra no permite usar la pantalla como tableta, pero es un punto intermedio que algunos usuarios pueden aprovechar. En mi caso ha hecho que viaje sin el ratón en el maletín, permitiéndome navegar por páginas web y por documentos sin ruletas, ratones ni miles de pulsaciones en el touchpad.

panel táctil

También se ha aprovechado realmente bien el cuerpo del ordenador para introducir un gran teclado que ocupa de extremo a extremo. Está retroiluminado, y podemos configurarlo en dos intensidades, si así lo queremos. Lo que me ha resultado más curioso es lo cómodo que resulta a pesar de contar con poco recorrido en sus teclas. Estoy acostumbrado a botones tipo chicle, pero en el caso del Huawei MateBook 13 la superficie es tan grande y las teclas tan cómodas que solo he necesitado un par de días para hacerme completamente con él. No cansa, aunque me ha llevado a hacer movimientos más largos a la hora de escribir debido al tamaño de las teclas, que son más grandes que mi teclado para el ordenador de sobremesa.

carcasa

Tampoco se queda atrás en tamaño el touchpad o ratón situado bajo el teclado. Es muy alargado, casi como una pantalla panorámica. Su respuesta es sensible y ágil, aunque echo en falta ajustes extra como poder desplazar barras con los laterales del panel. Reconoce gestos y no requiere marcar demasiado la pulsación para el click. Además, cuenta con el click izquierdo y el click derecho en sus extremos inferiores.

touchpad y teclado

Conectividad reducida pero avanzada

Comenzamos a vivir una etapa de entre estándares. Algo así como una transición entre lo que todo el mundo usa habitualmente y lo que los fabricantes nos presentan como nuevos conceptos o como el futuro más inmediato. Yo me quedo con la experiencia de uso actual, y me temo que el Huawei MateBook 13 pierde algún punto en este apartado de conectividad. Sigo usando pendrives, y mis ratones cuentan con puerto USB de tipo A. Ambas prácticas y elementos no son del todo compatibles con este portátil y sus únicos dos puertos USB de tipo C. Eso sí, Huawei ha tenido a bien incorporar un puerto para auriculares minijack 3,5 mm, por si contamos con auriculares con cable y no queremos acaparar la conectividad Bluetooth.

conectividad reducida pero avanzada

Pero tampoco hay que echarse las manos a la cabeza. Dentro de la caja del Huawei MateBook 13 llega un adaptador de USB tipo C a USB tipo A, a HDMI y a VGA y Displayport. Algo que debería solventar los problemas de conectividad, pero que nos hará cargar con el adaptador con nosotros a cualquier parte.

Webcam

Por cierto, aunque el cuerpo del portátil cuente con dos puertos USB tipo C, solo uno de ellos es de carga, el izquierdo. Hasta que no descubrí el icono de la pila y el elegante avisador LED blanco no super por qué lado conectar el adaptador. Un adaptador que, por cierto, me ha servido para olvidarme de llevar el cargador del móvil conmigo gracias precisamente a esta conectividad USB de tipo C. Lo dicho, una nueva era entre etapas y estándares que nos dará algún que otro dolor de cabeza.

adaptador incluido en la caja

No me olvido del botón de encendido de este portátil, que cuenta con lector de huellas. Su configuración con Windows Hello es algo más torpe que en los teléfonos de Huawei, pero su uso es de lo más cómodo y conveniente. Básicamente ha hecho que me olvide de pulsar en la pantalla o en el botón de iniciar sesión cada vez que despierto el portátil. Con solo pulsar sobre el botón el ordenador me ha identificado como usuario y me lleva directamente al momento en el que lo suspendí. Y lo mismo cuando lo inicio desde cero. Todo ello para aplicar una barrera de seguridad única por encima del PIN o cualquier contraseña.

diseño

Huawei también ha incluido en su MateBook 13 la función Huawei Share que se basa en la conexión NFC. Se trata de un programa capaz de trasferir archivos entre móvil y ordenador sin cables, sin gastar datos de Internet y de manera natural. O al menos esa es la teoría, ya que no he sido capaz de llevarlo a cabo. Activando la conexión NFC de mi Huawei P20 Pro he logrado vincular móvil y portátil con solo colocar el terminal sobre la pegatina de Huawei Share. Incluso he disparado el tutorial de esta función en el portátil. Sin embargo, no he logrado enviar ninguna foto, a pesar de que el sistema parece funcionar de esta manera tan natural. Algo que quizá se deba a una incompatibilidad en el software. Pero, desde luego, la función está presente.

lector de huellas

La potencia de un portátil grande en un cuerpo pequeño

Otra de las virtudes de este Huawei MateBook 13 está en sus componentes internos, bajo el capó. Es lo que le hace funcionar de manera ágil y capaz. Al menos durante nuestra semana de pruebas no he encontrado ninguna situación en la que flaquee sobre manera. Eso sí, siempre entendiendo que es un ordenador para consultar la web, gestionar programas y aplicaciones sencillos o incluso jugar a títulos como Fortnite. Pero no para editar grandes vídeos en 4K o tratar de poner en modo Ultra un juego triple AAA. Un ordenador de oficina, vaya.

potencia y memoria

Huawei ha incluido procesadores de octava generación en estos Huawei MateBook 13, pudiendo escoger diferentes configuraciones que cuentan con chips i5 o i7 de Intel. Además se combina con 8 GB de memoria RAM, por lo que la fluidez de ventanas, programas de contabilidad y ofimática o incluso herramientas más exigentes como Photoshop funcionan sin problemas. Pero, de nuevo, ni su diseño ni su arquitectura están pensados para estresar y poner al límite sus componentes. Es ágil gracias a su disco duro SSD, que puede ser de hasta 512 GB de capacidad, y arranca veloz y sin retardos. Pero su uso está enfocado a la oficina o los estudios, no a la edición. En el modelo que Huawei nos ha prestado, la gráfica es una tarjeta Intel UHD620, que no sobresale precisamente por sus alardes gráficos, sino por ser eficaz con las tareas habituales de un ordenador.

caracerísticas

De hecho, probando juegos como Fortnite para ver de lo que es capaz este Huawei MateBook 13 he notado algo que me ha sorprendido gratamente. El juego funciona fluido, pero ha sido su sistema de ventilación lo que me ha llamado la atención. Y es que en los días previos, durante un uso normal (documentos e Internet), prácticamente ha pasado desapercibida. El diseño permite que los ventiladores solo se enciendan unos minutos muy de vez en cuando. Resulta un ordenador de lo más silencioso y, cuando están en marcha, apenas se escucha un sencillo bufido. Nunca molestando al usuario, ya que la corriente de aire se enfoca hacia la bisagra.

Sin embargo, tras una partida prolongada, trabajos de instalación continuados y otras acciones exigentes, el ordenador se calienta y obliga al sistema de ventilación a mantenerse activo. Todo ello notando cómo la parte derecha del cuerpo del portátil sube de temperatura. Así que, definitivamente, este ordenador no está hecho para hacerle sufrir con exigencias más allá de la ofimática.

Huawei Matebook 13

Autonomía de media jornada

Es, quizá, el punto más débil de la tabla del Huawei MateBook 13. Su batería es de 41 Whr, lo que según Huawei permite unas 9 horas de reproducción de vídeo. En nuestros días de uso hemos aprovechado sus fortalezas con el cable de carga conectado, pero también sus recursos energéticos moviéndolo de un lugar a otro. Como es habitual, los tiempos de uso de los fabricantes suelen pasarse de positivos.

batería para media jornada

En nuestra experiencia, entendiendo que el consumo energético es siempre relativo tanto a los componentes que carga el ordenador como el uso que se los de, es que el Huawei MateBook 13 no completa una jornada de trabajo. Al menos debiendo de subir el brillo en momentos puntuales para evitar reflejos o haciendo un uso más o menos intensivo de programas de ofimática y algunos de edición como Photoshop. Pero no se aleja demasiado si sabemos cómo gestionar de manera eficiente todas estas cuestiones. Claro que, con el reducido tamaño del adaptador de corriente, y siendo útil también para cargar el móvil, es extraño que viajemos sin él.

pantalla táctil

Nuestras conclusiones

Tras una semana de uso puedo decir que Huawei está haciendo las cosas bien y con su propio estilo en esto de los portátiles ligeros. Este Huawei MateBook 13 resulta un ordenador ligero y atractivo que busca competir directamente con los productos de Apple. Sus configuraciones ofrecen todo lo necesario para trabajar con soltura en cualquier momento y lugar, aunque centrándonos en el trabajo de oficina, y no en la edición profesional de vídeos o en el ámbito del juego.

nuestras conclusiones

Su pantalla 2K con proporción 3:2 con capacidad táctil, el diseño de su teclado y su fluidez son los puntos fuertes. Su batería algo escasa y una conectividad demasiado rompedora son sus puntos negativos.

El Huawei MateBook 13 llega en diferentes configuraciones por un precio que arranca alrededor de los 1.000 euros.

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