Yamaha C-5000 y M-5000, amplificadores estéreo de máxima calidad

El pasado verano Yamaha anunció unos nuevos componentes de sonido tope de gama: la serie 5000. Ahora llegan a nuestro mercado los Yamaha C-5000 y M-5000, que juntos representan una amplificación del máximo nivel. Se trata de un preamplificador (C-5000) y etapa de potencia estéreo (M-5000). Están disponibles y su precio marca su exclusividad: 7.000 euros cada uno de estos componentes Yamaha.

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Por separado

Estamos acostumbrados a ver amplificadores de una pieza, lo que se llama «integrados». En la mayoría de casos, en un solo chasis tenemos todas las funciones necesarias para reproducir la música. Incluso en algunos casos, dentro está la fuente. Puede ser un sintonizador de radio, o un reproductor de archivos conectado a la red. Y a través de internet todavía llega más música.

Pero cuando se busca la excelencia es el momento de especializarse. Esas fuentes de sonido implican algunos componentes que pueden generar interferencias. Los anglosajones llaman a los componentes de los buenos equipos de sonido «separados» en contraste con las minicadenas por esto. El primer paso es liberar al amplificador de esas otras funciones. Que solamente tenga las entradas de las diferentes fuentes, permita seleccionarlas, controlar el volumen, y alimentar los altavoces.

Pero hay un paso más allá: separar esas dos funciones. De un lado, lo que llamamos preamplificador, donde conectamos las fuentes. Sirve para seleccionar qué escuchamos, controlar el volumen, y eventualmente usar algún ajuste de tono. Hereda el nombre de cuando la fuente principal era un tocadiscos y la señal de la cápsula (aguja) necesitaba más amplificación, antes de la etapa de potencia. Su nivel es mil veces más bajo que el de un CD y de ahí el término «pre-amplificador».

Yamaha de lujo

Este componente en el caso que nos ocupa es el Yamaha C-5000. La otra parte separada de un amplificado integrado es la sección de potencia. Se llama, cuando es independiente, «etapa de potencia», aunque en sí es un amplificador. Le llegará la señal del previo, con el volumen determinado, y la amplifica para que suenen los altavoces. Estos necesitan una señal eléctrica mucho más potente que la que emiten las fuentes o el previo, más voltaje y sobre todo más corriente. La Yamaha M-5000.

Este previo y etapa de Yamaha representan el máximo esfuerzo de la marca en calidad de sonido estéreo. Por eso se trata de dos componentes separados: el previo C-5000 y la etapa M-5000. Además de su exquisito diseño, usan componentes de máxima calidad y el diseño de sus circuitos esconde pocos compromisos. Por ejemplo, todos los circuitos son totalmente simétricos para que las señales musicales de los dos canales tengan idéntico recorrido. Esto aumenta el equilibrio y ayuda a que se forme una escena estereofónica amplia, precisa y profunda. Conozcamos más detalles internos de estos dos aparatos, que deben justificar ese precio de 7.000 euros (cada uno).

Previo C-5000

El Yamaha C-5000 será el cerebro del equipo, su núcleo, pues todas las fuentes irán conectadas a él y con él controlaremos qué escuchamos y a qué volumen. Empezando por un chasis masivo, en cobre, apoyado en pies de bronce y con paneles acabados en negro lacado brillante «piano». El mando de volumen de cada unidad se mecaniza en aluminio y gira sobre rodamientos de bolas.

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Todo el circuito de sonido está desconectado de la tierra para aislarla de ruidos de fondo, es decir «flota». La simetría del diseño separa perfectamente las señales de los dos canales estéreo. De hecho el C-5000 es un diseño «doble mono» que separa del todo los componentes de ambos canales, desde los transformadores toroidales de alimentación. Las entradas y salidas son tanto normales (RCA) como balanceadas (XLR), un tipo de circuito que duplica los componentes pero permite reducir más el ruido de fondo.

Etapa M-5000

El amplificador (etapa) también destaca por su calidad, más que por la cantidad de potencia. Aunque 100 W sobre cargas de 8 Ohmios no parece mucho, si los altavoces son más difíciles el Yamaha es capaz de entregar más potencia: 200 W a 4 Ohmios. Y esto con una muy baja distorsión, 0’07 por ciento en la banda audible de 20 Hz a 20 kHz. Esa capacidad de dar más potencia con altavoces difíciles distingue los amplificadores normales de los excepcionales.

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El chasis también juega su importancia en la etapa, con una base y pies masivos. Ahí se fijan el transformador de alimentación toroidal y también los condensadores principales (filtro y reserva de energía). También el disipador de calor de los transistores de potencia: cualquier parte con suficiente masa elimina sus vibraciones a través del chasis principal. El frontal muestra dos grandes vúmetros iluminados que danzarán con la música, indicando la potencia entregada.

 

El circuito interior, también simétrico, se ha estudiado para minimizar los recorridos de la señal musical. Y como en el previo se usa un diseño balanceado con la tierra flotante, y la salida de altavoces «viva» en sus dos bornes. Usa transistores MOSFET, capaces de ofrecer más corriente cuando los altavoces a mover son «duros».

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