Apple está en boca de todos, y no precisamente porque haya lanzado un nuevo móvil u ordenador. Está en boca de todos porque el pasado día 2 de enero la empresa decidió suspender su actividad en bolsa bloqueando cualquier compra o venta de sus acciones. ¿Por qué? Porque iba a emitir un comunicado en el que reducía sus expectativas para sus próximos resultados financieros. Algo que no ocurría desde hacía nada menos que 17 años.
Como es lógico, este anuncia suponía un importante desplome posterior en bolsa. Muchos piensan que esta reducción en ventas se debe al alto precio de los nuevos iPhone. También que este «batacazo» podría suponer un punto de inflexión para la compañía, con una posible rebaja de los precios. No sabemos si esto pasará, pero lo que sí es cierto es que los accionistas no deben estar nada contentos. Vamos a ver qué está pasando con Apple.
¿Qué pasa con Apple?
Es probable que, a poco que hayáis leído las noticias o visto un telediario sepáis que algo pasa con la compañía de la manzana. Como decíamos, el pasado día 2 de enero la empresa de Tim Cook suspendía su actividad en bolsa. Esto es algo que pueden (o más bien deben) hacer las empresas antes de emitir un comunicado que pueda afectar gravemente a sus acciones y causar un desequilibrio en el cierre de la bolsa ese día. Tras la paralización en bolsa, Tim Cook emitía un comunicado para los accionistas. En este se reducen las previsiones de ingresos de entre 89.000 y 93.000 millones de dólares a 84.000 millones de dólares. Es decir, Apple predice una facturación de, mínimo, 5.000 millones de dólares menos de lo que se había calculado en un principio.
Además de reducir los ingresos previstos, el comunicado habla de un incremento en los gastos previstos de 100 millones de dólares. También de una reducción del apartado de ingresos-gastos de los 550 a los 300 millones de dólares. Este comunicado bomba supuso un desplome en bolsa de casi el 10%, lo que se sumaba a las pérdidas que ya se habían producido en los últimos meses.
¿Qué ha pasado con Apple? ¿A qué se debe este bajón histórico de la compañía de la manzana? Muchos insisten en que los precios de los nuevos iPhone XR y iPhone XS tienen la culpa. Sin embargo, Tim Cook está totalmente convencido de que esto no ha tenido nada que ver.
Caen las ventas del iPhone y Apple se resiente
El iPhone siempre ha sido el producto estrella de Apple. Es, en gran medida, gracias a su smartphone por lo que la compañía de Cupertino se ha convertido en la envidia de la industria. Este les proporciona unos beneficios estratosféricos año tras año. Sin embargo, ya en noviembre de 2018 saltó la alarma. Apple presentó unos resultados financieros excelentes, con unos ingresos de más de 60.000 millones de dólares y unos beneficios de más de 14.000 millones de dólares.
Pero hubo un dato que no pasó desapercibido: las ventas del iPhone habían descendido. Además, Tim Cook anunció que desde Apple ya no se harían públicos las unidades vendidas de cada dispositivo. Quedaba claro que el iPhone estaba perdiendo fuelle en cuanto a ventas se refiere.
Entonces, si no es por el precio de los nuevos iPhone, ¿por qué no se venden tal y como esperaba Apple? Tim Cook envió una carta a los inversores explicando algunos de los factores que, según Apple, han afectado a las ventas. El primero es que las ventas de los dos iPhone más caros, iPhone XS y XS Max, se reparten entre este trimestre y el trimestre fiscal anterior. Es decir, parte de las ventas de estos dispositivos ya aparecían en el trimestre anterior.
Por otro lado, Cook «echa gran parte de la culpa» al mercado chino. Según el CEO de Apple, la desaceleración de la economía China ha provocado una caída de ventas en este importante mercado que no esperaban. Además, la tensa relación económica entre Estados Unidos y China no ha ayudado.
El tercer motivo sería el valor del dólar, que ha crecido y, por tanto, ha perjudicado a los cambios extranjeros. Cook también nombra la gran cantidad de productos lanzados en un periodo corto de tiempo como una de las causas. Esto ha provocado un problema a nivel logístico que se ha traducido en una reducción de la disponibilidad de algunos productos. Esto, a su vez, se traduce en una reducción de ventas en la campaña navideña por falta de stock de productos como el Apple Watch Series 4 o el iPad Pro.
Incluso el programa de sustitución de baterías ha supuesto un problema para las ventas de los nuevos iPhone. Al menos eso ha comentado Cook. El CEO de Apple asegura que la posibilidad de cambiar la batería de los iPhone con un coste reducido ha hecho que muchos usuarios aguanten un año más con sus iPhone actuales.
¿Es este el fin de Apple?
Ni mucho menos. El iPhone sigue siendo uno de los terminales que más beneficios ofrece a su creador (por no decir el que más), con casi un 40% de beneficio por dispositivo. Además, según comentó el propio Tim Cook, en mercados como el estadounidense la compañía sigue siendo líder.
Entonces, ¿bajará Apple el precio de sus nuevos iPhone? Es muy poco probable. Primero porque sería dar la razón a los que piensan que el alto precio de los terminales es el culpable de esta «crisis». Y segundo porque Apple nunca ha bajado el precio de un terminal ya lanzado. La compañía de la manzana ha conseguido convertir al iPhone en un símbolo de estatus, algo que seguro no quiere perder. Sí será interesante ver qué hace la compañía con el precio de los iPhone de 2019.
No debemos olvidar que, aunque sea su producto principal, Apple cuenta con muchos productos en el mercado. Y en los últimos años está poniendo toda la carne en el asador con sus servicios. La compañía lleva tiempo insistiendo en que los servicios de su ecosistema, como Apple Music, no dejan de crecer y se están convirtiendo en una parte importante de la compañía. El rumoreado servicio de vídeo en streaming tipo Netflix podría ser la gran apuesta de futuro de la compañía.
Todo este «jaleo» se ha producido antes de la publicación oficial de los resultados financieros, ya que este se realizará el próximo 29 de enero. Ese día conoceremos las cifras exactas y veremos los número reales, así como la reacción de los accionistas.
