Casio ha anunciado el lanzamiento de la Casio GZE-1, una cámara de acción diseñada especialmente para la grabación de deportes extremos en condiciones extremas. Su diseño sigue una línea muy similar a la de los relojes de la gama G-Shock. La cámara está equipada con lente gran angular capaz de captar hasta 170 grados en vídeo. Además equipa un sensor CMOS de 21,14 megapíxeles y apertura f/2.8. De momento no sabemos si la cámara saldrá de Japón. El precio de la Casio GZE-1 es de unos 350 euros al cambio.
La nueva Casio GZE-1 no destaca por su sensor, resolución o capacidad de grabación de vídeo. Es una cámara pensada para condiciones extremas. Y ahí es donde saca su fuerza. Ha sido diseñada para grabar deportes extremos, así que es resistente a golpes y caídas desde hasta 4 metros.
Además cuenta con certificación IP6X, lo que la hace resistente al agua hasta 50 metros de profundidad. Pero no solo eso, la Casio GZE-1 también ha sido diseñada para trabajar en condiciones extremas, funcionando hasta una temperatura de 10 grados bajo cero.
Pero no todo es resistencia. También se busca comodidad a la hora de utilizarla. Por eso la Casio GZE-1 es una cámara que cabe en la mano, con botones grandes y bien espaciados. Los protectores colocados para proteger la lenta y los botones, también sirven para guiar a los dedos hasta los botones.
En su interior encontramos una lente gran angular capaz de capturar un campo de visión de más de 190 grados en imagen fija y 170 grados en vídeo. El sensor incluido ofrece 21,14 megapíxeles, 6 megapíxeles efectivos. Además cuenta con una apertura f/2.8.
En cuanto a la calidad del vídeo, la Casio GZE-1 es capaz de grabar en Full HD a 30 fps. Pero también permite grabar a cámara lenta, concretamente a resolución 480p y 120 fps.
La cámara se podrá controlar a través de una aplicación específica para smartphones. Pero también a través del reloj Pro Trek, un reloj con sistema Android de Casio. Tanto la app como el reloj podremos usarlos como visor remoto.
Como comentábamos, la Casio GZE-1 se ha lanzado en Japón con un precio, al cambio, de unos 350 euros.