Había sido bautizado como Aristotle, pero lo cierto es que finalmente no existirá. Y eso que ya lo hemos visto en algunas exposiciones. Hablamos del vigilabebés que el fabricante de juguetes Mattel acaba de cancelar. Según informa el medio The Verge, la compañía acaba de desestimar sus planes de fabricar un monitor todo en uno. En un comunicado, Mattel ha explicado que el dispositivo no se ajustaba a la estrategia tecnológica de la compañía. De modo que no llegará al mercado.
Aristotle era prácticamente una realidad, desde que en enero de este año lo presentó la firma responsable. Lo hizo bajo el paraguas de la marca Nabi y además de ser un vigilabebés, hacía las funciones de altavoz inteligente y asistente digital con el servicio Echo de Amazon. La cámara que incluía era, en principio, un recurso pensado especialmente para que el dispositivo funcionara como monitor de bebés.
Sin embargo, parece que Mattel también quería que Aristotle traspasara los límites habituales para un vigilabebés al uso. Y quería conseguirlo haciendo que el dispositivo acompañara a los niños a la hora de ir a dormir y en sus rutinas diarias. Como por ejemplo, leyéndoles un cuento antes de acostarse, calmándoles si lloran por la noche o enseñándoles el abecedario. Algo que, en la teoría y en la práctica, es una responsabilidad de sus padres. ¿Y de quién sino?
Los defensores de los niños no lo aprueban
Después de darse a conocer, aunque fuera en términos virtuales, Aristotle no tardó en hacerse con una buena legión de detractores. Tanto es así, que en una campaña fueron capaces recoger hasta 15.000 firmas para pedir a Mattel retirara su proyecto. Consideran que el aparato no solo puede vulnerar gravemente la privacidad de los niños por recolectar sus datos personales. Sino que también puede tener efectos desconocidos sobre su desarrollo psicológico.
Pero los ciudadanos no fueron los únicos que se pusieron en pie de guerra para defender la retirada – o la no puesta a la venta – del producto. Senadores norteamericanos mandaron cartas a Mattel para preguntarles sobre cómo protegerían la información personal de los niños.
Estos respondieron que usarían un sistema de cifrado, con el objetivo de garantizar que los datos no fueran robados o transferidos. Al mismo tiempo, dijeron que no venderían esta información privada a los anunciantes. Pero esto no fue suficiente.
¿Un sustituto de los padres?
Ya sabemos que madre no hay más que una. Pero lo cierto es que expertos y padres tenían bajo la manga otro poderoso argumento.
Los más beligerantes contra el vigilabebés de Mattel consideran que lo que Mattel pretende con Aristotle es que el aparato se convierta en un sustituto de la interacción humana.
Los pediatras no han tardado en manifestarse. Jennifer Radesky, pediatra y autora de una guía de la Asociación Americana de Pediatría, afirma en declaraciones a The Washington Post que una de sus principales preocupaciones tiene que ver (aparte de la privacidad) con el hecho de que Mattel pretenda que Aristotle sea un miembro más de la familia. Y que sea este el que se encargue de valorar a un niño que llora o proponga juegos al pequeño.
Para los expertos en salud infantil , la relación de los niños con las nuevas tecnologías es una cuestión preocupante. De un tiempo a esta parte, uno de los principales quebraderos de cabeza ha sido, sin duda, el uso y abuso que algunos niños hacen de teléfonos móviles y tabletas.
Por si con eso no fuera suficiente, ahora las inquietudes se centran en la cuestión de la inteligencia artificial. Y en el poder de los niños para interactuar directamente y de viva voz con los aparatos electrónicos.