Loewe Bild 9.55, probamos el nuevo televisor OLED más alto de gama

tuexperto RecomendadoCon cerca de un siglo de existencia la alemana Loewe sigue innovando y sorprendiendo. La innovación este año ha sido la decisión de montar pantallas OLED en sus gamas superiores. La sorpresa es esta serie Bild 9, la más alta de gama. Con esta Loewe no estamos sólo delante de un televisor: es una obra de arte. El diseñador Bodo Sperlein ha combinado la moderna y finí­sima pantalla OLED con una estructura metálica. Un diseño que se inspira en las escuelas Bauhaus y Art Déco, minimalista, perfecto para una pantalla plana. Su precio es de 8.500 euros y como veremos tiene muchos trucos. El primero, nada más encenderla: la pantalla se mueve unos centí­metros hacia arriba para descubrir la barra de sonido… ¡Buen principio!

Arte

La estructura que sujeta la pantalla es única. Un ejemplo de cómo un buen diseño puede convertir un objeto doméstico en el protagonista de la casa. En realidad hay tres versiones de esta estructura, según sean para soporte de suelo, sobremesa o pared. Son progresivamente más compactos y con menos profundidad, lógicamente.

Nosotros probamos la versión de suelo, con el mayor mueble. Impresiona: al metro y medio que corresponden las 65 pulgadas de pantalla, se suma una altura de 140 centí­metros. La estructura, seis tramos de viga de acero, puede estar pintada en gris (la nuestra) o dorado. Ese marco de acero está hecho a mano: forjado, soldado, y pulido. Por las fotos, la dorada (oscura) parece la más elegante, aunque será algo muy personal. Y que habrá que decidir según la decoración… porque este televisor como decí­amos es un elemento decorativo.

La pantalla es de apenas siete milí­metros de espesor. Va sujeta sobre unos silentblocs de goma, que a su vez la conectan a los soportes desplazables. Como hemos observado antes, al encenderla la pantalla sube y deja al descubierto la barra de sonido justo debajo. Al apagar, la pantalla desciende suavemente y la barra (cubierta por una tela gris) se oculta. La pantalla queda siempre paralela a la estructura, separada unos milí­metros y parece que levita cerca. Salvo porque hace falta bastante profundidad (aunque en una esquina serí­a perfecta) nos parece un mueble, un televisor, extraordinario.

Conexiones

La trasera del televisor, por su lado derecho, oculta todas las conexiones que como veremos son muchas. Un inteligente (y elegante) panel de tela sujeto con imanes a la trasera camufla discretamente todo eso. Los cables salen del lateral y, llevados primero por un tubo de tela, se pasan por el interior de la estructura tubular de sección cuadrada. Sencillo y limpio.

La conectividad no tiene ninguna falta. Tenemos cuatro entradas HDMI, una de ellas con función ARC (canal de audio de retorno para receptores de cine en casa). También todas las entradas de antena que podamos necesitar. La Bild 9 lleva el disco duro interno de 1TB para grabar contenidos (y compartirlos), pero además incluye 3 USB (uno es 3.0). Por red podremos conectarnos ví­a WiFi o Ethernet, además de Bluetooth. Y tiene ranura para tarjeta CI, salida óptica digital, salida de auriculares… no le falta nada, como decí­amos. Incluso, existe la salida dedicada a su decodificador interno de sonido envolvente (5.1) donde podrí­amos conectar un subwoofer y otros altavoces externos.

OLED

Como hemos indicado, ésa es la apuesta de los alemanes para sus pantallas. Ya el año pasado marcaron este camino con las Bild 7, y en 2017 se ha confirmado. Las Bild 4 (de precio muy competitivo), Bild 5 y esta Bild 9 montan paneles orgánicos de origen LG. Procedentes del fabricante coreano pero con especificaciones y control de calidad propio, estos paneles son ahora mismo los mejores.

Salvo para momentos puntuales de mucha luz ambiente, o buscando un brillo muy alto, donde las LCD todaví­a tienen ventaja. Pero a la hora de buscar negros profundos, alto contraste y colores naturales, las OLED dominan. Por eso son las favoritas de los aficionados, como fueron antes los plasma: con luz atenuada es lo más parecido al cine. Recordemos que este panel OLED 4K consiste en 3.840 x 2.160 pí­xeles WRGB que pueden iluminarse o apagarse independientemente. Otra ventaja es que el ángulo de visión es enorme. Cuando una pantalla LED se observa lateralmente se pierde la imagen, cosa que no sucede con las OLED.

Pero Loewe no se queda con usar un buen panel en su pantalla. Igual que en anteriores generaciones, los alemanes consiguen extraer de la pantalla las mejores imágenes gracias a su propia electrónica. En este caso recibe el nombre de VantaVision. Básicamente ofrece movimientos más ní­tidos y fluidos, maximiza el contraste y el brillo y mejora la fidelidad del color. Además también optimiza las escalas de grises, para que se reproduzcan sin dominantes de color (verde, rojo o azul). Es decir trabaja para conseguir un resultado equivalente a una calibración óptima.

Electrónica y proceso de imágenes

Repasemos en qué consisten las ventajas del procesado de imagen de Loewe. Lo primero es el escalado: cómo se pasan a la pantalla 4K las imágenes de menor resolución, como las TDT. Para eso Loewe usa un escalado propio desde Full HD o SD. Luego está la gestión de imágenes en movimiento, es decir, cómo se interpolan (inventan) los fotogramas intermedios. Loewe aplica la técnica del cálculo de imágenes intermedias, no la clonación. Esto mejora la fluidez ya que no se rellenan fotogramas con duplicados sino con pasos intermedios cada 20 ms (1/50 segundo). Esto, más el tratamiento de las imágenes en movimiento escaladas a 4K, consiguen imágenes suaves y fluidas. Se evita el efecto escalera en lí­neas inclinadas.

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Algo también único de Loewe es el uso de un chip gráfico dedicado en exclusiva a las tonalidades de la piel. Así­, se consigue reproducir colores naturales. Otras dos tecnologí­as destacadas son la que ajusta el contraste dinámicamente en función del contenido (VBD+). Y la que, en función de la luz ambiente, ajusta también el brillo y contraste a los valores estudiados de antemano.

HDR por triplicado

La Loewe Bild 9, como sus hermanas OLED dela marca alemana, es compatible con los tres tipos de High Dynamic Range. Son el HDR10, el HLG (Hybrid Log Gamma) y el avanzado Dolby Vision. Este último es el formato HDR más exigente y garantiza obtener imágenes intensas, con muy alto contraste. Es capaz de procesar metadatos dinámicos que optimizan sobre la marcha la imagen, fotograma a fotograma.

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En cuanto a HDR10, que usa metadatos estáticos (la misma configuración para toda la secuencia de ví­deo) también es totalmente compatible con la Bild 9. Es el usado en Blu-ray UHD. Y el HLG, que no usa metadatos, permite por ello usar menos ancho de banda y será el estándar para las emisiones 4K HDR, que por ahora sólo Netflix parece haber iniciado puntualmente.

Protección contra quemados

Las pantallas OLED tienen un leve defecto: el origen orgánico de sus pí­xeles provoca que tengan una vida limitada. A partir de varias decenas de miles de horas, pueden perder luminosidad. Y eso en un televisor, si se proyectan imágenes fijas, se convierte en lo que se llama “quemados” o retención. Era un problema de los plasma, y es algo que a largo plazo puede afectar a las OLED.

Loewe incluye en su electrónica de control varias medidas para paliar, o evitar, este efecto. Para empezar, cuando el televisor detecta una imagen fija, reduce el brillo tras un breve periodo. Es algo parecido a cómo actúa el monitor de un ordenador: tras 1 minuto se empieza a atenuar y a los 5 minutos tiene mí­nimo brillo. Además, la imagen se desplaza periódicamente unos pocos pí­xeles (en un área de 8×14) para evitar posiciones fijas.

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Los menús en pantalla (suelen ser letras blancas sobre fondo negro) se oscurecen si se mantienen a la vista. Tras unos minutos se quedan transparentes. Si la pantalla detecta un reloj como imagen fija, también lo desplazará periódicamente en una pequeña área. Todo, para evitar tener siempre los mismos pí­xeles encendidos mucho tiempo. Incluso la Loewe detecta el logotipo de las emisoras y lo atenúa tras unos minutos.

Sonido

Si la electrónica a bordo es uno de los elementos diferenciadores de las teles Loewe, su sonido es otro. La Bild 9 monta la misma barra de sonido que estrenó el año pasado la serie Bild 7. Es un conjunto con seis altavoces activos y 4 pasivos, con 120 Watios de potencia total. Además el propio televisor dispone de un decodificador de sonido multicanal (Dolby Digital y DTS). Gracias a eso puede manejar un sistema de hasta 5.1 altavoces externos, sin otro decodificador externo ni receptor AV. En ese caso, la barra de la tele pasa a actuar como altavoz central para anclar mejor los diálogos a la imagen.

La barra de sonido es de diseño cerrado (sin bass reflex), en su lugar cuenta con cuatro radiadores pasivos de graves. El recinto está realizado en un material inerte a las vibraciones para mejorar la claridad del sonido. Incorpora seis altavoces activos de ancha banda, tres por lado, con 60 Watios por canal. El rango de frecuencias que declara Loewe es desde 65 Hz hasta 20 kHz (+- 3dB) y gracias a los 120W la barra alcanza 97 dBA de presión sonora. El frontal lleva una rejilla en tela de color gris grafito, como la que cubre la parte trasera.

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Un extra: Klang 9

Loewe ha desarrollado unos altavoces dedicados para los televisores Bild 9: los Klang 9. Son altavoces inalámbricos con un diseño muy similar, dentro de que son unas columnas bajas (no llegan al metro). Es decir, tienen la misma estructura en tubo de sección cuadrada pintado en gris o dorado. Por supuesto, diseñados también por Bodo Sperlein.

Estos altavoces incluyen la amplificación, capaz de 155 Watios (picos de hasta 310 W) en cada altavoz. Al ser inalámbricos, no hará falta usar cables hacia el televisor (sólo enchufarlos en una base cercana). La respuesta en frecuencia abarca desde 35 Hz (no necesitan pues un subwoofer adicional) hasta 22 kHz. Por desgracia no estaban disponibles cuando probamos la Bild 9.65 y nos quedamos con las ganas de saber de qué son capaces.

Opciones de sonido

En el menú de sonido descubriremos muchas opciones para personalizarlo a nuestro gusto. La Loewe cuenta con la función Loudness, que aumenta el nivel relativo de graves y agudos a bajo volumen. Esto compensa que el oí­do no aprecia igual esas frecuencias que los medios (la voz) con el volumen bajo. Está muy bien implementado porque al activarlo apreciamos mucho mejor detalles tanto con música como con pelí­culas. Y, como debe ser, cuando subimos el volumen el efecto desaparece y las frecuencias llegan por igual. Además de no perjudicar la calidad a alto volumen, esto impide dañar los altavoces por un exceso de ecualización.

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Por otra parte, y si no montamos más altavoces, hay diferentes simulaciones de sonido envolvente, que a su vez permiten diferentes preajustes. Esto es útil si queremos usar un modo para conciertos o música, otro para pelí­culas (acción, intriga) y uno para programas de televisión. Podremos ajustar de forma separada el sonido, para evitar perjudicar la claridad del diálogo en un noticiario (por ejemplo). Funciona muy bien, y como siempre en Loewe el mismo menú nos va guiando en las diferentes opciones (en perfecto castellano).

Loewe Bild 9.65

Pantalla 65 pulgadas 4K UHD 3.840 x 2.160 pí­xeles
Tecnologí­a OLED (panel LG), procesador Loewe Vantavision
Sonido Decodificador interno DD/DTS, barra de sonido Loewe (6 altavoces y  120W totales)
Conexiones HDMI 4 x HDCP 2.2 (1 ARC)
Otra conectividad 3 USB (1 es 3.0), Ethernet, Wifi, Bluetooth
Sintonizadores DVB-T2/DVB-C/DVB-S2 (doble)
Grabación Sistema DR+ (disco incluido 1TB, posible acceso ví­a USB o red)
 Antenas Satélite, Cable, Terrestre. Slot CI 1.3
 Peso 25,2 kg
 Dimensiones 1.510 x 1.410 x 600 mm (con pie de suelo)
Fecha de lanzamiento Disponible
Precio 8.500 euros

A prueba…

Empezamos, como solemos hacer, por el sonido, aunque con las Loewe lo primero siempre es admirar su diseño. Y es que las fotos nunca les hacen justicia. Hay que ver de cerca los mecanizados de sus soportes, los acabados, las telas usadas. La Bild 9 pasa con nota muy alta este examen en directo, aunque para nuestro gusto tal vez la elección se decantarí­a por alguno de los otros modelos (Bild 5 o 7), con precioso aluminio o madera a la vista. La duda es si esa elección la harí­amos por gusto o… por bolsillo.

Mientras hací­amos las fotos de detalle dejamos un canal de música y ya apreciamos las buenas maneras de esta barra. Es la que se estrenó en la Bild 7, un paso por encima de las que llevan las Bild 4 y 5. El caso es que sorprende con un sonido natural, tirando a cálido, más lleno de lo que se espera de algo tan compacto. Pero sin exagerar notas graves. Escuchándola de frente, destaca la claridad del sonido.

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Cuando seleccionamos canales con voces, está claro que ése es su fuerte gracias a una excelente reproducción de las frecuencias medias. En cambio, el sonido no era muy expansivo, no pretendí­a llenar la sala a lo ancho. Pero cuando un altavoz reproduce tan bien las voces… será difí­cil criticar nada más. Recordemos que Loewe propone usar la barra incluida como canal central si decidimos añadir más altavoces. Pues eso explica quizás que está tan bien pensado para esa función (el canal central “sujeta” los diálogos). Y nos parece un gran acierto: con una Bild 9 y una pareja de altavoces extra capaces de dar buenos graves, tendrí­amos un sistema 3.0 óptimo. Sin necesidad, el 90 por ciento de las veces, de más altavoces (subwoofer o traseros).

Zapeando

Ya sabemos cómo suena, y nos gusta. Toca agarrar el mando a distancia y ponerse a cambiar de canales. Primero con calma, identificando lo que vemos, después compulsivamente, buscando el lí­mite del aparato. Y nos encontramos con la sorpresa (en este caso esperada, no nos engañemos que no es el primer Loewe que probamos) de que la tele sigue nuestro ritmo. Tan orgullosa está la marca de su tecnologí­a de cambio de canal rápido, que incluso tienen un ví­deo humorí­stico dedicado a eso… Está en el canal Loewe y no hemos sido capaces de encontrarlo en YouTube (lo sentimos). Aparece una pareja viendo la tele, y él tiene una palanca: se habí­a hecho una plataforma con varias teles que iba girando con la palanca para cambiar de canal.

Ingenioso, pero es más fácil tener un aparato como la Bild 9 (o cualquier Loewe por lo menos de las gamas medianas y altas). Su electrónica tiene más memoria y un procesado más rápido, y se anticipa a las peticiones de otros canales. También sabe aprovechar muy bien sus dos sintonizadores. Recordemos que las señales TDT viajan multiplexadas en pocos canales, de forma que cada sintonizador está recibiendo varias emisiones. Esto es algo que también se puede aprovechar a la hora de programar grabaciones (ver un canal y grabar de otros dos por ejemplo).

Otra ventaja: acceso directo a la función PIP. Es decir, ver otro canal en una ventanita, mientras vemos uno en pantalla grande. Algo que, por cierto, es digno de verse en una pantalla 4K (la ventana parece un televisor HD miniatura). No sólo funciona perfecto, y rápido, además es configurable.

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Ver y disfrutar

Hemos comentado lo rápido que cambiamos de canal, pero no cómo se ve. La verdad es que estas OLED enamoran porque incluso con emisiones normales se disfruta de su imagen. Sí­, una pantalla de 65 pulgadas y 8 millones de pí­xeles es como un microscopio. Y la sensación al ver TDT normal, de cerca, es como intentar comer queso fuerte mirando con un microscopio (que nadie lo haga). Pero a una distancia razonable, y tras un breve lapso de tiempo, el ojo deja de fijarse en los defectos y aprecian esos colores y ese contraste. Y, sobre todo, esa suavidad: el escalado de Loewe hace maravillas. Y la sensación con las OLED es que no haya pixelado.

Con emisiones HD la cosa mejora de forma muy obvia, incluso en canales que emiten sin aprovechar todos los recursos. Teledeporte suele emitir en 720 en luar de 1080 por ejemplo. Pero ya es un gran salto de calidad, y el escalado al panel 4K UHD es sobresaliente. Las imágenes de TDT normal son muy aceptables con la Loewe, y los canales HD directamente un placer. Y todaví­a nos queda un paso más, las emisiones 4K que poco a poco van llegando. RTVE a través de la red (botón rojo y contenidos extra) ofrece por ejemplo algunos documentales e imágenes en 4K. La Loewe accede a eso sin problema y lo muestra en todo su esplendor. Ya sea algunas obras del Prado, o el paisaje de Segovia, la sensación es de estar ahí­.

Grabando y reproduciendo

Recordemos que esta Loewe trae de serie el sistema de grabación DR+, con un disco duro interno de 1TB. Podremos grabar programas, y el menú que permite acceder a las grabaciones o programarlas está muy bien pensado. De hecho, a medida que pasan los minutos y las horas usando la Loewe, se aprecia cuánto se esfuerza la marca en conseguir la mejor “experiencia de uso”. Una cosa que a veces es una expresión y choca con la realidad, pero no aquí­. Los menús no sólo están en buen castellano, además siempre aparecen ayudas y explicaciones para todos los procesos y submenús. No sé si existen manuales de usuario de Loewe, pero dudo que nadie los abra y se los lea porque no hace falta. La programación de cada canal, por ejemplo, se ofrece de una forma muy clara y con diferentes opciones según cambiamos de cadena.

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El disco duro no sólo sirve para grabar contenidos (y congelar algo que estamos viendo en directo para seguir más tarde). También actúa como servidor, es decir, podremos ver los contenidos grabados en la tele desde otra (Loewe) conectada a la misma red doméstica. Es algo que probamos, pues tení­amos varios televisores de la marca conectados. Y funciona de forma fácil. También es posible ver esos contenidos, o canales en directo, desde otros televisores y desde dispositivos móviles (Android o iOS). Algunas de estas funciones se supone que otros televisores lo ofrecen, en general para eso existe el protocolo DLNA. Pero la realidad ha sido, cuando lo hemos querido probar, que todo han sido problemas de compatibilidad e interrupciones. Con las Loewe todo funciona como la seda. Incluso el acceso a la música que tení­a un aparato Sonos en la red fue sencillí­simo (tres clics del mando a distancia).

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Ultra HD

El siguiente paso en calidad es ya la Ultra HD, o sea el 4K. Nuestra Bild 9 estaba conectada a una antena terrestre y al satélite Astra, y tení­amos acceso a varios canales de prueba. Y tení­amos también grabados algunos contenidos nativos 4K en otro televisor de la red, a lo que -como ya hemos comentado- accedimos sin problema. Aquí­ es donde el panel OLED 4K luce espléndido. Impresionantes los negros y el contraste pero deslumbrantes los colores, luces, brillos… ¡sobresaliente! Lo mejor es el equilibrio conseguido por Loewe, no nos encontramos algo deslumbrante que canse al poco. La Bild 9 nos ofrecí­a imágenes impresionantes pero nada cansinas.

Su resolución también permití­a descubrir algunos contenidos 4K que no eran plusquamperfectos. Por una producción poco cuidadosa, o porque son imágenes tomadas de forma no nativa en 4K, con la Loewe a veces aparece ese «microscopio» que decí­amos más arriba capaz de dejarnos diseccionar cada fotograma si es lo que queremos. Basta relajarse un poco y dejarse llevar por la belleza de lo presentado para olvidarse de ser analí­tico y seguir disfrutando.

Conclusiones

El precio de la Loewe Bild 9.65 es alto, de eso no hay duda. Si lo que queremos es una de las mejores, si no la mejor, televisión de 65 pulgadas actual, no hace falta invertir esos 8.500 euros. Por casi 3.000 menos tenemos la Bild 5.65, con una pantalla y electrónica equivalentes. Tendremos un altavoz algo inferior, eso sí­, pero sobre todo no tendremos el diseño único de la Bild 9. Es una escultura moderna y minimalista… hasta que se pulsa el botón de encendido. Ahí­, a la vez que la pantalla se desplaza para descubrir el altavoz, empieza la fiesta. Si pudiéramos, desde luego que es una fiesta que nos nos perderí­amos.

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