Necesitaba una casa para vivir con sus cuatro hijos, así que se puso manos a la obra. Y nunca mejor dicho. Esta es la historia de Cara Brookins. Víctima de la violencia machista, dejó a su pareja en 2008. Tenía cuatro retoños a los que alimentar y apenas tenía dinero para vivir. ¿Su objetivo? Ofrecer a sus pequeños un techo y una habitación propia, así que se animó a construir su propia casa. Ahora ha escrito un libro y hecho pública su historia. Se trata de «Levántate, Cómo una casa construyó una familia», la historia de esta madre que levantó una casa de cero sin tener ninguna experiencia previa y mucho menos conocimientos sobre construcción. Todo lo que necesitó, además de ladrillos y cemento, fueron tutoriales de YouTube. Como lo lees. Esta superviviente puede dar gracias a su empeño y a su afición por el bricolaje, porque hoy tiene su propia casa. Y no es una casa cualquiera: es justo la que aparecía en sus sueños.
https://www.youtube.com/watch?v=4YCevwKJpF8
Brookins (Arkansas) cuenta una historia realmente cruda. Tras dos relaciones violentas y un acoso continuado por un hombre con problemas mentales, estaba preocupada por sus hijos. Sentía que tenía que ofrecerles todo el cobijo, la confianza y el reconocimiento que estos necesitan, así que en 2007, cuando Cara se topó con una casa destruida por un tornado, decidió ponerse en marcha. De la casa solo quedaban los cimientos, pero decidió comprar unos tablones y aglomerado para juntarlos y empezar a trabajar junto con sus hijos, que entonces tenían 2, 11, 15 y 17 años. Unidos tenían el firme propósito de mejorar sus vidas. Necesitaron, eso sí, un préstamo del banco que alcanzaba los 150.000 dólares, pero Cara se empezó a nutrir con la gran cantidad de vídeos y tutoriales que se pueden encontrar en YouTube y que, lógicamente, están relacionados con el mundo de la construcción. Dedicaba las tardes a mirar los vídeos y luego anotaba todos los materiales que serían necesarios. Se ayudó, además, de un bombero del lugar que tenía conocimientos sobre la materia para que la ayudara con algunos trabajos y al que pagó 25 dólares la hora en cuanto pudo.
¿Lo conseguirían? La respuesta es sí. Parece que los tutoriales de YouTube son lo suficientemente válidos. Con ellos aprendieron a diseñar y a hacer la estructura de la casa, de modo que en poco tiempo se dieron cuenta de que tenían levantada una casa de 325 metros cuadrados y 5 dormitorios. Esta también incluía un garaje para tres coches, una tienda y hasta una casa del árbol (el sueño de todo niño americano) de dos pisos. También reservaron sitio para una biblioteca y bautizaron la residencia como Inkwell Manor. Tardaron nueve meses en construirla, pero todos colaboraron en el proyecto: uno traía agua, el otro madera, otro cocinaba…
El sueño se hizo realidad, así que Cara y sus cuatro hijos residen en la casa desde hace ocho años. Queda demostrado, pues, que no hay nada que un tutorial de YouTube – y mucha fuerza interior – no puedan resolver.