Ha llegado el día. Es 17 de enero de 2017 y oficialmente hoy cierra Vine. O, si lo prefieren, parafraseando algún tuit humorístico que se ha hecho ver por redes: «Españoles. Vine ha muerto». Se podría utilizar la recurrente frase para explicar esta muerte anunciada, aunque Twitter, propietaria de la plataforma, ya había anunciado a finales del pasado mes de octubre que cerraría este canal.
Pero Vine no quiere que esto sea un trauma para los millones de usuarios de la plataforma y ha permitido hasta el día de hoy a lo largo de estos casi tres meses que los «viners» pudieran guardar sus mejores vídeos y creaciones. En la propia página de Vine se detalla muy bien: «En Octubre te hicimos saber que cerrábamos Vine. Desde entonces, hemos trabajado junto a los creadores para averiguar qué es lo más importante para ti, para responder tus preguntas y asegurarnos de que lo hacemos correctamente».
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Aunque su fin haya llegado, y a pesar de sus limitaciones (solo permitía realizar micro vídeos de 6 segundos) Vine llegó a estar en todo lo alto cuando en 2013 logró situarse como un rival directo de otras redes sociales. Y con un crecimiento casi 4 veces más rápido que WhatsApp o Instagram, por ejemplo, que eran referencias del momento.
Vine fue adquirido por la todopoderosa Twitter allá por 2012 por 30 millones de dólares. No tardó demasiado en hacerse popular. El hecho de que sus creaciones en vídeo fueran cortas, posibilitó que muchísimos jóvenes de medio mundo tuvieran el ingenio para crear «vines» de jugadas concretas de eventos deportivos puntuales o realizaran vídeos propios de humor, a modo de breves gags.
En España se dieron a conocer varios «viners» muy populares hoy en día y que llegaron a tener cientos de miles de seguidores, reconvertidos a Youtubers meses después, como Jorge Cremades, Andrea Compton, Antón Lofer, Isaac F. Corrales o María Herrejón, por citar solo algunos.
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En 2016 se produjo un importante cambio en la plataforma, permitiendo ampliar los 6 segundos iniciales en vídeo hasta los 140 segundos, igualando a los vídeos del propio Twitter y a sus 140 caracteres de referencia. Pero ni con ésas. Ya por entonces, Periscope era la plataforma elegida por Twitter para dar a conocer conexiones en vídeo y añadía un concepto nuevo, al que Vine no podía llegar. También tenían un importante mercado en esa fecha Snapchat o Facebook Live, aún populares hoy día.
Musical.ly: Alternativa a Vine
Pero entonces, muchos se harán la inevitable pregunta ¿está el micro vídeo de capa caída? Es inevitable preguntarse qué pasará ahora. De hecho, es irónico que la red de micro vídeos se despida justo ahora, en una época en la que el vídeo en internet es fundamental y sigue ganando cada vez más adeptos y público. Los mencionados Facebook Live, Snapchat o Periscope son sistemas de vídeo en streaming que siguen en auge, y son usados incluso por muchos medios de comunicación para realizar encuentros, charlas y entrevistas digitales.
En lo que atañe al micro vídeo, el nicho de mercado que deja Vine será inevitablemente ocupado por otras opciones. Una de estas alternativas que parece perfecta para los amantes de Vine es Musical.ly, que ha reciclado este concepto de un modo personal, dejando que el usuario se grabe haciendo playbacks mientras escucha música de fondo. Se trata de un servicio gratuito que permite crear vídeos cortos y está disponible para descargar gratuitamente desde iOS App Store, Google Play Store y Amazon App Store.
El fin de Musical.ly es buscar la creatividad de sus usuarios, más allá de permitir la grabación, edición y difusión de micro vídeos. Incluye efectos visuales, filtros, marcos, etc. y permite que se agreguen fotos o vídeos propios ya existentes que el usuario tenga almacenados en su dispositivo. Posee un buscador para saber qué vídeos se han grabado cerca del usuario, en su misma ciudad.
A fin de cuentas, como ocurría con Vine, una vez hecha la grabación, la idea es que el usuario la pueda difundir para dársela a conocer a sus amigos o al público en abierto, compartiéndola en sus redes. Sí. El micro vídeo parece que sigue de moda y no desaparecerá.