La Unión Europea ha publicado el contenido de la iniciativa «Clean energy for all Europeans», una directiva que pretende conseguir que entre 2021 y 2030 «Europa lidere la transición hacia las energías limpias, no solo que se adapte a ello». Entre el contenido de la directiva encontramos propuestas como la de reducir las emisiones de CO2 al menos en un 40% para 2030, conseguir el liderazgo mundial en energías renovables y asegurar un trato justo para los consumidores. Pero una de las medidas que más llama la atención es la referente al autoconsumo energético, la cual contradice en parte el decreto de autoconsumo que se aprobó en España en 2015.
La iniciativa «Energía limpia para todos los europeos» recoge algunas medidas destinadas a convertir a Europa en un referente mundial en la transición hacia las energías limpias. Como comentábamos, una de las medidas sería reducir las emisiones de CO2 en un 40% para 2030. Para ello, la directiva pretende alcanzar un aumento del 30% en la eficiencia energética, extender hasta 2030 la obligación de que los generadores y distribuidores tengan que ahorrar un 1,5% de la energía anual, lograr que los hogares ahorren hasta 500 euros al año, crear edificios más eficientes y renovar los edificios ya existentes. Por otro lado, otro de los objetivos es que al menos el 27% de toda la energía consumida en Europa salga de fuentes renovables.
El tercer objetivo de la directiva es que los consumidores puedan elegir entre diferentes proveedores energéticos, teniendo opción a acceder a toda la información de cada uno de ellos de forma clara y rápida. La Unión Europea pretende que las hidroeléctricas aceleren la implantación de contadores inteligentes para poder flexibilizar los contratos con las compañías. Todo ello con la intención de que cambiar de operador, pagar o dar de alta un nuevo servicio en una compañía eléctrica sea una tarea sencilla y rápida.
Sin embargo, una de las medidas que más ha llamado la atención en nuestro país es la referente al autoconsumo. El texto de la propuesta dice: «los consumidores o comunidades de consumidores tendrán derecho a producir, almacenar o vender su propia electricidad, pudiendo beneficiarse de la caída de costes de los paneles solares para los tejados y otras unidades de generación de pequeña escala para ayudarles a reducir las facturas de la luz». Además, en esta directiva se defiende también la posibilidad de que los hogares, edificios o incluso industrias compartan la energía generada por las instalaciones privadas.
El decreto de autoconsumo que se aprobó en España en 2015 prohíbe tanto que se comparta la energía generada como que los autoconsumidores vendan o saquen cualquier beneficio de la energía sobrante que puedan generar. Así pues, el texto de esta directiva Europea contradice completamente en algunos de los puntos más importantes a la actual regulación española.
Aunque se trata de un borrador que podría sufrir modificaciones, la nueva directiva de la Unión Europea ha animado enormemente a las asociaciones que luchan por un nuevo modelo energético justo. A pesar de que, tras su aprobación, la aplicación de la directiva no sería inmediata, al menos supone que el gobierno español no podría endurecer todavía más la regulación en nuestro país. Esperamos que se avance hacia delante en el nuevo modelo energético y no hacia atrás.
Vía | El Confidencial