Debido a las últimas integraciones de seguridad realizadas por algunas aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp nos hemos familiarizado con términos como «cifrado de datos de extremo a extremo». Este sistema de cifrado tiene como objetivo fijar la seguridad en las comunicaciones de los usuarios.
Para crear un sistema de comunicaciones cifrado es necesario un ente generador de números aleatorios que permita que si alguien intercepta los mensajes no pueda descifrarlo. Para esto se utilizan programas que generan sucesiones de números de manera pseudoaleatoria. Se dice que son pseudoaletorios porque siempre provienen de un valor inicial, lo que puede convertirse en una vulnerabilidad. Normalmente son mucho más seguros los algoritmos procedentes de mecanismos físicos como una ruleta, pero implementar esto en sistemas de comunicaciones es, obviamente, inviable.
Ahora hemos sabido que hay un nuevo sistema generador de series aleatorias que está siendo desarrollado por diferentes instituciones científicas, tanto españolas como italianas, entre las que se encuentra la Universidad Politécnica de Cataluña. Este fuente de entropía cuántica para la generación de números aleatorios estaría integrada en un circuito fotónico de fosfuro de indio cuyo tamaño es tan pequeño (6×2 milímetros) que se podría integrar directamente en los dispositivos electrónicos.
Este pequeño chip genera los códigos aleatorios utilizando como premisa la teoría cuántica de la luz, o teoría de la óptica cuántica. Esta teoría define un proceso totalmente impredecible que no puede explicarse en términos de la teoría ondulatoria clásica.
Utilizando este sistema no solo se refuerza la seguridad en las comunicaciones, ya que es totalmente imposible adivinar cuáles serían lo números producidos por la luz cuántica, sino que la velocidad del cifrado aumenta de manera ciclópea, pudiendo generar -casi- infinitos gigabytes de números aleatorios por segundo.
Este sistema supondría el fin definitivo para las incursiones en los sistemas de comunicación de tal forma que incluso las herramientas más poderosas como CatchApp que hemos conocido hoy mismo, no podrían jamás descifrar las series generadas por este chip.
CatchApp es un sistema desarrollado por una empresa israelí que permite, mediante la creación de un punto WiFi, el acceso a las conversaciones de los usuarios descifrando así datos de carácter sensible como información privilegiada o datos personales y bancarios. Este sistema por el momento solo se vende a cuerpos de seguridad como la policía pero como todo, cabe la posibilidad de que acabe en manos indeseadas. Con el actual sistema de cifrado esto se podría corromper pero con el sistema de chip cuántico ni siquiera con este método tan sofisticado desarrollado por la compañía israelí Wintego se podrían adivinar la secuencias numéricas en el cifrado de los mensajes con lo que estaríamos ante uno de los mayores avances en seguridad tecnológica de la historia.