Septiembre está a la vuelta de la esquina, y no hay forma de evitarlo. La vuelta al cole, la vuelta al curro, la vuelta al gym”¦ en definitiva, la vuelta a la rutina. Algo que nos produce sopor y ansiedad. Un nerviosismo y unas ganas incontroladas de gritar que algunos llaman depresión postvacacional, pero para lo que nosotros tenemos solución: memes. Y es que, con un poco de humor, el regreso a la rutina va mucho mejor.
Cuando te armas de valor cual espartano y no temes volverle a ver la cara a tu jefe, tutor, profesor y compañeros. La mejor defensa es un buen ataque ¿no? ¡Pues a por todas!
Pero el drama de la vuelta al trabajo no es solo la carga psicológica. Lo malo es la carga de trabajo que ha quedado pendiente. Porque sí, te has ido de vacaciones y has descansado, pero tu correo electrónico ha seguido recibiendo correos, tareas y notificaciones.
Los estudiantes no lo tienen mucho mejor. Vuelven los horarios, las clases, los profesores imposibles”¦ Hay quien dice que la infancia es la mejor etapa de la vida, por aquello de la inocencia y los juegos. Yo, cuando me acuerdo de la escuela, solo quiero salir corriendo.
¿Creías que jugar a la videoconsola, salir y acostarte tarde todos los días y prepararte la toalla y el bañador era una larga lista de tareas? Craso error. Llegan los deberes, los trabajos, poner la mesa, sacar la basura (esto con Pokémon GO es más tolerable), hacer la compra, estudiar”¦ ¡Toma un bofetón de realidad!
Eso sí, aquí quien no se consuela es porque no quiere. Motivos para volver al trabajo hay muchos. ¿El principal de todos? Que necesitas ganar dinero para sobrevivir. Ahora puedes ir pensando en eso mientras avanza lentamente tu jornada laboral. Seguro que se te hace más ameno.
Puedes buscar la estratagema que quieras: ponerte malo, ingresar a un familiar, acabar con el hámster (que no tienes, pero eso ¿quién lo sabe?) o prender el colegio. Cada uno es dueño y responsable de sus actos. Esta niña lo tiene claro, su colegio sufrirá un desgraciado accidente”¦
Ahora bien, un consejo te voy a dar: no confíes en tu madre. Ella tiene tantas ganas de enfrentarse a la realidad como tú. El problema es que, para ella, tú eres su realidad. Así que llora, patalea y argumenta todo lo que quieras: vas a ir al colegio sí o sí, que te que te”¦ no me no me”¦
Sí, los hay. Esos estudiantes y compañeros odiosos que están alegres de volver a la rutina. Menos mal que para ellos también hay bofetón de realidad. Y es que, queridos amigos, a los jefes y a los profesores tampoco les apetece trabajar. El primer día es duro para todos, así que mejor no pasarse de ganas.
Y como ninguno tenemos ganas de ponernos a trabajar o estudiar, mejor cerramos el artículo y nos vamos a casa. Este mono representa a un servidor.