Apple ha presentado sus resultados financieros correspondientes al tercer trimestre del año fiscal 2016. Tal y como se esperaba, la compañía ha vuelto a experimentar una caída en las ventas de su dispositivo estrella, el iPhone, lo que confirma la tendencia que estaba siguiendo en el pasado trimestre. Concretamente, Apple ha vendido 40,4 millones de iPhones en este periodo, un 15 por ciento menos, pero colocándose a la altura de las previsiones de los analistas. En términos generales, la compañía ganó 7.105 millones de euros en el tercer trimestre fiscal, lo que significa una caída del 27 por ciento. La facturación global descendió un 14,6 por ciento, hasta 42.360 millones de dólares, lo que supone el segundo trimestre consecutivo de descenso de los ingresos.
El hecho de que Apple haya experimentado de nuevo una caída en las ventas de sus dispositivos móviles se debe en parte a la baja demanda en China, su segundo mercado y en donde la firma registró ingresos inferiores al 33 por ciento. También a la saturación del mercado y a una mayor competencia. Y es que los rivales de la compañía pisan fuerte con dispositivos bastante más innovadores a un precio menor.
El iPhone no es el único dispositivo de la compañía en presentar un descenso. Según los resultados correspondientes al tercer trimestre, los de Cupertino vendieron 9,95 millones de iPads, un 9 por ciento menos. Además, se vendieron 4.2 millones de Macs, unas cifras que, pese a su caída, siguen siendo atractivas para el sector. Y, ¿qué espera la firma estadounidense de cara al cuarto trimestre fiscal? Apple tiene previsto obtener un margen bruto de entre el 37,5% y el 38%, con unas ventas de entre 45.500 y 47.500 millones de dólares. Por su parte, los analistas esperan ingresos de 45.700 millones de dólares, con un margen bruto del 38,4%. El tercer trimestre se ha cerrado con un margen del 38%.
De cara al futuro también entrarán en juego sus próximos dispositivos móviles, aunque este año no se esperan grandes cambios. Según aseguran los rumores, Apple lanzaría tres versiones de la nueva generación de iPhone. Un iPhone 7 estándar, con pantalla de 4,7 pulgadas y un iPhone 7 Plus y Pro con panel de 5,5 pulgadas. El modelo Pro sería el más generoso de todos, y se espera con una doble cámara, un nuevo tipo de conexión y algunas características adicionales que no incluirían sus hermanos, como más capacidad y batería. En cualquier caso, todos llegarían alimentados por un procesador A10 y sistema operativo iOS 10, anunciado por la compañía hace algunas semanas en la conferencia para desarrolladores WWDC. En lo que respecta al diseño, la compañía seguiría empleando el aluminio y se suprimirían las bandas traseras que están relacionadas con la conexión. Al parecer, se ubicarían este año en los laterales para darle una apariencia más elegante al dispositivo. Todos y cada uno de estos detalles los conoceremos oficialmente el próximo mes de septiembre.
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