El cantante Prince ha fallecido hoy a los 57 años. Así lo acaba de anunciar la web estadounidense TMZ, una web especializada en cotilleos y noticias sociales y que ya se adelantó al anunciar hace unos años la muerte de Michael Jackson.
Prince ha sido todo un icono de la música del siglo XX. Compositor, músico, cantante, productor, arreglista. Era un auténtico artista polifacético que no dejaba indiferente a nadie. Da la casualidad de que en este 2016 se había anunciado la celebración de un concierto en Barcelona en el Liceo. Una cita que iba a ser la primera en muchos años en España.
Su carrera siempre ha estado unida a una relación de amor / odio con la tecnología y, en concreto, con Internet. Por una parte, intentó siempre aprovechar las posibilidades que da la web para crear sus propios clubes de fans. Y gestionarlo todo a través de sus distintas páginas web que iban cambiando de nombre a lo largo de los años. NPG Music Club, LotusFlow3r.com, 3RDEYEGIRL.com, entre otras. Pero a la vez siempre fue muy celoso de que los usuarios compartieran sus trabajos en redes sociales o en webs tan populares como YouTube. Incluso no dudó en denunciar a los usuarios que colgaban sus canciones o vídeos sin solicitarle permiso. Lo mismo le ocurría con la distribución de su música en plataformas famosas. En Spotify, por ejemplo, sus trabajos han ido apareciendo y desapareciendo a lo largo de los últimos años, según iba cambiando el criterio del artista.
En cualquier caso, polémicas aparte, su trabajo ha sido uno de los más prolíficos del mundo de la música. Desde el inicio de su carrera discográfica en 1978, han sido numerosos los trabajos y discos publicados. Su volumen de creación y publicación incluso llegó a chocar con el criterio de su discográfica, más partidaria de espaciar los lanzamientos en el tiempo. En la lucha contra las ataduras impuestas por las discográficas, Prince también fue pionero y ejemplo de un camino que después emprenderían otros artistas de renombre como George Michael. Fue por culpa de esa lucha por la que el música durante una época se hizo llamar The Symbol o The Artist Formerly Known as Prince, cuya traducción sería algo así como El Artista Conocido Antes Como Prince. Una estrategia legal que le permitía seguir en activo mientras se resolvían sus pleitos judiciales.
En los últimos años, Prince había recuperado el control de su trabajo musical. Y volvía a sacar álbumes con un criterio más personal. Tan pronto cedía los derechos de publicación de su disco a un periódico británico, como el Daily Mirror con el trabajo llamado 20Ten, como cedía su último lanzamiento HITnRUN Phase One al rival de Spotify llamado Tidal. Y, como siempre, compaginaba sus discos con las actuaciones.
Donde de verdad se veía su valor como líder musical, músico, instrumentista, compositor y, a la vez, su carisma era en el escenario. Era capaz de unir un concierto oficial con una actuación sorpresa y llena de improvisación a continuación en algún club o discoteca de la ciudad de turno. Infatigable y prolífico ha terminado de golpe su carrera musical a la edad de 57 años. Atrás quedan, eso sí, sus innumerables muestras de trabajo.
Gracias por escribir un post perfecto para una ocasión tan memorable.