Canon PowerShot G9X, la hemos probado

El gigante japonés de la imagen Canon ha ampliado recientemente su gama de compactas PowerShot G con dos nuevos modelos, la PowerShot G5X y la protagonista de esta prueba, la nueva Canon PowerShot G9X. Mientras que la primera se sitúa como la opción más avanzada de la serie G gracias a su visor óptico y sus opciones de control manual, la G9X se presenta como una cámara de rendimiento avanzado y funcionamiento sencillo, aunque también cuenta con un completo modo de ajuste manual. A nivel técnico, esta nueva PowerShot incorpora componentes como el sensor de una pulgada y 20,2 megapí­xeles que equipa también la G5X, así­ como el mismo sistema de estabilización de cinco ejes, el nuevo procesador DIGIC 6 y la misma pantalla lcd táctil de tres pulgadas.

Equipada con un zoom óptico de tres aumentos y un vistoso anillo de control manual alrededor de la lente, esta nueva G9X tiene unas dimensiones realmente reducidas que nos permitirán llevarla cómodamente en el bolsillo del pantalón y tenerla siempre a mano para no dejar pasar ninguna toma. Está ya disponible, y su precio de venta recomendado es de 550 euros. Sigue leyendo para saber cómo va la nueva Canon PowerShot G9X. 

Caracterí­sticas técnicas

La PowerShot G9X supone la puerta de entrada a la gama de compactas G de Canon. Esta gama está compuesta por una serie de equipos que ofrecen un tamaño reducido o inferior al de las cámaras de objetivos intercambiables, pero mantienen las posibilidades y el manejo avanzado de aquellas, lo que las convierte en la opción ideal para todos aquellos que busquen una cámara pequeña pero capaz, o para fotógrafos que quieran comprar una cámara de bolsillo que no les haga echar demasiado en falta las prestaciones de su réflex.

Para ello, la G9X cuenta con el mismo sensor de una pulgada y 20,2 megapí­xeles que su hermana mayor, la G5X. El tamaño de este sensor, casi tres veces superior al de compactas como la popular PowerShot S120, supone un factor a tener en cuenta a la hora de diferenciar la G9X del resto de cámaras compactas PowerShot de Canon. Un sensor más grande quiere decir más capacidad de absorber la luz, más margen dinámico y por lo tanto, más calidad de imagen. Siguiendo con las especificaciones, todo el proceso de imagen corre a cuenta del chip DIGIC 6 que también equipan sus hermanas mayores G7X y G5X y, para conseguir fotos más estables y ví­deos en Full HD sin trepidaciones, la G9X cuenta asimismo con un avanzado sistema de estabilización que actúa sobre cinco ejes.

El objetivo es otra de las bondades de la PowerShot G9X, ya que Canon ha equipado a su nueva compacta con una lente de rango focal equivalente a 28-84 milí­metros en el estándar de fotograma completo y una interesante abertura máxima de f/2 en su posición más angular. Aunque existen modelos en el mercado que abren hasta f/1.8 o f/1.4, este dato es importante porque con esta abertura podremos realizar primeros planos con grandes desenfoques de fondo o tomar fotografí­as en interiores con poca luz sin tener que estirar la sensibilidad ISO hasta valores que generen ruido en la imagen.

Diseño y manejo

Lo primero que llama la atención tras sacar la PowerShot G9X de su embalaje es su tamaño, que es realmente compacto. Con unas dimensiones de 98,0 milí­metros de ancho por 57,9 de alto y 30,8 mm de profundidad, la nueva Canon nos permite llevarla en cualquier bolsillo sin que cause molestias por su tamaño o su peso. Disponible en un elegante color plata con protecciones en marrón, o en un discreto y más “profesional” acabado en negro, ofrece unos acabados correctos y un agradable tacto al sostenerla gracias a los refuerzos rugosos en ambas caras. La parte frontal está dominada por completo por el objetivo, que a su vez está rodeado por el anillo de control manual asignable desde el menú. En la parte superior hallaremos el dial de modo, acompañado por el habitual conjunto de botón de disparo y control del zoom que podemos encontrar en todas las cámaras de tipo “Point & Shoot” (apunta y dispara). También encontraremos aquí­ el botón de encendido y apagado, el selector Play para ver nuestras fotos y ví­deos y el flash retráctil con el correspondiente botón para liberarlo.

En cuanto a la parte trasera, el buen funcionamiento de la pantalla táctil de este modelo hace posible prescindir de muchos de los botones habituales en este tipo de cámaras avanzadas. Así­, la G9X ha obviado los tí­picos controles en forma de cruz para navegar por los menús, manteniendo sólo el botón dedicado para activar la grabación de ví­deo, el botón “Quick Set” o de menú rápido, el acceso al menú general y el botón Info para especificar la cantidad de información que queremos ver en pantalla.

Pasando al manejo de la PowerShot G9X, ya hemos mencionado antes el buen funcionamiento de la pantalla táctil en cualquiera de sus modos de disparo. De hecho, va tan bien que en alguna ocasión durante la prueba nos hemos olvidado del anillo de control manual de la parte frontal. Por ejemplo, en el modo manual, la pantalla nos muestra los cuatro parámetros principales (velocidad, abertura, compensación de la exposición y ajuste de sensibilidad ISO) en su borde inferior. Con un solo toque sobre cualquiera de los parámetros podremos cambiar su valor desde la misma pantalla, sin tener que navegar a otro menú o tocar cualquier otro botón. Además, una vez tengamos los parámetros de imagen ajustados podremos enfocar al punto deseado e incluso disparar pulsando sobre la pantalla, no hace falta ni tocar el obturador si no queremos. Un pequeño cí­rculo verde sobre uno de los parámetros nos indica que ése es el ajuste asignado al anillo de control, pudiendo cambiar esta asignación mediante un botón que aparece en el lado derecho de la pantalla. Si escogemos uno de los modos semiautomáticos como AV (prioridad a la abertura) o Tv (prioridad al obturador), el anillo de control quedará asignado por defecto al valor correspondiente, haciendo muy rápida la operación de cambiar de modo, sobre todo si pasamos al modo Tv para capturar escenas en movimiento como escenas de deportes o fotos de niños. Si seleccionamos los modos completamente automáticos, como P, AUTO o SCN el anillo pasará a controlar la compensación de la exposición, el zoom o la selección de escenas y modos creativos, con los que podremos experimentar con efectos tipo retro, foto en blanco y negro, modo miniatura o tonos monocromáticos.

Cuando tengamos la foto deseada podremos enviarla rápidamente a nuestro smartphone para compartirla en las redes sociales gracias al buen funcionamiento de los puertos NFC y WiFi combinados con la aplicación Camera Connect. Una vez tengamos instalada esta aplicación, podremos activar la transferencia de fotos o ví­deos con un simple contacto entre la cámara y el móvil. La app también nos permite añadir información de localización a las fotos o manejar la cámara a distancia, pudiendo visualizar en la pantalla del teléfono lo que la cámara está captando e incluso ajustar el zoom, la ISO, la exposición y por supuesto enfocar y disparar sin tocar la cámara. El proceso es realmente rápido y sencillo, y enseguida estaremos sacándole todo el partido a la aplicación.

En definitiva, la PowerShot G9X ofrece un manejo ágil y rápido basado en la buena organización de los controles en la pantalla táctil y el plus de control extra que ofrece el anillo frontal. Como es lógico, los usuarios que no quieran saber nada de ajustes manuales y simplemente quieran sacar una foto con la máxima calidad posible podrán optar por el modo AUTO, que selecciona la exposición y los ajustes que mejor vayan a la escena que queramos captar de forma completamente automática. En este caso solamente hará falta llevar el zoom a la posición deseada con el selector del disparador o con el anillo de control, enfocar y disparar.

Calidad de imagen

Tras unas dí­as de uso, la pequeña G9X se ha revelado como una cámara muy competente y divertida gracias a su completo modo de control manual, a la conexión WiFi y al puerto NFC. En definitiva, su rendimiento justifica completamente su precio al cumplir con lo se espera de esta nueva gama de cámaras avanzadas, que no es otra cosa que ofrecer más calidad que la que ofrecen los smartphones actuales. Como aspectos a mejorar podrí­amos mencionar que en algunas ocasiones se echa en falta algo más de alcance en el zoom, y que una pantalla abatible habrí­a sido perfecta para poder disparar desde ángulos difí­ciles. También se hace extraño actuar sobre el anillo de control manual sin acercarse la cámara al ojo para mirar por el visor, pero para hacer eso tendrí­amos que optar por la superior Canon PowerShot G5X, más grande y cara. Resumiendo, una pequeña gran cámara adecuada tanto para usuarios avanzados que quieran una cámara para llevar siempre encima, como para los que simplemente busquen calidad de imagen en formato compacto.

Detalle a tamaño real

Escena en modo Nostálgico

Recorte a tamaño real

Canon PowerShot G9X

Sensor

Objetivo

Enfoque

Exposición

Obturador

Balance de blancos

Pantalla

Flash

Disparo

Conexiones y autonomí­a

Especificaciones fí­sicas

+ info

Precio: 550 euros