Coinbase, una plataforma que sirve como monedero virtual y servicio de intercambio de Bitcoins, ha anunciado que pretende ser una alternativa a los métodos de pago tradicionales. Concretamente, se refería al sector de las tarjetas de crédito, dominado por VISA y Mastercard. Brian Armstrong, su CEO, ha puntualizado que los propios bancos no les ven como competidores, ya que creen que su negocio está más enfocado al mundo online.
La compañía estadounidense ha comentado que no son un sustituto de las tarjetas, pero pretenden acabar con el «duopolio que sostienen en estos momentos ambas corporaciones». En estos últimos días, Coinbase ha estado presente en el TechCrunch Disrupt de Londres, un evento en el que promocionan las mejores startups del momento. Ahora, con sus planes de expansión, está recorriendo Europa para desembarcar en nuevos países del Viejo Continente. Por esa razón, Armstrong ha tenido un encuentro con periodistas españoles en el que se han producido estas declaraciones.
La compañía fue fundada a mediados de 2012 y ya cuenta con más de cien personas trabajando para ellos. La empresa tiene 60 empleados en las oficinas de San Francisco y otros 40 trabajadores repartidos por el resto del mundo. Coinbase ya cuenta con 1,7 millones de usuarios en su cartera virtual, que suponen una cuarta parte del negocio total. Por esa razón no hay que perder de vista a esta empresa, que considera que en cinco años se producirá una adopción generalizada de Bitcoins.
La razón por la que su CEO lo ve tan claro es por la situación que existe en los países emergentes. Cree que el hecho de que las personas en países en vías de desarrollo tengan acceso a Internet, a través de sus smartphones, hará posible esta adopción. «Millones de personas en el mundo cuentan con teléfono que posibilita el acceso a la red, pero no tienen todavía cuenta bancaria», ha señalado el directivo. Esa sería la razón por la que la adopción de este método de pago les resultaría más sencillo que otras alternativas.
Armstrong ha continuado explicando que el uso de esta moneda virtual aumentará debido al comercio electrónico, a los pagos internacionales y a las microtransacciones. Este motivo es más que suficiente para explicar otro de sus proyectos: la expansión de su negocio por América Latina, en el que piensan tomar la misma estrategia que están adoptando en Europa, ya que parece que les está funcionando.
En concreto, en las últimas tres semanas, 9.000 personas en España se han registrado en su servicio. Para ello, la compañía cuenta con varias personas que atienden a los usuarios en español dando soporte técnico en castellano por si tienen cualquier tipo de problema. El límite de crédito en nuestro país es de 2.000 euros, una cantidad muy inferior a los 50.000 dólares (unos 40.000 euros) que tienen como tope en Estados Unidos.
Igualmente, al preguntarle por la convergencia entre las tarjetas de crédito y su plataforma, Armstrong cree que pasará lo mismo que con el e-mail y el correo en papel. El directivo piensa que habrá un proceso de adaptación pero que prevalecerá el formato digital, ya que es más rápido, más económico y más seguro. Sin embargo, en ningún caso apuesta por la desaparición del otro sistema de pago.