La feria Photokina empieza a dar los primeros frutos y, como no podía ser de otro modo, Canon es una de las marcas en ofrecernos nuevas cámaras de fotos. En este caso vamos a hablar de la nueva Canon PowerShot G7 X, una cámara compacta que nos cabe en el bolsillo, pero que integra piezas tan avanzadas como las de una cámara semi-profesional. Este modelo está pensado para fotógrafos expertos que quieren una segunda cámara más manejable pero sin renunciar a obtener imágenes de calidad. También está pensada para el aficionado que quiere ir un paso más allá y probar las ventajas de una cámara avanzada, pero sin cargar con una réflex o una bridge más aparatosa a todas partes. La Canon PowerShot G7 X cuenta con un sensor CMOS de 20,2 megapíxeles que tiene nada menos que una pulgada de tamaño. También tiene una lente muy luminosa, infinidad de modos de disparo y graba vídeos en FullHD.
La Canon PowerShot G7 X es una compacta de nivel, con un sensor CMOS retroiluminado de 20,2 megapíxeles y una pulgada de tamaño. Está preparado para hacer fotos con poca luz sin el molesto efecto de ruido que suele aparecer, sobre todo en las sensibilidades más altas. Por cierto la Canon PowerShot G7 X puede subir la ISO hasta 12800 y además tiene un procesador DiGIC 6 que procesa la imagen rápidamente y la mejora. Cuenta con un sistema de enfoque rápido que basa la medición en 31 puntos y además nos permite bloquearlo en un objeto o sujeto, aunque se esté moviendo. El procesador también le permite hacer disparos en ráfaga a 6,5 fotogramas por segundo, hasta un total de 700 imágenes seguidas, aunque dependerá del espacio que tengamos en la tarjeta de memoria. La lente de la Canon PowerShot G7 X tiene un zoom óptico de 4,2 aumentos, con una posición gran angular que equivale a un 24 milímetros. Como decíamos, la lente es muy luminosa, con una apertura que va de f/1.8 a f/2.8 en la focal más cerrada. Además su diafragma tiene nueve hojas y consigue un efecto de desenfoque (bokeh) muy marcado cuando usamos una apertura amplia.
La Canon PowerShot G7 X cuenta con un anillo personalizable y su pantalla es táctil, pero además es abatible hacia arriba. Esta opción nos permite hacer fotos en posturas más complicadas o también para evitar los reflejos del sol. El diseño es muy sencillo, con un chasis rectangular de esquinas redondeadas y realizado en metal, para que sea más resistente. Otro de los puntos fuertes de la Canon PowerShot G7 X es que puede grabar vídeos en FullHD a 60 fps, pero también cuenta con un modo manual para controlar aspectos como la exposición o la reducción de ruido, y además cuenta con un estabilizador de cinco ejes. La cámara dispara imágenes en formato RAW, como las réflex, y además de los modos manuales tiene varios modos de escena predefinidos para sacarle todo el partido, como por ejemplo el modo HDR, modo estrellado para hacer fotos al cielo nocturno o para situaciones con muy poca luz, en las que es fácil que aparezca ruido y haya desenfoques. La Canon PowerShot G7 X llegará a nuestro país a partir de noviembre por 700 euros.
