Mientras otras compañías han decidido aumentar la duración de sus baterías a través de nuevos materiales, una mayor capacidad y diferentes construcciones, la startup Qnovo ha decidido enfocar su estrategia en otra dirección. La compañía ha desarrollado una pieza de software (llamado QNS) y un chip (QN200) que mide el nivel de carga, la temperatura, el historial de carga y el estado de la batería. Después, determinan la cantidad óptima de energía a la que se debe cargar el smartphone.
La tecnología de este software monitoriza y ajusta el flujo de energía constante que entra en nuestro teléfono inteligente cuando lo estamos cargando. De esta forma, permite que nuestro dispositivo se cargue antes. Incluso, aumenta la vida útil de una batería corriente.
Qnovo dice que esto reduce el tiempo de carga hasta en un 50 por ciento. Además, aseguran que prolonga la vida de las baterías, ya que no recibe una cantidad de energía superior a la que realmente necesitan. Sin embargo, lo realmente interesante de la tecnología de Qnovo es que, aunque el dispositivo no llevé el procesador de la marca, el QN200, si se instala el software dentro del terminal también se podría reducir el tiempo de carga.
La velocidad a la que se cargaría el terminal no sería tan impresionante como si se instalaran las dos funciones en un mismo equipo, aunque sería más rápido de lo normal. Actualmente, Qnovo se encuentra en conversaciones con varios fabricantes de teléfonos inteligentes, pero no sabemos exactamente cuáles son.
Sin embargo, sí tenemos confirmación de que muchos de ellos quieren implementar las dos tecnologías de la startup en sus equipos y otros sólo quieren instalar el software. La verdad es que una de las lacras de los smartphones de los últimos tiempos es el tema de las baterías. No sólo porque duran excesivamente poco debido a la cantidad de uso que le damos y las pantallas táctiles tan grandes, si no por lo mucho que tardan en cargarse.
Valiéndose de estos datos, cargar nuestro equipo durante quince minutos puede suponer hasta seis horas en conversación, lo que es casi media batería. Lo mejor de todo es que no es necesario comprar ningún adaptador especial o algún dispositivo extra. Todos estos ajustes se implementarán en los distintos equipos a partir del año que viene, lo que supondrán mejoras evidentes.
Es verdad que nos encontramos ante una tecnología innovadora, pero el problema de fondo sigue existiendo. Si las capacidades de las baterías siguen siendo insuficientes, por mucho que podamos cargarlas en cuestión de minutos, la autonomía seguirá siendo la misma.
Por lo menos, esperamos que este chip o el software de Qnovo solucionen este problema y que los fabricantes lo tengan en cuenta. Por otra parte, vemos que muchos de ellos parecen haber puesto medidas al respecto, ya que hay smartphones que hoy en día tienen hasta 3.000 miliamperios de batería.
