El Samsung Galaxy S5 es el primer buque insignia de la compañía coreana en apostar por la resistencia al agua y el polvo, una característica que le otorga el apodo de todo-terreno. El terminal fue presentado hace unas semanas y sale a la venta hoy mismo en todo el mundo. Las novedades de este modelo no se centran sólo en su resistencia, sino que también cuenta con una cámara de mayor resolución, pantalla un poco más amplia, un procesador más potente y un sensor de huellas en el botón de inicio entre otras cosas. Volviendo al tema de la resistencia, Samsung ha mostrado imágenes de las pruebas internas que se realizaron sobre el terminal antes de su presentación. Se trata de un proceso necesario para comprobar que el dispositivo soportará el uso diario y también que su manejo es completamente seguro.
Una de las situaciones en las que un teléfono se suele dañar más a menudo son las caídas. Por más cuidado que llevemos es muy fácil que se nos caiga y se rompa la pantalla o queden marcas en la carcasa. Lo que hizo la compañía fue dejar caer el Samsung Galaxy S5 en repetidas ocasiones mientras grababan los impactos con una cámara de alta velocidad, de forma que al pasarlo en cámara lenta se veían claramente los puntos débiles que debían ser mejorados. También se le sometió a pruebas con agua y polvo, para comprobar que el certificado IP67 se cumplía. La carcasa del dispositivo es estanca e impide la entrada de polvo en los circuitos, pero además tampoco deja que entre el agua siempre que no se sumerja a más de un metro durante un máximo de 30 minutos seguidos.
Los botones son otro punto débil, sobre todo los físicos. El uso continuado puede hacer que las teclas den problemas y en algunos casos dejen de funcionar totalmente. Para este test, en el que también se prueban los botones capacitivos, se coloca una máquina que se dedica a pulsar los botones cientos de veces para comprobar su durabilidad. También se le somete a pruebas de electricidad estática, se comprueba que la emisión de radiación esté a un nivel seguro y también se mide la temperatura para comprobar que no hay sobrecalentamientos al realizar ciertas tareas. Por otro lado se hacen pruebas de sonido, tanto en el volumen del altavoz como la sensibilidad del micrófono, además hay pruebas diferentes para los modelos que van a países asiáticos porque cada región tiene niveles de ruido diferentes.
Tras pasar todas estas pruebas el Samsung Galaxy S5 ya estaba listo para su presentación al mundo y hoy, varias semanas después, ya puede empezar a llenar las estanterías de las tiendas de medio mundo. El terminal ya se puede conseguir a través de los principales operadores en nuestro país y pronto conoceremos su precio en formato libre.