Una de las leyes no escritas de la informática es que, antes o después, los discos duros se llenan. Desde que su tamaño se medía en megas hasta la actualidad, en que es posible disponer de teras de almacenamiento (1 TB = 1 millón de MB), el homo informaticus ha repetido una frase hasta la saciedad: «esto no lo lleno yo en la vida».
Los juegos, la edición de vídeo o las redes P2P de intercambio de archivos han demostrado a este homínido su error y, sin embargo, no deja de sorprenderle un aviso del sistema indicando que queda poco espacio en disco. Por ese motivo, los discos de almacenamiento externos son tan populares. Mucho más si son de tipo portátil y, además de trasladar a ellos toda la morralla información que no necesitamos tener siempre a mano, nos permite llevar y traer datos sin necesidad de ir con el portátil a todas partes.
WD MyPassport AirT es uno de estos socorridos complementos y dispone de la nada despreciable capacidad de 1 TB. La particularidad de este disco es que está pensado para los usuarios de ordenadores Mac, tanto en su diseño como en el funcionamiento.
El primero de los elementos que hacen de este un disco para usuarios de Mac salta a la vista. El acabado en colores aluminio y negro, muy al estilo de un Macbook o de un iMac, y un diseño muy plano hacen que el disco se integre bastante bien con los equipos de Apple.
En cuanto al funcionamiento, la principal característica que hace que WD MyPassport AirT sea especial para Macs es que viene formateado con el sistema de archivos HFS+ Journaled, por lo que usuarios de Mac OS X Lion y posteriores podrán utilizarlo nada más pincharlo, sin necesidad de formatearlo. La mayoría de discos actuales vienen formateados con FAT32 o NTFS, los sistemas de ficheros más comunes en Windows. Aunque Mac OS X puede trabajar sin problemas con FAT32, este sistema tiene limitaciones en cuanto al tamaño máximo de los archivos y no ofrece una gran protección contra la corrupción de los datos. NTFS, por su parte, no tiene soporte de serie en Mac OS X, aunque se puede añadir la posibilidad de escritura en estos discos mediante drivers de terceros.
Así, que el disco utilice el sistema nativo de Apple es cómodo, aunque no es nada que no se pueda conseguir formateando el disco en el Mac antes de empezar a usarlo. Por otra parte, conviene tener en cuenta que los PCs no leen HFS+, algo a tener en cuenta a la hora de optar por un disco externo con este sistema (en vez de instalar controladores para NTFS).
Otras características de este disco son su conexión USB 3.0, la posibilidad de establecer una contraseña para el acceso a los contenidos y el cifrado por hardware de la unidad. Algo muy interesante si manejamos datos confidenciales o si utilizamos el disco para trabajar.
El precio recomendado para esta unidad es de 159 € y el fabricante ofrece una garantía limitada por tres años. Lo que no garantiza el fabricante es que este disco «no lo llenas en la vida», aunque 1TB por ahora es un fantástico desahogo para el disco duro principal del ordenador.
