Apenas unos minutos después de que Sony lanzara la versión 4.45 de su firmware para PlayStation 3, hoy mismo, las redes sociales han empezado a saltar a causa de un sonado problema con la consola que, básicamente, ha dejado de funcionar.
Desde diferentes redes sociales los usuarios de PS3 están alertando de que la actualización ha congelado, literalmente, el dispositivo, según ha publicado la web norteamericana, especializada en videojuegos, Just Push Start.
En principio parece que sólo está afectando a los modelos con más de 500 Gb, pero ante la posibilidad de dejar la consola inutilizada, es recomendable, si es posible, evitar la actualización. Por lo pronto, Sony ha deshecho el Firmware 4.45 de manera que, cuando el usuario arranque la PS3, no se producirá la descarga automática.
Por su parte, Sony ya se ha puesto en contacto con los usuarios de PS3 a través de Twitter para indicar precisamente que ya estaban trabajando en una solución y que, temporalmente, habían bloqueado la actualización del sistema, anunciando que avisarán en cuanto la incidencia esté resuelta.
Algo similar le pasó a la Wii U en noviembre pasado, cuando una actualización de 5 Gb causó problemas a bastantes usuarios. Lo recomendable durante las actualizaciones es vigilar que el dispositivo permanezca conectado a la corriente eléctrica y a Internet para evitar la «muerte» de la consola, así que el problema en este caso vino causado por el tamaño de la actualización, que multiplicó sustancialmente las posibilidades de fallo. Y falló.
También en 2006 una actualización para la Xbox se saldó con una demanda colectiva contra Microsoft por parte de una buena cantidad de usuarios damnificados por el famoso «anillo de la muerte» que indica que un fallo grave impide funcionar a la consola, que vieron cómo su consola se convertía en un pisapapeles muy caro.
Para evitar posibles problemas con las actualizaciones, lo mejor que se puede hacer para evitar que cualquier dispositivo quede dañado en el proceso, es mantener la conexión a la red eléctrica en todo momento por medio del cargador, aunque tenga la batería al máximo. Desde luego, si se quiere estar bien seguro de que ningún corte de luz da al traste con la operación, no está de más que contar con un SAI que asegure el flujo eléctrico en caso de fallo o pico de tensión. También es importante que se mantenga la conexión a Internet, asegurándose de que el dispositivo mantiene la cobertura en todo momento.
Por comodidad solemos preferir configurar las actualizaciones automáticas pero, visto lo visto, podemos ahorrarnos muchos más problemas si asumimos la leve molestia de elegir realizar las actualizaciones manualmente y, ya puestos, antes de darle al botón de «Actualizar», no estaría de más ver cómo le ha ido a otros usuarios que hayan probado el parche y cuenten lo bien (o no) que les ha ido.