Los de la SGAE no ganan para disgustos. Después de que Teddy Bautista, expresidente de la entidad, saliera por la puerta de atrás y algunos directivos se vieran salpicados por un escándalo económico sin precedentes, parece que la SGAE sigue por el sendero de la mala fortuna. Y es que según indica hoy mismo el diario El País, la Comisión Nacional de Competencia (CNC) ha multado a la Sociedad General de Autores y Editores por cobrar unas tarifas demasiado abusivas, con 1,7 millones de euros. Se trataría, como ya se ha indicado en otras ocasiones, de un abuso de posición dominante que se habría materializado a la hora de cobrar una especie de cuota a bares, restaurantes, teatros y hasta colegios. En este caso, Competencia hace especial mención al hecho de que se hayan cobrado cuotas a salones en los que se han celebrado bodas, comuniones o bautizos. Siendo la SGAE la única que puede cobrar por esta cuestión bajo autorización de los autores, la Comisión considera que se habría ejecutado una relación de abuso de posición dominante, hecha desde la opacidad y la discriminación.
La Comisión Nacional de la Competencia ha publicado un informe oficial en el que explica la historia de esta sanción. En primer lugar, nos cuenta que tres establecimientos dedicados al negocio de la restauración han hecho llegar a la Comisión una serie de denuncias relacionadas con los hechos imputados. Según El País, la Comisión culpa directamente a la SGAE de ejercer una posición de monopolio, habiendo generado una tarifa denominada sustitutoria que se aplica desde el año 2009 de una manera poco equitativa, a juzgar por la propia administración. En este sentido, parece que la SGAE habría aplicado de una manera desigual las tarifas o cuotas que cada agente pedía a los distintos establecimientos. De hecho, en algunas ocasiones ya hemos indicado que ciertos medios explicaban que los agentes de la SGAE prometían algún tipo de bonificación de hasta un 20% de las tarifas estipuladas en un principio. En el mismo texto que acaba de publicar Competencia, se cuenta que los empresarios no tenían derecho a la bonificación, muy a pesar de que algunas asociaciones sí pudieran obtenerla.
La SGAE está de capa caída. De un tiempo a esta parte, el desprestigio social ha hecho mella en el asunto, llegando a ser considerada la entidad más odiada por los españoles. A esto tenemos que sumarle el escándalo de Teddy Bautista y del resto de directivos que supuestamente metieron la mano en la bolsa de la asociación. Durante el pasado año, justo en 2011, la asociación registró unas pérdidas por valor de 4,6 millones de euros que la dejaron en una situación menos privilegiada que antaño. Ahora, la entidad se verá obligada a desembolsar prácticamente dos millones de euros para subsanar las malas prácticas que acaba de enjuiciar la Comisión Nacional de la Competencia. Veremos si la SGAE, por lo menos, se libra de pagar la millonaria pensión de jubilación de Teddy Bautista, puesto que así lo indicó el actual presidente de la SGAE en unas declaraciones, justo después de tomar posesión del cargo. Parece que Bautista todavía no ha cobrado lo suyo y que la sociedad está dispuesta a impedirlo por todas las vías posibles.