El impulso de entrar en redes sociales como Twitter y Facebook es difícil de resistir. Es lo que se desprende de un estudio dirigido por un profesor de la Universidad de Chicago, especializado en ciencias del comportamiento. Los participantes en el experimento iban armados con un smartphone BlackBerry. Durante catorce horas diarias a lo largo de una semana, los sujetos debían enviar mensajes explicando cualquier deseo que hubieran experimentado en los treinta minutos anteriores y el grado de fuerza de dicho deseo.
También debían describir si ese deseo interfería con otros, y si consiguieron resistir el impulso. En total, los investigadores recibieron 10.558 mensajes con 7.827 episodios de deseo. Los resultados relativos al uso de medios como las redes sociales apuntan que esos deseos resultan muy complicados de resistir, por la alta disponibilidad y porque el coste de satisfacerlos es bajo, incluso aunque uno quiera vencer el impulso.
Por el contrario, otros deseos como el de fumar o el de beber alcohol tienen mayores costes, tanto en términos económicos, como de salud a largo plazo, y no siempre existe la oportunidad de realizarlos. Sin embargo, la pulsión de tuitear o entrar en las redes sociales se puede satisfacer de modo mucho más frecuente, hasta el punto de que llega a “robar” mucho tiempo al día. De hecho, revisar las redes sociales e intentar evitar trabajar están al principio de la lista de los deseos, justo detrás de la actividad sexual y de las ganas de dormir.
Los investigadores además han detectado que según avanza la jornada, la fuerza de voluntad decae; el deseo de trabajar es el más perjudicado. Por el contrario, los impulsos de practicar deporte, sexuales o de gastar dinero son más fáciles de vencer, incluso al final del día. La vida moderna es una fuente bien surtida de deseos en frecuente conflicto, según el estudio. Precisamente el deseo de dormir y descansar son los más problemáticos, porque la natural inclinación a descansar y relajarse se ve perturbada por el trabajo y otras obligaciones.
Wilhem Hofmann de la Booth Business School de la Universidad de Chicago es el director del estudio. El experimento se ha realizado contando con la colaboración de 205 personas con edades entre 18 y 85 años en Alemania. En breve, el estudio será publicado en la revista académica “Psychological Science”.
Que enfermma que esta la gente, he conocido personas (sobre todo mujeres) que han descuidado a sus mardos e hijos por estar pelotudeando con los jueguitos de Facebook. Es lamentable esta adiccion
Fumar esmalo Hacorta lavida alaspersoas,
que pena pasar una vida delante de un ordenador mirando fotos de gente que ni siquiera te conoce o mas falsa que un gato de escayola. Olvidate de facebook y haz tu vida como antes tiene mas emocion.
Además algunos se están olvidando de cómo escribir correctamente…
Es una cosa más en la cadena de despropósitos que estamos cometiendo los humanos. Los menores cada vez son más obesos porque no salen a jugar con sus amigos por jugar a la consola, el paro juvenil no esta ayudando mucho tampoco ya que el no trabajar te hace relacionarte menos con personas y estar todo el día en casa pues te enganchas a Internet.
No estoy en contra de la redes sociales pero como todo con moderación.