El escándalo por violación de la intimidad y las leyes de protección de datos personales protagonizado por los tristemente famosos coches de Google Street View durante el año pasado, vuelve a estar en el candelero. Para la elaboración del callejero fotográfico, esos coches habían circulado por las calles de las principales poblaciones de todo el mundo, recolectando datos sobre las conexiones Wi-Fi que estaban a su alcance.
A finales de abril de 2010, Google reconocía que había recogido los datos identificativos de las conexiones Wi-Fi como apoyo de precisión para una tecnología de posicionamiento geográfico que preparaba para teléfonos móviles, y que “por error”, además había estado registrando ráfagas del tráfico realizado a través de aquellas redes que no estaban protegidas por clave. Los datos recogidos eran el nombre la red (SSID) y la matrícula única de los routers Wi-Fi (MAC). Sin embargo, ahora resulta que eso no es todo lo que los coches de Google captaron.
Según informa Declan McClullagh en un artículo en exclusiva para CNET, los coches de Google Street View también grabaron las posiciones de teléfonos móviles y ordenadores. En definitiva, de cualquier dispositivo con conectividad Wi-Fi que estuviera dentro del radio de acción de los coches que circularon por todo el mundo. Se suponía que solamente iban a registrar las localizaciones de los puntos de acceso Wi-Fi, pero Google también ha grabado las direcciones postales y los identificadores únicos de ordenadores, smartphones y demás equipos con conectividad inalámbrica.
Ahora se plantean muchos interrogantes acerca de cómo y por qué esos identificadores únicos de hardware están en manos de Google y qué usos pretende la compañía realizar con esas ingentes bases de datos. El peligro es si alguien captura o conoce previamente ese identificador único, la interfaz de programación de la aplicación de Google o API, permite revelar la posición actual del dispositivo, una práctica que facilita el acceso a información personal como los domicilios particulares o de trabajo e incluso las direcciones postales de lugares frecuentados como restaurantes, en clara violación de la intimidad del usuario.
Bien hecho! A vezes no es malo confiar en el proximo aun que sea Google.