Mundo digital. La vida reducida a bits. Y esos bits se almacenan en alguna parte. Ciberataques. Cada vez más complejos y peligrosos, las noticias sobre ciberataques proliferan en las secciones de tecnología de la prensa. El objetivo de los casos más sonados son grandes empresas como Sony o Citigroup, pero las organizaciones internacionales no se libran (el FMI o la Unión Europea), ni tampoco las poderosas agencias gubernamentales (la CIA y el Pentágono).
La necesidad está ahí. El mercado demanda personal más cualificado. Ya no basta con ser un mero administrador de sistemas, también hace falta saber de seguridad. Las compañías externas de ciberseguridad ya no son las únicas que contratan personal. Se buscan ciberanalistas internos para empresas de todos los tamaños y de todos los sectores. La situación se ha agravado tanto que contratar un consultor externo no basta. Para parar a un hacker necesitas otro hacker.
Los perfiles de ciberseguridad apuntan a expertos de todos los niveles, desde recién licenciados hasta veteranos. En la actualidad, compañías como Microsoft, Boeing, AT&T, Citigroup y Wells Fargo ofrecen buenas oportunidades de empleo. Los requerimientos de estos puestos de trabajo de hackers legales incluyen una base de tecnología de la información. No viene mal tener una licenciatura relacionada con ese área, pero los candidatos se pueden diferenciar si están especializados en análisis de riesgos, gestión del conocimiento o psicología. Y es que ahora son habituales los equipos interdisciplinares, destinados a prevenir los ataques antes de que sucedan.
Los reclutadores buscan informáticos con mentalidad de hacker, que sean capaces de trabajar en equipo y desmenuzar un proceso en medio minuto. Y los candidatos no excesivamente técnicos también tienen cabida, porque no es imprescinbible saber programar para realizar un trabajo de auditoría de ciberseguridad.
Tal vez no puedas presumir de tus hazañas en el bar con los amigos, ni exhibir las muescas de la culata de tu revólver, pero los cazadores de piratas informáticos están bastante bien remunerados. Según Fortune, los salarios anuales van desde los 50.000 dólares (unos 35.000 euros) hasta los 120.000 dólares (unos 84.000 euros).
